Refregué mis ojos sintiendo la pesadez de mi cuerpo, solo sentía cansancio y una de las razones podía ser el que no dejaba de soñar con mi hogar.
Para mi sorpresa mamá se encontraba sentada en una de las sillas de la cocina pero mi vista llego a la pila de cajas que había a un lado.
—¿Papá estuvo aqui? —pregunte al ver la comida sobre la mesa— ¿Por qué no nos despertaste?
—No creí que fuera necesario —dijo ella sin siquiera mirarme.
—¿Trajo tus pastillas? —fue en ese momento que mama se puso de pie golpeando la taza que tenía entre las manos con la mesa.
Mama paso por mi lado sin decir una palabra.
Mire las cajas y habían varios objetos de pertenencia de cada uno de nosotros.
<< ¿Por qué papa nos llevó esos objetos? >>
Seguía sumergida en mis pensamientos, prepare el desayuno y solo sentía la mirada de Nash que sabía que quería preguntar por la nueva mercadería que había allí.
No fue hasta que todos mis hermanos estaban entretenidos.
—¿Apareció papá? —pregunto Nash a mi lado.
—Si pero mamá no me dijo nada —dije mientras lavaba los platos.
—¡Mi panda! —exclamo Varek contento con el peluche entre sus manos— ¿Cómo llegó aquí?
Me gire para levantar el mantel de la mesa.
—¿Papá estuvo aquí? —pregunto Jaren que estaba de pie del otro lado de la mesa— ¿Por qué no nos dijiste nada?
Sentía la molestia y a la vez el malestar que me estaba causando, el calor del sitio no me ayudaba para nada en mi humor y lo que menos quería escuchar eran de Jaren.
—¿Viste a papá Callie? —agrego Shery.
—Yo no vi a papa —respondí tratando de mantener la calma y no perder la paciencia.
—¿Y por qué están estas cosas aquí? —volvió a preguntar Jaren.
—Apareció cuando dormíamos —dije sin mirar a ninguno.
—¿Acaso no quería vernos? —dijo Shery que ahora se veía molesta.
Eran demasiadas preguntas que ni siquiera yo sabía como responderles.
—¡No lo sé! —exclame acercando las sillas a la mesa.
—¿Papá ya no nos quiere? —pregunto Varek mirándome.
—Claro que nos quiere y mamá también pero… —hice una pausa— mamá no se siente bien.
Mire a Nash que seguía mirando a mis hermanos.
—Lo mejor que podemos hacer es mantenernos ocupados solo serán unos días ya lo verán —dijo Nash mirando a todos con una sonrisa.
Preparé el plato con comida para llevarle a mamá.
—¿Quieres acompañarme Varek? —pregunte mirando a mi hermanito el asintió con una sonrisa.
Subimos hacia el cuarto de mama y entramos, ella se encontraba sentada en el borde de la cama.
—Lárguense de aquí… quiero estar sola —dijo ella sin levantar la voz.
—¿Mami? —dijo Varek escondiéndose detrás de mi.
—No me siento bien por favor…
—Varek solo quería verte… —hable con la esperanza de que mamá cediera a estar un momento con Varek.
—¡Salgan de aquí Callie! —exclamó.
Tome de la mano a mi hermanito y Sali de allí.
—Mama no se siente bien Pero ya se sentirá mejor ya lo veras —dije mirando a Varek con una sonrisa.
Las horas pasaban y era otro día más en el que mamá se había quedado en el cuarto.
Arrope a Hunter y a Varek, y salí hacia el pasillo mis hermanas ya estaban también en la cama.
Entre al baño y me cepille los dientes.
—¿Aun no quiere salir? —preguntó Nash apareciendo a mi lado.
—No… —termine de cepillarme y mire a mi hermano— ¿Sabes por qué mama tomaba esas pastillas?
El negó con su cabeza y yo solté un suspiro.
—Actúa muy extraño Nash y papa también —hice una pausa— todavía queda una semana más aquí. ¿Qué haremos?
—No lo sé Callie ya ni siquiera sé que pensar —el volvió a mirarme— ¿A qué se refería papa a esperar dos meses?
—Se tanto como tu —dije cruzándome de brazos.
Hasta que un grito nos hizo sobresaltar y Nash salió corriendo hacia el cuarto de mama y yo lo seguí.
—¡Aaah! —volvió a gritar— ¡Callie!
Entramos y ella se encontraba de pie con un brazo sobre los pies de la cama y con el otro sostenía su barriga.
—¡Nash! —grite al ver que debajo de mi madre había una especie de líquido.
—¡Aah! —volvió a quejarse mientras sus rodillas tocaban el suelo.
—¡Hay que recostarla! —dijo Nash acercándose a ella.
Entre los dos ayudamos a mama a ponerse de pie y a recostarla sobre la cama.
—¿Qué sucede? —Jaren apareció en la puerta mientras los mellizos lloraban a sus espaldas.
Mama volvió a gritar su frente estaba empapada de sudor al igual que su vestido de dormir.
—Tranquila mama aquí estamos —dije tomando su mano.
—Iré a buscar el botiquín de emergencias —dijo Nash saliendo de la habitación.
—¡Jaren lleva a los niños al cuarto! —grite mirando a Jaren.
El asintió y saco a nuestros hermanitos de allí.
—¡Tienes que ayudarme Callie! —grito ella desesperada— tienen que ayudar salir al bebe.
Me incline para observar la entrepierna de mama y en ese segundo apareció mi hermano, con una caja de plástico entre sus manos de allí saco unos guantes y se los coloco.
—¡Se ve la cabeza! —dije al ver la pequeña cabeza.
A lo lejos escuchaba el llanto de mis hermanos y la situación se volvía más desesperante.
—¡Ayuden al bebe! —volvió a gritar nuestra madre.
—¡Puja mamá! —exclamo Nash.
—¡Vamos mama puja! —dije mientras tomaba su mano.
Nash tomo con cuidado la cabeza del bebe y basto el último esfuerzo de mama para que saliera el cuerpito, tome las tijeras que había en el botiquín y corte el cordón.
Y fue en ese momento donde el llanto del bebe inundo la habitación.
Tome rápidamente una sábana blanca que había en uno de los cajones y envolvimos al bebe.
—Es una niña… —dije al ver a la bebe en los brazos de Nash.
Mama sonrió débilmente y recostó su cabeza nuevamente en la almohada.