Detrás de su sonrisa.

Capitulo 11

Clarisa.

Me desperté muy desorientada, mire a mi alrededor y note que estaba en la habitación de Sharon. Había dos bultos sentados en el sillón, creo que son personas, veo casi todo borroso.

  • Tomate estas pastillas. – Tanteé con la mano en el aire, hasta que sentí una mano. - ¿Cómo ves?

 

  • Como si estuviera llorando y viera todo borroso. – Bromeo de mala manera.

 

  • ¿Te duele la cabeza? – Era una voz masculina, me costo un rato reconocerla, es la de Dan.

 

  • No, solo que estoy un poco perdida ¿Qué paso? – Tomo la pastilla y bebo agua.

 

  • ¿Enserio no recuerdas nada? – Me froto los ojos y veo a una Sharon angustiada y enojada.

 

  • Fuimos a la “reunión” de Tomas y aquí estoy. – Sonrío sin mostrar los dientes.

 

  • Dan me conto su plan. – Miro de mala manera a Dan. – No te quejes, tú no me cuentas nada.

 

  • Y porque te iba a contar un plan para ayudar a Jhosep y aplastar a la familia de tu querido novio. – La miro obvia.

 

  • No es mi novio. – Se cruzo de brazos. – Le gustas tú, me lo dijo en la cara el muy imbécil.

 

  • Perdón. – No sabia que decir, me entro incomodidad.

 

  • No es tu culpa. – Resta importancia con la mano. – Tengo el ganado todavía. – Me guiña y sonrío.

 

  • Te drogaron Clarisa. – Cortó Dan la conversación de chicos con Sharon. – Como hicieron con Jena.

 

  • ¿Enserio?

 

  • ¿Enserio que no recuerdas nada? Ni una pizca de algo. – Comentó Sharon desesperada. Me encojo de hombros con inocencia. – Venga, ya.

 

  • Perdona. – Los miraba sin saber que decir.

 

  • No digo por eso. – Suspira cansada. – Me enoja el saber que te lo tomas tan tranquila.

 

  • Es que no se que paso, bueno… si me drogaron, pero no sé qué decir, no recuerdo nada. – Explico.

 

  • ¿Desde cuando tu padre abusa de ti, Clarisa? – Dan se sentó en la punta de la cama.

 

  • ¿Cómo…?

 

  • La drogada Clarisa lo admitió. – Dan me mira ladeando la cabeza.

 

  • Solo golpes. – Miro hacia otro lado e intento sonar despreocupada.

 

  • Él no es nadie para golpearte. – Dice Dan serio.

 

  • Y, además, no mientas. – Sharon me mira con tristeza. – La drogada Clarisa, dijo que casi pasa algo más… Perdona me cuesta decirlo. – Explica con la garganta apretada y mirando hacia otro lado.

 

  • Si… No dije nada porque no quería preocuparlos. – Admito con la cabeza agacha.

 

  • ¿Preocuparnos? – Repite incrédula Sharon. -  Clarisa, ese idiota intenta violarte y tu dices que no querías que nos preocupemos.

 

  • Tienen bastantes problemas y no quería agregarle más de los míos. – Digo con los ojos llorosos.

 

  • Díselo a Jhosep. – Ordena Dan mirándome con lastima, odio esa mirada.

 

  • No me miren así, lo resolveré. – Ellos me miraron de mala gana, bueno por lo menos la cara de lastima se fue. – Y Jhosep ya tiene bastante, no quiero agregarle más problemas.

 

  • Mira. – Me freno Sharon y se apoyo en la pared. – Ahora creo que Jhosep es inocente, además, el chico esta locamente enamorado de ti y aunque me cuesta admitir que mi amiga ya no será más soltera. – Finge que se limpia una lagrima. – Se que tú también ¿te crees que no eh notado cuando él empezó la secundaria como lo mirabas? Querida se te caía la baba. – Me sonroje al instante. – Te morías de ganas en hablarle pero eras tan orgullosa en admitir que te atraía alguien que no dabas el paso.

 

  • Él se muere por saber más de ti Clarisa. – Agrego Dan.- Se que no es lindo lo que le contarías, pero por lo menos creo que se sentirá bien sabiendo que confías en él y que puedes contarle este tipo de cosas.

 

  • Se lo contaré hoy en la cita. – Digo después de un largo silencio.

 

  • Y yo iré a buscar el diario en tu casa. – Sonríe Sharon, la mire alarmada.

 

  • Ni de broma. – Me quejo.

 

  • Iré con ella. – Se levanto Dan.

 

  • Querido iré sola, conozco la casa bien. – Sonríe orgullosa. – Además, que ellos tengan un romance. – Me señala. – No significa que nosotros nos enamoremos. – Se señala a ella misma y a Dan.

 

  • No hablo de eso, sabiendo el historial del padrastro de Clarisa. Te recomiendo ir acompañada. – Sharon asiente dándole la razón.




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