Capitulo 9
Jhosep
La semana se me paso volando, no tuve tiempo casi de nada. Dar tutoría no pensé que me llevara tanto y mira que somos pocos, pero tuve que analizar a cada uno en como pueden entender la materia.
Es viernes a la tarde, ya retiré el pastel, pero Clarisa andaba ocupada repartiendo a algunos que no podían ir a retirarlo. Me ofrecí, pero los de último año, mucho no le gusto la idea y otra compañera la ayudaba.
Ahora estaba preparándome para ir a entrenar con mí tío.
¿De Max González? No pude localizarlo por ningún lado, y estos días Tomas se retiraba temprano de clases.
Según me informaron algunas personas que le caigo bien, supongo.
- Hola tío. – Salude entrando al gimnasio.
- Jhosep, deje tu sector libre. – Me indica mi lugar.
Mí tío empezó ayudar a chicos de las calles a defenderse e intentar guiarlos por un buen camino. Obviamente algunos son más rebeldes que otro.
Había chicos con montón de problemas, que a veces me hace replantear ¿Por qué los padres no usaron preservativo? ¿U otros métodos que hay hoy en día? Solo me replanteo eso ya que lo que cuentan los niños, es… fuerte y duro para que un niño viva eso.
Luego de unas horas de entrenamiento, no se si fue mi imaginación que vi a Clarisa y a Dan salir del gimnasio…
Obviamente no dudé en salir, los vi prácticamente muy pensativos los dos. Ambos subían al auto de Dan.
No pienses mal, no seas toxico.
- ¡Hey! – Grite moviendo mis manos hacia ellos.
¿Nos tendríamos que asustar por verlos palidecer al verme?
- Jhosep. – La primera en reaccionar fue Clarisa, que bajo a saludarme.
- Holaa… - Los mire raro, y no oculte mis sospechas en verlos aquí.
- No dramatices que no estamos haciendo nada malo. – Dan se cruzó de brazos mirándome mal.
- No dramatizo y no pienso nada raro. – Mentí descaradamente.
- Quise ver si entrenaban a chicas para defensa personal. – Capte esa media sonrisa, me estaba mintiendo.
- Claro… - Me cruce de brazos y los mire a ambos.
- Es verdad. – Dan pobre Dan, cada vez que miente te cae una gota de sudor en la frente.
- Por supuesto. – Mi indiferencia se hace notar y Dan se pone tenso.
- ¿Crees que mentimos? – No dije nada, y sonreí sin mostrar los dientes con aire de autoridad.
- Dios… - Ríe sin gracia Clarisa.
- Se cuando mienten ambos, los conozco bastante bien, queridos míos. – Mas le vale, que no me escondan que tienen una relación en secreto o algo como en esas novelas. – Tu sonrisa de medio lado. – Señalo a Clarisa, que inconsciente se tapa la boca y puso una cara de molesta con ella misma.
Que tierna…
Si, pero concéntrate conciencia aquí huele a gato encerrado.
- A ti. – Señalo a Dan. – Te sale una gota de sudor, siempre en este sector. – Toco una parte de su frente. – Así que o me dicen lo que vinieron hacer aquí o le preguntare a mi tío. – Mi sonrisa claramente definía el están en problemas.
- Clarisa, el lunes empiezas 7 de la tarde. – Aparece atrás mi tío, casi me da un infarto.
- Gracias, Marcos. – Sonríe amablemente Clarisa.
- Señor Morgan para ti. – Clarisa abrió un poco los ojos por la brusquedad de mi tío.
- Lo siento, señor Morgan. – Se enderezo y se mostró seria.
¿Mi tío siendo tan brusco, desde cuándo?
La verdad, ni yo entiendo que está pasando aquí…
- Acompáñeme a rellenar unos papeles y estarás anotada oficialmente. – Me mira serio y me olfatea. – Apestas ve a casa a bañarte.
- Ok… - Me giro para entrar al gimnasio de nuevo.
- Las duchas están averiadas mañana vienen a arreglarlas. – Sujeta mi brazo y me gira a dirección al camino que lleva a mi casa.
- Esta bien ¿Nos vemos mañana? – Veo a Dan y Clarisa, ellos asienten sonriéndome. – Bien adiós.
Clarisa.
Obviamente se fue claramente perdido, mire al señor Morgan obviamente aterrada.