Y mientras disfrutamos de la fruta noto que Talila nos mira fijamente a Lynn y a mí. Extraño
- Tali ¿pasa algo? - Le preguntó
- De hecho Heather, hay algo que desde hace rato les quiero preguntar a Lynn y a ti, y creo que es momento de hacerlo. - Me responde sonriendo.
Antes de poder contestarle, Lynn se adelanta. - Claro, Tali, pregunta lo que quieras. - Dice animada.
Talila nos mira pensativa y puedo notar una pequeña sonrisa de superioridad asomándose.
- En el baile, eran ustedes las chicas enmascaradas que estaban acompañando a Adam y Garreth no es cierto. - No sé qué decir me siento paralizada y miro a Lynn, ella parece igual que yo. - Vamos chicas hoy nos estamos contando todo, además lo único que necesitó es la confirmación, porque las pruebas ya las tengo.
- A... a que te refieres con eso. - Le pregunto yo y siento la mirada intrigada de mamá en mí.
- Es lógico chicas, por lo rumores que he escuchado he llegado a esa conclusión, no conozco a otra persona que sea capaz de enfrentarse a tara como Heather lo hace, por como describen a las chicas, ustedes se parece mucho, el problema que tenía era que el color de cabellos de Lynn no coincidía con la rubia que estaba en el lugar, hasta ahora, también note que nunca se acercan más de lo normal a los chicos como si temieran ser descubiertas por algo y la prueba más contundente fueron los vestidos ocultos en sus armarios, no me mal interpreten, no estaba fisgoneando pero es que el día que llegaron de la lavandería poco después de entrar en Mauro sin quieren vi como los guardaban, desde ha empezaron mis sospechosas, tampoco entiendo como soy la única que lo notó, nadie más parece saber que son ustedes.
Suspiro y pienso, al menos fue Tali la que nos descubrió y no otra persona y al final que ganamos su seguimos mintiendo.
- Si éramos nosotras. - Le digo mirándola fijamente.
- Lo sabía, lo que me hace querer preguntarles que paso en el baile realmente... Quiero escucharlo de ustedes y no de esos estúpidos rumores de pasillo.
Miro a Lynn y entre las dos le contamos a Talila y a mamá todo sobre el baile y lo que bueno después, también le decimos nuestras razones para mantenerlo todo en secreto, ella nos escuchan atentamente, cuanto terminamos de hablar ambas nos miran asombradas.
- Vaya - Dice Talila - Ahora que se la verdad quiero que sepan que su secreto está a salvo conmigo pero si le quiero dar como un concejo, a veces tantas mentiras juntas pueden ocasionar un gran problema.
- Lo sabemos Tali, pero estamos arriesgando demasiado con la verdad y más ahora que hay un avancen el caso de mis padres. - Le digo apenada.
- Saben que tienen mi apoyo, aunque si quisiera que mis amigo se enteraran de la verdad hay otras cosas en riesgo pero prométanme que le contaran la verdad a los chicos cuando llegue el momento, ¿Si?
- Eso haremos Tali, tiene es nuestra palabra. - Respondió Lynn.
Mire a mamá y ella me regalo una sonrisa tranquilizadora.
- Saben mis niñas los importante fue que se divirtieron y que tienen un grato recuerdo, cuando llegue el momento asumirán las consecuencia ahora que les parece si disfrutamos este fin de semana para chicas.
Todas reímos y mientras miraba a mí alrededor di gracias por contar con personas maravillosa en mi vida y no tener que cargar yo sola con los secreto detrás de la máscara.
Talila me mira sonriendo y yo le guiño el ojo.
- No puedo creer que sean primas de verdad – Dice Lynn
- ¿Por qué? – Respondo en broma. – Acaso no vez que compartimos la belleza familiar.
Todas ríen de mis palabras
- Quiero hacer un brindis. - Pide Talila. – Brindo por el cabio, el cambio que trajo nuevas e increíbles amigas y además me regreso dos personas importantes e mi familia, siento que las cosas van a mejorar y pronto celebraremos todos como una gran familia, el triunfo de la verdad.
- ¡Salud! – Brindamos todas con ella y reímos felices de lo que el cambio ha traído a nuestras vidas.
Así pasamos el fin de semana, esa noche mamá nos llevó a cenar y además mis tíos se nos unieron, Talila conoció a toda la familia y se integró muy bien, el sábado todo el día la pasamos en familia, por la noche las chicas y yo nos desvelamos viendo película y comiendo palomitas, mamá y tía Molly prepararon un delicioso almuerzo el domingo y luego tío Paul nos llevó de regreso al internado.
Abrace a mamá y de dije lo mucho que la amaba antes de partir ella prometió que todo sabría bien y me pidió que no me rindiera o dejase de hacer lo que me hacía feliz y luego de prometernos segur en contacto y par de abrazos más a toda mi familia me sentía preparada para todo lo que Mauro santa mar nos quisiera ofrecer.
Siempre después de un fin de semana de salida las puertas del internado están llenas de personas, hay padres despidiendo a sus hijos, amigos reencontrándose y sobre todo sentimiento, risas y una que otra lagrimita.
Una vez nos despedimos de Tío Paul, las tres bajamos del auto y caminamos hacia la entrada principal, me sentía renovada, diferente, capaz de lograr mis metas, ver a mi mejor amuga abierta al cambio y feliz me llenaba, algo parecido ocurría al ver a mi recién encontrada prima, Talila se veía llena de confianza en sí misma y bella, porque así se veía interior mente, este cambio en nuestras vidas fue más allá que un simple cambio de look, fue un cambio de espíritu y mentalidad que marca el inicio de una etapa para mí.