«¿Qué coño acaba de pasar?», pensó Brianna.
—¿Pasa algo? —preguntó Viviana.
—Es él —dijo extrañada.
—¿Cómo?
—Sí, el misteriosos me acaba de hablar —dijo bajando su tono.
—Yo sé que esperabas que fuera yo, a ver soy muy guapo, pero no, yo no soy tu príncipe —dijo Stiven riendo.
—Cállate idiota.
—¿Te hacía ilusión que sea yo?
—¿Qué?, claro que no.
—¿Por qué tan triste entonces?
—Porque quería resolver este misterio de una vez.
—Ya lo encontrarás.
Viviana respiró en forma de alivio.
¿Por qué?, no lo sabemos o tal vez sí y preferimos hacernos los ciegos.
«¿Yo quería que fuera él?», pensó.
«¿Por qué me siento así?, ¿Me estoy enamorando?», pensó nuevamente la joven.
—¡Hey!, no estés así, de verdad lo encontrarás —Stiven abrazó a Brianna.
Ya es hora de ser libre Brianna, ese chico no aparecerá, la mejor opción es Bryant.
Brianna seguía avanzando, mirando las calles, ¿Por qué no?, Stiven encaja perfecto, realmente parecía que fuera él, dio muchas pistas que fueron coincidencia.
—Stiven, ese ruidito era de la aplicación, ¿También la usas? —soltó Brianna.
—Sí, también quiero conocer gente, tú me antojaste —dijo riendo.
—Vale, bueno ya tengo que ir a casa.
—Yo igual —dijo Stiven.
—Y yo que quería seguir caminando y conversando —dijo Viviana.
—Será otro día, querida Viviana.
—Tienes razón, querido Stiven —dijo riendo.
Acompañaron a Viviana a tomar carro y seguido de eso Stiven fue caminando con Brianna.
—¿Toda la salida fue para ver si era yo?
—Sí, discúlpame.
—No pasa nada, siempre estaré contigo y si tenemos que buscarlo, lo buscaremos.
—Te quiero.
—Yo a ti, pequeña.
Ambos se abrazaron y Brianna iba a entrar.
—Me voy.
—La despedida, amiga.
—La despedida, amigo.
Se dieron un beso en el cachete y cada uno para su casa.
Brianna entró y ya estaba vacío, al parecer su mamá ya había salido.
—Demonios, no hay nada para cenar —dijo Brianna mirando la cocina.
«Me quedo a dormir en casa de Antonella», recordó Brianna.
Agarró su celular y llamó a Stiven.
—¿Ya me extrañas tan pronto?
—No tonto, ven a mi casa.
—¿Para qué?
—Mi mamá no está y voy a estar aburrida, se fue con sus amigas y no vendrá hasta mañana.
—Bueno, avísame que será pijamada para llevar una pijama al menos.
Brianna río —Vale, ven a hacer pijamada.
—Voy niña, ¿Te cocinaré?
—Si, sirviente mío.
—Voy, bella patrona.
Ambos rieron y colgaron.
Brianna ya se iba cambiando su pijama.
¡Un ruidito!
Era WhatsApp, posiblemente sea Stiven.
Bryant: Hola nena, ¿Qué haces?
Brianna: Nada, llamé a Stiven para que venga a mi casa y se quede a dormir, mamá no está.
Bryant: ¿Por qué invitas a tu mejor amigo y no a tu futuro cenicienta?
Brianna: No sé, pensé que estabas ocupado.
Bryant: Igual puedo ir, ¿Qué dices?
Brianna: Le diré a Stiven que ya no.
Bryant: Dale niña, espero la ubicación.
Brianna se alegró y llamó a Stiven.
—Ya salgo de mi casa.
—No, ya no, me quedaré sola mejor, ya tengo sueñito y por las puras vendrías.
—Dale, entiendo, está bien pequeña, descansa.
Stiven cortó y Brianna abrió el WhatsApp.
Se sentía mal por mentirle a su mejor amigo, pero era lo que se tenía que hacer.
Le envío su ubicación y al pasar media hora, él ya se encontraba ahí.
Brianna salió y ahí estaba ese niño tan guapo.
—Qué bonita pijama.
—Bonita soy yo —dijo Brianna.
—Y no lo niego, preciosa.
Los dos entraron a su cuarto, ya que Bryant había traído comida.
—Traje pizza, te diría que voy a cocinar, pero no sé cocinar.
—No te preocupes, la pizza se ve rica.
—Claro que sí, ¿Qué película veremos?
—Veamos una película de terror.
—¿La noche de Halloween?
—Ya normal, veamos esa
Brianna puso la que le dijo Bryant.
Estaban abrazados en la cama de ella.
OJO: ¡No hagan eso!, no meter personas extrañas sin el permiso de mamá.
Él la quedó mirando y le robo un beso.
¡AAAAAAAH!
Le acaba de dar un beso, no me lo creo, no me lo creo.
—¿Por qué?
—¿Qué cosa?
—El beso, me has agarrado desprevenida.
—Tus labios son muy bonitos, me gusta.
—No lo vuelvas ...
Sí, otro beso robado.
—Bésame, querida Brianna.
Brianna se acercó a él y lo besó, con mucho cariño, con una suavidad, como si él fuera un papel, frágil.
Brianna se sentó encima de él y siguieron besándose.
Brianna se sentía muy acalorada, eso no era normal en ella, era un simple beso, ¿Por qué tiene ganas de algo más?
Cierto, Bryant despierta ese lado de ella.
—Debemos parar —dijo Brianna.
—No, no debemos parar, estamos bien.
—Veamos la película.
—Ven amor, continua.
—¿Amor?
—Serás mi futuro amor, ¿Normal?
Brianna río —Tonto.
Siguieron besándose, Bryant disfrutaba tenerla, sabía lo que él causaba en ella, tampoco era Brianna una chica difícil de descifrar.
—¿Quieres llegar a más?
—¿Tú quieres?
—Yo sí, Brianna, me encantas mucho.
—Yo no me siento lista aún.
Sí, Brianna si quería algo más, pero había algo que la detenía o alguien, mejor dicho.
—Te esperaré.
—¿Solo me quieres para eso?