Pasamos el resto de la semana entre ir y venir entre algunos eventos de Mauro, la verdad la existencia no era obligatoria, pero si serviría como nota adicional en algunas materias, de hecho muchos de los estudiantes adinerados se tomaron estos días como vacaciones.
Y como teníamos el viernes libre así que le hicimos una visita a los padres de Lynn, pasamos un gran día la mama de Lynn o sea mi tía Molly nos interrogo sobre el baile así que solo le dimos un repaso muy por encima de esa noche, cuando pregunto por el brazalete de Lynn simplemente le dijimos que lo habíamos perdido y ella que conocía el valor del brazalete para Lynn la reconforto un abrazo y baso de su chocolate caliente favorito.
El padre de Lynn (Mi tío Paul) hizo una cena especial y como teníamos tiempo sin ir a casa decidimos quedarnos todo el fin de semana. Compartir con nuestra familia nos sirvió para recargar fuerzas para seguir adelante, el bebé también estaba feliz de tener a su hermana cerca siempre que escuchaba la voz de Lynn le daba una patadita a tía Molly, fue un gran fin de semana, para todo, extrañe mucho a mi mama pero estaba de viaje por trabajo, cuando se enteró que no estaría para mi visita, se enojó con su jefe pro no podíamos hacer nada más, la orden estaba dada.
El domingo en la tarde regresamos al internado y aunque el tema de la chicas misteriosa no estaba olvidado del todo al menos ya no era la noticia del momento lo cual fue un alivio para nosotras.
Era un tema delicado del que nadie hablaba pero Lynn y yo empezaos a bromear de hecho una vez paso el susto inicial y claro solo entre nosotras dos.
Estoy acostada en mi cama, acabo de terminar de hacer la tarea para mañana, Lynn bajo a la cafetería por lao para cenar y espero que llegue. Cierro los ojos buscando paz a mi alma… las cosas todavía están diferentes después del baile Como ya sabrán bien, pero nada más cerrarlos y escucho el molesto ruido de mi celular, lo busco y la llamada es de mi hermosa progenitora, así que descuelgo.
- ¡Heather Christina Jordan!, ¿ya olvidaste acaso que tienes madre?- Eso es lo primero que dice mamá nada más contestar el teléfono.
Mamá tan emotiva como siempre
- Mamá ¡Te he extrañado mucho! ¿Cómo estas, ya regresaste de tu viaje?
- Todo está bien, cariño... Y también me has hecho mucha falta. Aún estoy en el viaje pero llego mañana o como mucho una semana más, el consejo de policías aún está reunido ¿Cuándo me podrás una visita exprés? - aunque lo dice bromeando sé qué debo hacerle una visita rápida, conociendo a mamá, ahora que estamos hablando, no tardará mucho en preguntar por el baile, no me mal interpreten le voy a contar ¡Todo! acerca de esa espectacular noche pero primero lo primero... Papá.
- Creo que dentro de tres semanas nos dan un fin de semana de salida, ¿Que dices una noche de chicas? – Le pregunto emocionada, ya conociendo su respuesta
- Me gusta como piensas, pequeña - Hablar con mamá es tan fácil, tenemos casi la misma manera de ser. - En definitiva sacaste la inteligencia de tu madre. Los hechos lo demuestran.
Sé que está alardeando, siempre me dice cosas como esa y diciendo lo orgullosa que esta de mí, tanto como yo lo estoy de ella. Mamá se las ha guerreado para llegar hasta donde está.
- ¿Segura?... Papá también es Muy inteligente, sabes, de hecho hasta lleva el control de uno de los internados más prestigiosos del país... - dejó la frase si terminar y mamá ríe, es una broma que solo las dos entendemos, listo logre que su atención se enfocará en algo diferente en mí. Buen trabajo
- Hablando de tu padre, ¿tienes alguna información para mí esta semana, Señorita súper espía?
- Si mi señora, permiso para presentar informe – Digo traviesa.
- Permiso para hablar, Súper Heather. - Ambas reímos ¡Lo ven! de ahí viene mi rara forma de ser.
- Papá está bien mamá, no te preocupes, tiene una buena salud y su carácter ha mejorado visiblemente a como era cuando vi por primera vez, ¡Hasta sonríe en público! Puedes creerlo, La idea de hacer que me note más seguido está dando resultado, y como vocera de los becados todos los miércoles tengo cita con él en su despacho para hablar del internado. - Suspiro, y mi voz se vuelve más infantil y rota. - Sabes mamá, a veces deseo tanto poder decirle la verdad, llegar un día a su oficina y decirle quien soy en verdad, que el hecho de compartir apellidos no es solo una casualidad, que él es mi papá y abrazarlo muy fuerte, verlo y saber que es mi papá, ese hombre increíble del que nos alejaron hace tanto tiempo me llena de impotencia.
No puedo continuar hablando, ante todos me hago la fuerte pero con mamá no puedo fingir, y creo que sufre más que yo, a ella la separaron de su esposo, de su amor y al menos yo puedo verlo ahora que estudio en el internado, pero mamá aún debe estar lejos de él y no se han vito en más de una década, casi dos.
Suspira, - Lo sé, mi vida, se lo difícil que es ocultar nuestra verdad pero debemos ser fuerte y tener la esperanza que algún día no muy lejano seremos la familia que debimos ser desde el principio, confía en tu madre.