Capítulo 8

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Jeon Jungkook estaba decidido a cumplir con su trabajo aunque le costara la vida. Y, aun así, había algo en el joven frente a él que no lograba definir. Quizás porque ni siquiera había notado que, poco a poco, empezaba a disfrutar más de lo debido la forma en que Park Jimin reaccionaba a sus provocaciones. Era extraño… parecía que cada gesto de fastidio solo alimentaba sus ganas de seguir molestándolo.

—¿Qué está pasando aquí? —Miro a ambos chicos.

El actor se soltó al instante lleno de nervios por lo que iba a pensar su amigo, ¿ahora que le diría?

—No es lo que parece Tae. —Explico moviendo las manos en demasía.

Jungkook solo sonreía con burla.

—Venia a decirte que Seok Jin te está buscando... —Señalo con su dedo por sobre su hombro, tenía el ceño fruncido—. Jimin... lo que escribieron en esa revista de chismes sobre ti... ¿es verdad? —Pregunto sorprendido.

—¿Qué? ¡Claro que no!

—¿Tienes un romance con tu guardaespaldas? —preguntó, entre divertido y confundido—. Con razón estabas avergonzado.

—¡Taehyung eso no es cierto!

—Aunque... No te lo mencioné pero el rostro de tu guardaespaldas me parece muy muy conocido —dijo entrecerrando los ojos—, no se dónde lo he visto. ¿Nos conocemos? —Se dirigió al chico que contenía la risa.

—Antes de conocer a Jimin jamás lo había visto joven —negó.

—No me digas "joven" ahora que estás con Jimin...

—¡Que no tenemos nada Taehyung! —le gritó consternado.

—Bueno, bueno, está bien. Ahora que estás en líos con mi querido amigo, me puedes decir tae.

Jimin se tapo con ambas manos la cara cansado de dar explicaciones.

—Aunque pienso que es muy apresurado por lo de Yoongi pero... Si mi amigo es feliz, yo también lo soy. —Se acerco a su amigo y lo abrazo—. Y cambia esa cara Jimin, no te preocupes que no diré nada, esto es solo entre nosotros dos.

—Tae no...

—Silencio —lo callo—, somos mejores amigos y siempre voy a querer lo mejor para ti. —Le sonrió—. Ahora ya me voy y no interfiero más en tu... Momento romántico. —Rio con complicidad mientras retrocedía.

—No Taehyung... No pasa na... —Vio con su amigo se metió de nuevo a la casa y solo le guiño un ojo antes de desaparecer—. Esto es un desastre.

—Olvidalo, dijo que no diría nada sobre... Nosotros —le susurro con con burla.

Jimin volteo a verlo con molestia, cansado de sus sarcasmo.

—Podre estar amenazado por ese maldito hombre, pero escuchame bien, no dejare que me agarres y te acerques de esa manera, solo te mandaron a vigilarme, no a coquetearme. —Se dio la vuelta para caminar a la entrada de la casa.

—¿Y quién te está coqueteando? —Llevo las manos a su espalda de manera desentendida.

Jimin se detuvo, ¿acaso no era él quién se estaba tomando demasiadas confianzas?

—Como yo recuerdo... Tú fuiste el que me coqueteo, dijiste que era guapo y me empezaste a tocar la cara como si nos conociéramos desde hace tiempo. —Se mordió el labio inferior.

El actor no podía dejar que dijeran cosas falsas de él, eso no fue a voluntad propia, era el alcohol, entonces se dio la vuelta encarandolo.

—¿No lo recuerdas? —Levanto una ceja con media sonrisa.

Park Jimin camino un poco cerca de él y afirmó con dureza:

—Eso sucedió producto del alcohol.

—Bueno, los ebrios dicen la verdad, ¿no?

—Los ebrios dicen incoherencias. —Se le acerco un poco más molesto—. Yo jamás habría dicho algo así sin estar tomado, por qué para mí, gente como tú... esta podrida por dentro y por fuera.

Dicho aquello el joven se fue caminando rápidamente al interior de la casa, estaba molestisimo. Quería golpear al guardaespaldas, pero aún tenía el miedo a flor de piel de que sacará su arma y le dispara si lo sacaba de sus casillas, sin importarle lo que diga su patrón.

«Maldito», pensó con irritación.

Jung Hoseok quién iba de vuelta a su puesto choco por el hombro con el actor y este solo maldijo por tener a dos delincuentes metidos en su casa.

—En qué momento se me antojo salir esa maldita noche... —Siguió caminando en busca de Seok Jik.

—¿Qué pasó señor? —Pregunto cuando vio que su superior estaba mirando a la nada.

Quizás no había presenciado nada pero la tensión se había quedado suspendida en el ambiente.

—Nada que te incumba Jung. —Se metió a la casa sin disimular la molestia que sentía.

Y a tan solo unos pasos Jungkook se quedó ahí, apretando la mandíbula.

«Podrido por dentro y por fuera», resonó en su cabeza.

—No me jodas... —masculló.

Para Jeon era solo otro niño con la lengua afilada, nada más. Incluso le habían dicho cosas peores.

Pero entonces... ¿por qué sentía que esas palabras seguirían rebotando en su cabeza?

—Esto no durará mucho. —dijo con preocupación el guardaespaldas de rango menor que se encontraba en la entrada.

...

Mientras tanto, Seok Jin se encontraba en su habitación, poniéndose algo cómodo lo más rápido que podía. Tenía que salir lo antes posible a la estación de policía.

—Tae me dijo que me buscabas, ¿qué sucedió? —preguntó Jimin, apareciendo en el umbral de la puerta con expresión neutral y los brazos cruzados.

Jin se giró mientras ajustaba el cuello de su camisa. Tardó un par de segundos en responder.

—Tengo que salir. Me llamaron de la estación —respondió, algo tenso.

—¿La estación de policía? —repitió Jimin, frunciendo apenas el ceño—. ¿Por qué?

Jin dudó. Lo observó unos segundos, intentando leer si podía o no decirle la verdad.

—Cuando desapareciste… Yoongi nos ayudo a buscarte. En la estación no querían iniciar una búsqueda por qué según ellos solo tenías unas horas de desaparecido, entonces el se contacto con un amigo —confesó al fin—. Un detective... Kang Min Soo. Me pareció buena idea por qué también me prometió que mantendría todo confidencial.