Viernes 11 de febrero, 20:35 PM.
varias horas habían pasado, ignorando totalmente la indicación de su hija, Isabel fue directamente hacia el hospital donde se encontraba William, era seguro que por mucho que intentara, no la dejarían entrar a la sala, quedarse en casa solo la preocuparía aún más, necesitaba estar ahí para cuando despierte, si es que lo conseguía esa noche.
—mamá...dime...¿tu sabias sobre esto?
—val yo...lo siento mucho.
—ay Dios, por...¿por que no dijiste nada?, ¿hace cuánto que sucede esto?
Los nervios y el miedo hacían que hablar fuera difícil, incluso podía notarse como sus manos temblaban ligeramente.
—no quise que lo supieras de este modo, tu-tu hermano de repente comenzó a salir tarde, había noches en las que no volvía, siempre enviaba un mensaje para saber que estaba bien, eso me mantenía tranquila, pero cada vez fueron menos frecuentes...una noche encontré estas cosas en su habitación, dijo que no eran de el, que solo lo estaba guardando.
—aunque ese fuera el caso, ¿cómo es que el-
—obviamente fue una mentira, intenté tirarlo todo, pero cuando me acerqué, el me detuvo, dijo que si volvía a entrar a la habitación o si te decía algo, se iría de casa...no supe que hacer, mi pequeño Will ahora está mal porque no sabia que reacción tomar.
—no es tu culpa, el se pondrá bien, te aseguro que haré hasta lo imposible para que Will-
—señorita blanc.
Desde aproximadamente 10 metros atrás, se escuchó la voz de una joven chica llamando a Valentina, cuando se percató de quien era, ella corrió hasta la doctora, solo quería saber como estaba su pequeño hermano, nada era más importante que eso ahora mismo.
—por favor, dígame como está Will.
Como si estuviera suplicando que le dieran información con detalle, tomó a la doctora de los hombros y la miró con una expresión preocupada, sus ojos se tornaron cristalinos, dando la impresión de que no podría contener las lágrimas por mucho más tiempo.
—el paciente...William despertó hace unos momentos.
—¿¡despertó!?—madre e hija gritaron al mismo tiempo.
—fue algo momentáneo, el tenía fuertes vómitos y sudaba demasiado, su cabeza parecía doler demasiado debido a una resaca, ahora mismo esta dormido, el doctor que hablo con usted antes, le colocó suero para evitar que se deshidrate.
—¿podemos verlo?—Isabel preguntó mientras se ponía en medio de las dos chicas.
—tendrá que ser breve, el necesita descansar, así que por favor, no lo despierten.
Silenciosamente Valentina e Isabel ingresaron a la sala donde estaba William, era una imagen que nadie quisiera volver a ver, el chico estaba con el suero y el rostro tenía marcas de golpes.
Mientras madre e hija hablaban, de la nada, todo quedó en total silencio.
Isabel tomó la mano derecha de William, en cuanto a Valentina, ella tomó la mano izquierda.
Ambas no querían dejar el lugar, pero el tiempo se había acabado, will tenía que descansar por ahora y estaría en observación.
Apenas aceptando que debía retirarse por ahora, Valentina dejo la sala diciendo "por favor...despierta,will"