Detrás de una sonrisa : parte 2

Capítulo 3 : sobredosis

 

Martes 08 de febrero, 09:15 AM.

—cariño, ¿por qué no se lo dices?

—¿decir que cosa?, ¿a quien?

—decirte a val sobre su–

—¡no!...lo siento, no quise gritar, es solo que.. ella ya pasó por mucho antes y tu lo sabes, la verdad no quiero que ella vuelva a sentirse como aquella vez.

La mañana era algo fría, el día estaba algo nublado y el viento sacudía levemente las hojas de los árboles.

En la sala de estar, mateo e Isabel, la madre de Valentina, estaban tomando un café con galletas de vainilla y chocolate que les había preparado nick como regalo la noche anterior.

—se que no quieres preocuparla, pero ella talvez pueda ayudar, además tiene el derecho de saber lo que sucedió.

—aunque quisiera, no es un buen momento, ella debería estar feliz después de lo que paso anoche, no voy a arruinar eso.

—¿y que harás?, me gustaría saber, val intento cargar con todo ella sola hace tiempo, al final pudo solucionarlo hablando con las personas que la rodeaban...puede que le costara hacerlo, pero confío en los demas y así todo terminó.

—solo que aún no terminó, es como si los problemas estuvieran en pausa un poco.

—esta bien, solo te pido que no tardes mucho en contárselo.

Viernes 11 de febrero 06:30 AM

—¿sabes?, Sigo pensando que el regalo que le hice a tu madre fue demasiado simple.

—¿sigues pensando en eso?—Valentina dijo mientras ponía una mano en su frente y riéndose—el detalle de hacerlo fue lo importante, dedicaste tiempo para eso,estoy segura de que le gustó.

Muy temprano en la mañana, Nick había preparado un desayuno para Valentina antes de que empezara su guardia en el hospital.

—por cierto, tu comienzas en dos horas, no tenias que levantarte tan temprano.

—es verdad, pero quería desayunar juntos antes de que te fueras.

—que lindo, sigues igual que hace años, gracias.

15:40 PM.

En un tiempo de descanso, Valentina se quedó tomando un café con medialunas y hablando un poco con las doctoras, unos minutos de relajación donde podía distraerse un poco.

—...anc

Unas palabras se escucharon a lo lejos, no estaba segura de haber escuchado bien, pero eso captó su total atención.

Se despidió de sus compañeras y corrió directamente hacia el lugar.

—cual es el nombre y estado del...¿¡Will!?...¿¡que le sucedió!?

En una camilla, estaba su hermano menor, totalmente empapado y algo golpeado, Will no despertaba sin importar cuánto lo llamarán.

—el chico tiene un consumo excesivo de drogas, se le encontró LSD y ketamina.

—¿¡eh!?...W-Will...¡despierta!

—doctora, mantenga la calma, déjenos esto a nosotros.

—¡de ninguna manera!, el es mi hermano, me quedaré con el.

—entiendo como se siente, es justamente por eso que necesitamos que no tomes parte ahora, nosotros lo cuidaremos y te mantendremos informada, confíe en nosotros.

En una sala despejada, Valentina se sentó y realizó una llamada con su celular.

—¿val?, hola que sorpresa que me lla-

—¡la sorpresa me la lleve yo hace un momento!, Will está aquí...tiene...una sobredosis de LSD y ketamina.

—¿¡que dices!?, ¡ya mismo voy para allá!

—quédate en casa por ahora, sería peligroso que manejaras en tu estado actual, además tampoco se me permite verlo por ahora, yo te avisaré de cualquier cosa que suceda.

—es-esta bien, por favor, haz lo posible por verlo pronto.
 




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