Detrás de su sonrisa.

Capitulo 14

Jhosep.

 

Así que Sharon esta buscando a testigos para encarcelar al padrastro de Clarisa, la ayudaría pero me gusta trabajar solo y no me agrada su compañía.

Me echo perfume y salgo con la mochila colgada a mi espalda, saludo rápidamente a mis padres cuando bajo por la escalera. Admito, que no le hablo mucho como antes pero sigo enojado y frustrado.

El idiota de Max droga a Clarisa ¿Tengo que quedarme con los brazos cruzados? Se merece que lo torture y lo haga sufrir como él hizo con mí hermana.

Se que terminaré encerrado pero hice justicia por mano propia ¿Por qué dejar que solo lo encierren? Me imagino que sus padres pagaran para que esté en una celda cómodo…

No… Ahora él está interesado en Clarisa, no voy a dejar que la toqué o algo más. Ya sufrió bastante para que venga otro tipejo a querer sobrepasarse.

Y ¿Su padrastro? Ufff… lo que no le haría, pero tengo la gran certeza que en la cárcel no será bien recibido y se que ahí adentro sufrirá, no como él otro idiota.

No comprendo a su madre ¿No tiene que cuidarla? Ósea, te están haciendo sufrir a tu hija, quien la viste crecer y criaste con amor antes de conocer a ese hombre. ¿No siente una pizca de remordimiento hacia su nuevo marido?

 

  • Jhosep… - Dan me gira. – Te estoy llamando desde dos manzanas atrás ¿Estás sordo o que?

 

  • Perdón… estaba pensando en cosas. – Sigo caminando.

 

  • ¿Qué tienes? – Frunzo el ceño y lo miro. – Porque estás muy bien vestido.

 

  • ¿Qué? – Pensé que iba a tocar el tema de Clarisa con Max.

 

  • Si… - Me señala completo. – Mírate.

 

  • No tengo nada fuera de lo común. – Me encojo de hombros y me miró. – Yo me veo igual.

 

  • Si tienes algo diferente. – Me analiza. – Camiseta bien pegada al cuerpo donde muestra tu cuerpo bien trabajado, aunque no seas como el actor la roca, pero eres pasable. – Lo miro con mala gana. – Pantalón de mezclilla donde te hace buen trasero y convers que combina con el outfit.

 

  • ¿Desde cuando eres experto en vestimenta?

 

  • Seamos sinceros, entre los dos siempre fui el que se vistió bien. – Asiento dándole la razón. – Siempre parecías vagabundo y lo que me hacia pensar que a Clarisa le habías echo una macumba o algo. – Río por su comentario y entramos a la escuela. – Ahora estás muy bien, hasta llamas la atención de varias alumnas. – Cierro el casillero y miro alrededor, bueno es verdad que algunas me miraban de arriba y de abajo.

 

  • Debe ser porque soy asesino y no por mí vestimenta. – Ruedo los ojos e intento buscar a Clarisa o a Sharon para preguntarle dónde está.

 

  • Y… - Lo miro. - ¿Qué tal con Clarisa?

 

  • ¿Porque la llevaste a esa “reunión”?

 

  • No soy nadie para impedirles cosas Jhosep.

 

  • Sabias que estaría ahí ¿Por qué no le dijiste directamente no?

 

  • Con la golpiza de la fiesta, pensé que los Gonzales lo habían escondido en otra parte. – Se encoje de hombros y salimos al patio. – Perdona por pensar eso. – Suspira, rodando los ojos.

 

  • Lo mismo dijo ella. – Comento recordando.

 

  • ¿Qué paso con ella? Pensé que estaban bien. – Veo que intenta analizarme.

 

  • Dije algo y discutimos.

 

  • ¿En la cita discutieron?

 

  • Venga ya, no te hagas. – Me cruzo de brazos. – Últimamente pasan mucho tiempo juntos, no te hagas el tonto, calculo que ella te ha comentado algo.

 

  • Si me contó, pero quería escucharte. – Se encoje de hombros. – Quería ser buen amigo…

 

  • ¿Qué hacen con Clarisa?

 

  • ¿Cómo? – Se descolocó. – Nada raro, sabes que…

 

  • Si, se que no te meterías con ella. – Le aclaro. – Solo digo que siento que ustedes dos me ocultan algo.

 

  • Nada, solo como estas dando clases particulares, hablamos hasta que te desocupes.

 

  • Todo se está sintiendo raro. – Admito un poco desorientado conmigo mismo.

 

  • ¿A qué te refieres?

 

  • Ni yo lo sé. – Suspiro mirando a mi alrededor, frunzo el ceño porque un grupo de chicas me miraba y cuchicheaban entre ellas sonriéndome. - ¿Tan mal me vestía antes?

 

  • Con lo de vagabundo no mentía. – Ambos reímos.

 

  • Vamos a clases. – Ordeno y en pasillo veo una melena rubia que conozco muy bien, que subía hacia el segundo piso para sus clases.




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