—Hola, buenos días.
Brianna saludó sin ánimos de nada.
—Buenos días hija, mañana empiezan tus clases, ¿Nerviosa? —dijo el papá de Brianna, Jeffer.
—No, la verdad que no, ¿Por qué tiene que ser en línea?
—Ya, es el virus princesa, ya encontrarán la cura.
—Eso espero, no quiero estar más meses encerrada.
—Por ahora nos han dicho un mes más de clases virtuales, yo creo que estarás así por varios creo.
—Si papi, creo lo mismo, a todo esto, ¿Dónde está mi mamá?
—Tú mamá se fue al mercado, recuerda que solo hoy podemos salir a hacer las comprar al mercado, mientras te voy sirviendo tu desayuno.
—Está bien papi, bajaré mi celular.
Brianna subió a su cuarto para recoger su teléfono.
Ella es una chica de diecisiete años de edad, es muy divertida, es sociable, sentimental y una chica muy romántica, le gusta leer y cree que algún día llegará alguien del que ella pueda escribir un libro contando su bonita experiencia, super soñadora y confiada se podría decir, aunque ha pasado por mucho no le gusta quitar esa sonrisa de su rostro.
Si hablamos de lo físico, es una persona un tanto insegura con su cuerpo, no es una chica delgada, tiene unos cuántos rollitos de más y es bajita, pero es una chica muy hermosa, y con el cabello semi rubio, se lo pintó en su cumpleaños número diecisiete para demostrar que cerró un ciclo más de su vida, sí, exactamente, se dejó influenciar por la aplicación Tik Tok, decidió pintarse y cortarse, cosas de adolescentes.
—¿Dónde dejé mi celular? —Brianna tiraba todas sus cosas, no encontraba su celular.
Lo olvidaba, también era un poco distraída, y siempre perdía el teléfono.
—Vale, haré un repaso, yo me levanté en mi cama, pero anoche lo dejé en mi almohada —decía mirando su cama —, aaah, está en el baño, hoy me fui a lavar la cara y le mandé la foto diaria a las chicas.
Brianna tiene un grupo de amigas, contando con ella son tres, y en el grupo de WhatsApp las tres se envían fotos cuando se levantan, cuando van a un lugar y cuando se acuestan, para Brianna esas dos chicas son las mejores.
—Papi, quería decirte que se me antojo huev... —Brianna no terminó porque vio que en la mesa ya estaba el desayuno —¿Cómo sabías que quería eso?
—Es domingo, la princesa Brianna siempre quiere huevos revueltos —padre e hija rieron por el comentario.
—Ya quisiera ser princesa, pero no lo soy.
—Eres mi princesa con eso basta y sobra todavía —dijo Jeffer y le dio un beso en la frente —, iré por tu mamá, come todo.
Brianna asintió y se metió a las redes sociales.
Miró Facebook y no había nada interesante, solo memes que ya había visto una noche anterior. Entró a WhatsApp y fue directo al grupo de sus amigas.
Brianna: ¿No les aburre el encierro?
Arleth: Claro que sí, quiero salir a bailar, las fiestas, extraño todo eso, ¿Cuándo te veo?, llevamos ocho meses sin vernos chicas.
Viviana: A mí no me dejan salir, ustedes lo saben, pero si vienen a verme, me avisan bitches.
Arleth: Todo depende de Bri, ella es la que a veces no puede salir.
Brianna: Ayer tuve una conversación con mi papá acerca de eso, dice que normal, pero solo una vez a la semana por ahora, pero igual pueden verme.
Arleth: Según escuché, dicen que la otra semana ya abren los centros comerciales, pero no sé cuanta verdad hay en eso.
Brianna: No sé por qué abren los centros y las universidades no.
Viviana: Yo estoy bien así, soy muy tímida para las clases presenciales.
Brianna: Yo quiero hacer muchas amistades y por virtual soy tímida jajaja.
Arleth: Bueno, yo normal, con tal de tenerlas a ustedes me sobra.
Viviana: Bueno, aunque las clases no estaría mal para conocer chicos, ya que nos hemos pasado la cuarentena más sola.
Brianna: Jajaja, pero, ¿Ustedes estudiarán o buscarán enamorados?
Arleth: Bueno, yo buscaré cualquiera jaja, pero me pondré a estudiar, la otra semana nos vamos al mall.
Brianna: Queda, las amo mucho.
Viviana: Ya pues Bri, tú también verás a alguien seguro.
Con ese mensaje de Viviana, Brianna dejó el teléfono, amaba mucho a sus amigas, no sabría qué hacer si perdía a alguna, eso era lo bueno de Brianna, que siempre valoraba una amistad.
—Mi amor, buenos días —entró Giovanna por la puerta, atrás venía su padre con las bolsas del mercado.
—Mami, buenos días —dijo y siguió comiendo.
—Te traje algunos cuadernos para que puedas anotar tus cursos, serás una gran periodista.
—Eso espero mamá, eso espero.
—Yo ya me iré a trabajar, las amo preciosas cuídense.
—¿Vendrás a cocinar? —preguntó Giovanna.
—Si amor, vendré a cocinar, entra a tu trabajo.
La mamá de Brianna trabajaba por internet, tenía un pequeño emprendimiento de ropa en el cual le estaba yendo muy bien.
Brianna estuvo hablando con su mamá un rato más acerca de su horario de clases y de cómo podría ayudar a la casa.
Al acabar de hablar fue a su dormitorio y prendió su laptop para descargarse la aplicación Zoom, y así mañana iniciar sus clases sin problemas.
—Ya está todo, ahora me voy a leer Wattpad —dijo en voz alta y se echó.
Su día estuvo muy tranquilo, estuvo leyendo la historia de una escritora pequeña.
«Algún día me llegará un amor tan bonito como le llegó a esta chica, solo espérate Brianna, no busques, llegará solo», pensó aquella adolescente.
Siguió leyendo y luego pasó un día más tranquilo, almorzó y de nuevo se fue a su cuarto.
Le cayó la noche, así que apagó su celular y se fue a dormir.