La noche en que volvió a la casa, se sentía un poco aliviada y nerviosa a la vez, por un lado, había conseguido una forma de ganar dinero; sin embargo, el problema era el lugar, ella y sus amigas frecuentaban el restaurante cuando salían de clases. Si ellas la vieran ahí, ¿qué pensarían?, pensaba que podrían reírse de ella por hacer tal cosa, aún así, esto no podía impedir que ayudara a pagar lo que debían.
Rápidamente preparo la cena para su madre y William, una cena totalmente silenciosa donde solo el sonido de la televisión podía ser oído.
Luego de lavar todo y ayudar a su hermanito con los deberes que le dieron en su clase, ya era momento de ir a dormir, un nuevo día comenzaría.
De mañana todo debía ser la misma rutina, ir a la escuela, comer algo con sus amigas o las clases de arte, luego volver a casa con su familia; pero ya nada era así, en el transcurso de la mañana, precisamente a las 09:40, Valentina se levantó de su asiento y pidió hablar con el profesor de química, quien estaba en su escritorio esperando dar las correcciones a los alumnos.
— ya termine con todo, verá...tengo que retirarme temprano, pasaré por la oficina del director a firmar mi retirada, hasta la próxima semana, adiós
— emm...si, esta bien, podías entregar esto la siguiente semana; pero no hay problema en que lo hagas ahora, nos vemos la siguiente semana
La conversación no duró más que unos pocos segundos, Valentina tomó sus cosas y se retiró del colegio, la tarea podía ser entregada más tarde, eso le dijo el profesor; pero ahora no tenía el mismo tiempo y responsabilidad que antes.
Esta escena se repetía a diario, en algunas ocasiones, Valentina directamente no iba a clases, faltaba a las clases de arte e incluso no contestaba las llamadas de sus amigas.
Un sábado por la tarde, un chico apareció en su casa, era un poco más joven que ella, un chico delgado con el cabello negro y una estatura de aproximadamente 1.68 cm.
Este joven traía consigo un cuadernillo en sus manos; aunque dudaba un poco, el golpeo la puerta, Valentina abrió, olvidándose por completo de su apariencia actual, se veía muy cansada y con ropa de entre casa.
— ...eh hola, perdona por venir sin avisar, supe que no estabas yendo a clases, así que traje todo lo que necesitas.
— ah, gracias, ¿algún profesor te pidió traerlo,Nick?—Valentina preguntó mientras se frotaba los ojos como si recién despertara.
— no, no es eso...yo escribi todo por mi cuenta.
— ¿ehh?, pero tú estás en otra clase, en un año abajo, ¿por qué escribirlas todo?, es decir, gracias; pero no lo entiendo.
— bueno...es que...te vi trabajando en aquel lugar, entendí el porque de irte temprano cada día.
Nick, habla visto aquello que valentina quería ocultar, por su puesto que el no dijo nada a nadie, no era del tipo de persona que divulgaria rumores por ahí, además, ella podría tener sus razones.
— me...¿me viste?—Valentina expresó con un poco de desconfianza— entonces, ¿viniste aquí solo por lástima?, o talvez, ¿para reírte?
— no, para nada...se que es difícil para ti ahora, faltas a clases y ayudas a tu familia; pero me preocupo por ti, soy tu amigo, puedes contar conmigo en lo que sea, estamos en el mismo barco.
— no, no estamos en el mismo barco, ni siquiera es el mismo océano...tu estás en un acorazado en aguas tranquilas...yo estoy en un buque pesquero en medio de la tormenta, así que guárdate la compasión, si quieres ayudarme, no digas nada de esto.
Valentina cerró la puerta dejando a Nick con palabras en su boca, era evidente que sus intenciones no eran malas; pero talvez la presión y el estrés hicieron que se cerrara a todos, antes de volver, Nick dejó los apuntes en la entrada de la casa, nada aseguraba que ella los usara; pero el no quería que ella repitiera el año.
Cuando comenzaba a caer el sol, era el momento de ir a comprar la cena, como ella había conseguido un trabajo, era normal que tuviera algo de dinero a mano, ella lo guardo en un lugar donde nadie podría encontrarlo, al menos así lo pensó.
Buscando por casi toda la casa, el dinero no apareció, solo quedaba un lugar donde buscar, aunque no quería entrar ahí, no tenía más opción.
Reafirmo su determinación e ingreso a la habitación de sus padres, no habría problema ya que su madre había salido con William; pero lo que había dentro la hizo perder el aliento por unos instantes, en la habitación oscura, todo estaba desordenado, hecho un desastre, lo que es peor, en el suelo había varias botellas de alcohol.
"¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?", la situación estaba cada vez peor, ahora que lo pensaba, el dinero que perdió podría haber sido gastado en esas botellas.
Sin dinero a mano, quiso salir de la casa, apenas abrió la puerta y dio un paso, su pie tocó algo ligero, un cuadernillo anaranjado, ella recordaba haberlo visto antes, eran los apuntes que Nick le había llevado hace unas horas.
"Me comporte como una idiota con el", mirando el cuadernillo por un largo tiempo, Valentina pensaba en eso, debía disculparse por todo, nick no era un mal chico, después de todo, el escribió todo eso a pesar de que no estaban en la misma clase y se lo llevo personalmente.
"Debería llamarlo", sacando el celular de su bolsillo, dibujó el patrón de desbloqueo y busco el contacto, cuando estaba por llamarlo, nuevamente bloqueó la pantalla.
"No, el vino hasta aquí, lo menos que puedo hacer es ir hasta su casa también", Valentina cerró con llave la puerta y se dirigió a verlo, mientras más oscurecía, más frio se volvía el viento, afortunadamente el camino era de solo nueve calles.
Una vez que estaba frente a su casa, Valentina dio un suspiro para intentar relajarse un poco, ella tocó el timbre y fue el padre de nick quien la recibió. Al cabo de unos minutos, Valentina y nick quedaron solos en la sala.
—escucha, siento mucho lo de antes, intentabas ayudarme y te trate demasiado mal, perdóname.
—descuida, esta bien, no tienes que preocuparte, ya te lo dije, cuenta conmigo para lo que sea.
—gracias Nick, bueno eso era lo que quería decirte, perdona por venir tan tarde, ya me voy.
—¡espera!, te acompaño a casa, ya es muy tarde, quiero ver que llegaste bien a casa.
—jajaja eres muy tierno, podría llamarte cuando llegue.
—aún así, es peligroso que regreses sola, voy contigo, además, hace frío...te daré un abrigo.
Valentina no podía evitar sentir un poco de vergüenza, era lindo para ella ver que alguien se preocupara tanto por saber que llegara a salvo, que este atento de un detalle como darle un abrigo.
Actualmente eran las 20:35 PM, caminando por las calles, Valentina se detuvo por un momento.
—escucha, tengo que hacer otra cosa, si quieres puedes volver.
—¿otra cosa?, puedo acompañarte, no pasará nada si llego tarde a casa, como dije, me asegurare de que lleguen bien.
—eres muy dulce, gracias...pero...
Valentina explicó lo que sucedió antes de que saliera de la casa, las pastillas, las botellas y el dinero, todo eso mirando el suelo, no era capaz de decir eso mirándolo a los ojos
—entiendo...lamento no haberme dado cuenta antes—nick le dijo eso mientras tomaba una de sus manos.
—no, fui yo quien no dijo nada, ahora mismo ire a ver a una compañera del trabajo para ver si me presta algo de dinero para la cena.
—no hace falta, ven, vamos a comprar lo que necesites, yo me haré cargo de eso.
—¿¡que!?, no,no,no...no puedo pedirte algo como eso.
—no me lo haz pedido, yo quiero hacerlo.
—...gracias, muchas gracias por todo,nick.
Soltando unas pequeñas lágrimas, Valentina abrazo a su amigo con fuerza, fue algo impulsivo, Nick lo sabía, aún así, el le devolvió el abrazo respondiendo "no te preocupes, todo estará bien".