—Mi amor, ahí está tu desayuno —dijo Giovanna.
—Ya mami, ¿La abuela?
—Hija, irás a la casa de ella, te quedarás ahí.
¡No puede ser!, Brianna, no puedes irte, ¿Qué pasará con Stiven?
—Ma, no quiero ir, me quiero quedar aquí, yo sé cuidarme, puedo pedirme delivery o aprender a cocinar más cosas, aparte tengo las clases mañana, ¿Cómo haré?
—Llevas tu laptop, fácil.
—Por favor ma, yo puedo quedarme, dame la oportunidad esta vez de quedarme sola.
—Está bien Brianna, confiaré fuertemente en ti, tú me fallas y la confianza quedará en cero.
—Te amo mamá, eres la mejor de verdad.
—Y yo a ti, mi princesa chiquita.
Ambas se abrazaron y Giovanna fue por su maletín.
—¿Dónde está mi desayuno?
—Eso me olvidé de hacerlo, ¿Tú te podrías hacer?
—Si ma, claro que yo puedo hacerlo.
—Perfecto mi reina, nos vemos.
Brianna se sentó en el mueble más aliviada, a punto de cancelarle a su nuevo amigo y vecino.
Un consejo: ¡No hagas lo que hizo Brianna!, esto no se hace, no invites a nadie a escondidas de tu mamá.
Sigo, Brianna estaba sentada, viendo que podría hacerse, pero se acordó que estaba sola.
Brianna: Buenos días dormilón, hoy es un nuevo bonito para que me prepares el desayuno.
Pasó veinte minutos de que Brianna le mandó el mensaje y no recibía una respuesta por parte de él.
—Que cólera que no se levante —dijo Brianna mirando su celular —, bueno te levantaré yo.
Brianna comenzó a llamarlo, una..., dos..., tres..., cuatro..., y contestó, después de cuatro llamadas.
—¿Hola? —dijo Stiven con su voz de medio dormido.
—Hola, niño, ¡LEVANTATE! —gritó Brianna por el teléfono y comenzó a reírse.
—Joder, ¡Brianna!, te mataré cuando te vea.
—Eso quiero, o sea no que me mates, que me veas, ya se fue mi mamá, ¿Vienes?, así de paso me preparas el desayuno.
—¿Tan temprano?
Brianna hizo un quejido.
—Vale, ya voy, pero no llores.
Brianna le lanzó un beso y colgó.
Si, exactamente, ya se tenían esa confianza, ambos ya se querían mutuamente, al parecer se estaba formando una amistad bonita y sincera.
Después de cuarenta minutos sonó su timbre.
—Ya voy —dijo Brianna.
Abrió la puerta y ahí se encontraba Stiven. Con una sonrisa y con unas flores amarillas.
—¿Son para mí? —dijo Brianna sonriendo.
—Para ti mi niña —dijo Stiven entregándoselas —-, robé a la vecina —esto último lo dijo en voz baja.
—Bobo —comenzó a reír Brianna y le dio el pase a su casa.
Stiven y Brianna fueron a la cocina, Brianna le indicó donde estaba su refrigeradora.
—Bueno, señorita boba, esta mañana yo seré el sirviente.
—Si así serán mis mañanas, pues las acepto.
—No te acostumbres, nena.
—Me gusta que me llames nena, en ti suena lindo —comenzó a reír Brianna.
Stiven río —Bueno, en Wattpad hay de todo, en especial bruja, ¿Enserio quieres nena?
—Creo que sí, aunque nena ya hay, un apodo único necesito.
—Necesitas desayunar, nena.
Stiven ya estaba por terminar el desayuno.
—Ven tonto, tomaré una foto para mi estado.
Stiven se juntó con Brianna y sacaron un montón de fotos, esa mañana la estaban pasando muy bien.
—¿Lo subirás a tu estado?
—No, lo esconderé, claro pues niño, lo subiré.
Stiven río y se quedó mirándola.
—No me veas mucho, me desgasto —dijo Brianna poniendo sonrojada.
—Pero estás muy bonita, tienes una bonita sonrisa señorita.
«Señorita, esa palabra, Brujo12 siempre me lo dice», pensó Brianna con una sonrisa.
—¿En quién piensas?, porque está claro que en mi no.
—No seas resentido ah, bueno sí, pienso en otra persona —suspiró.
—¿En quién? —dijo Stiven pasándole su plato y el agarrando el suyo.
—Bien, te contaré.
Brianna comenzó a contarle como se descargó una aplicación y conoció a un chico tan misterioso, respetuoso y divertido.
—¿Cómo dices que se hace llamar?
—Brujo12 —río Brianna —, pero es realmente mágico.
—Qué raro nombre, ¿Quién se pondría eso?
—Él, un chico inteligente.
—¿Guapo como yo?
—No, o sea tu eres guapísimo y no miento, pero no conozco su físico, ni su voz, ni su aroma.
—No conoces nada y te atrae, ¿Por qué?
—Porque somos iguales, porque lo quiero y sé que el me quiere, siento tanta confianza y siento que no me mentiría.
—¿Qué más sientes?
—Siento que él está aquí, muy cerca, vive por acá, pero no sé dónde, no me quiere decir, pero me gusta así, ¿Sabes?, siento que nuestro destino es estar juntos.
—¿Solo te gusta él?
—A ver, me atrae muy fuertemente, pero de gustar no, y no solo él, hay un chico en la universidad, pero es distinto.
—¿Distinto?, ¿En qué forma?
—Lo que siento por él es una atracción física, me gusta como es por fuera.
—¿Por dentro?
—No, no quiero conocerlo por dentro.
—¿Por qué?
—Tengo miedo de decepcionarme.
—¿Y si el tal "Brujo12" te decepciona?
—¿En qué sentido?, él es un amor de persona.
—¿En el físico?
—Eso es lo de menos, es tan lindo, le gusta mucho leer, su libro favorito es.
—Orgullo y prejuicio —dijeron ambos a la vez.
Brianna lo miro extrañada.
—¿Qué? —dijo Brianna.
—¿Qué de qué?
—¿Cómo sabes?
—Lo supuse, si es tan caballero debe haber aprendido de ese libro, acerté.
—Ah, vale, bueno sí, es su libro favorito.
—Qué bonito, se ve que te interesa, pero el chico de la universidad también, pillina.
—Ya te dije, es atracción física, capaz y sea una basura de persona, solo no sé.
—¿Te sientes atraída sexualmente?, perdón por la pregunta, pero siento que es eso.
—Yo no eh tenido nada sexual en mi vida —comenzó a reír Brianna —, pero sí, se podría decir que me atrae sexualmente, lo dije, adiós.