Capítulo 1: cambio drástico

Era tiempo de vacaciones, estaba ansiosa por nuestra salida familiar, wiliam, mi hermanito pronto cumpliría cinco años y quería celebrarlo en un lugar donde haya montañas; pero mis padres dijeron que no habría ninguna salida. 

Mi padre había sido despedido hace tiempo y actualmente estábamos viviendo de los ahorros, cuando el salía, era para buscar un nuevo trabajo. Para que nunca nos falte nada, el resto de familiares nos estaban ayudando; pero repentinamente todos dejaron de hacerlo, incluso ya no nos hablan. 

Con el pasar de los meses, la desesperación de mis padres era cada vez más notable, una noche, el cruzo la línea. 

— no te preocupes cariño, saldremos adelante— ella hablo en voz baja. 

— ¿adelante?, ¡nos queda muy poco dinero y hay muchas cosas que debemos pagar! 

— ya veremos cómo hacer, se que es difícil, no hay que alterarse. 

— ¿que estás diciendo?, ¡toda la vida trabaje para darles lo mejor!, ¿¡y ahora no puedo alterarme!? — el se acercó y la empujo, haciendo que cayera sobre el suelo de la cocina. 

Pude ver esa escena desde la puerta que estaba entreabierta, mi madre notó que estaba ahí, solo me miró disimuladamente como diciendo "esta bien, ve a dormir". 

Esa noche, fue el comienzo de todo, mi padre, en ocasiones regresaba tarde a casa y borracho, discutía con mi madre sobre no gastar el dinero innecesariamente, eso terminaba en gritos y golpes. 

Sabia lo que pasaba; sin embargo, me quedaba en la habitación de William. Estaba muy asustada, como si el significado de mi nombre fuera un mal chiste, aún así, abracé a mi hermanito para calmarlo y protegerlo si algo peor sucedía. 

Noche tras noche, lo mismo se repetía, una mañana debía ir temprano a la escuela, abrí ampliamente mis ojos cuando vi una marca el el brazo de mamá, ella no dijo nada y solo se cubrió el brazo con la manga de una blusa. 

Ese día seguramente llegaría tarde a la casa, tenía clases adicionales de arte, mi profesor dijo que talvez podría dedicarme a la pintura, que tenía talento. 

Mis amigas de vez en cuando me comentaban que había chicos que estaban interesados en mi; pero ninguno se animaba a dar un paso, en cierta forma era divertido ver como se ponían tensos. Sentía como si la escuela fuera un lugar donde podía sonreír libremente. 

Como era de esperarse, llegué tarde a casa, apenas comenzaba a oscurecer, pasé toda la tarde con mis amigas. 

Al llegar a mi casa, me quedé totalmente inmóvil.
La policía estaba llevándose a mi padre y los vecinos estaban cuidando de mi madre y de William. Al parecer, ese día, el había vuelto más temprano porque no tenía más dinero en la billetera y se desquitó en la casa. Según me dijeron, rompió varios jarrones y tiro todo lo que tenía al alcance. 

Los vecinos llamaron a la policía y ellos también lo vieron en su estado de locura. 

Ahora mi padre está en la cárcel, los testigos y la declaración de mi madre fueron suficientes para encerrarlo por dieciséis años.