Me sentía bastante nerviosa, por primera vez tendría una entrevista de trabajo formal en Ruiz designs and advertising Inc, una de las empresas publicitarias más importantes de la ciudad. Cuando supe que tendría una entrevista de trabajo ahí casi me desmayo, esa agencia debe tener demasiadas solicitudes de empleo y el hecho de que yo tuviera la oportunidad de ir era increíble. Para esta ocasión quería arreglarme y causar una muy buena impresión, así que después de buscar y buscar en mi closet opté por usar un pantalón negro, una camisa básica blanca, encima un blazer rosa y tacones a juego, me maquillé ligeramente y antes de salir me miré nuevamente en el espejo, quería estar perfecta esta vez.
Una vez en el taxi, sólo pensaba en las preguntas que me harían y en qué podría responder, mi cabeza estaba vuelta un caos y trataba de organizar lo mejor posible mis ideas para no pasar vergüenza en mi, posible, nuevo lugar de trabajo. Al llegar me quedé un par de segundos observando el edificio y pensando en la suerte que tenía de estar aquí, sonreí y caminé hacia la puerta en donde un hombre alto abrió y me sonrió, me explicó el piso al cual debía dirigirme y con quien debía hablar para que me asignaran un turno para la entrevista, le agradecí y fui directo al asensor donde ya habían varias personas, todos muy elegantes, jóvenes y concentrados en sus labores, entre más veía más me convencía de que definitivamente quería hacer parte de este mundo.
Llegué a mi destino y me acerqué a Loren, la mujer que me había dicho el hombre de la planta baja y con quien debía hablar, la saludé y le comenté mi situación, ella sonrió y me entregó un papel que debía llenar y me indicó que sería la próxima persona en entrar para la entrevista. Terminé de llenar el formulario y me senté a esperar el momento de pasar. Mientras estuve sentada el tiempo se me hizo eterno, hasta llegué a pensar que no alcanzaría a llegar a la universidad, sí ya sé que es un pensamiento bastante incoherente teniendo en cuenta que apenas eran las 9 de la mañana y sólo faltaba yo por ser entrevistada. Una voz llamándome me hizo salir de mis pensamientos y automáticamente me levanté, ya era hora. Un hombre robusto y con poco cabello me sonrió y me hizo pasar a su oficina, este podría ser mi jefe.
-Buenos días, señorita Alandette. Mi nombre es Roger Ruiz, CEO de Ruiz Designs and Advertising Inc. Antes de proceder a realizar las pruebas oficiales para formar parte de nuestro equipo, me gusta conocer personalmente a los aspirantes para los diversos cargos que estamos ofreciendo, es importante para mi el contacto directo con ustedes y hacer que este proceso sea más ameno.
-Muchas gracias por recibirme señor Ruiz, es un honor para mi estar aquí. Ruiz Designs and Advertising Inc es de las agencias publicitarias más importantes de la ciudad y mi sueño siempre fue poder estar en este lugar presentando una entrevista laboral.
-Me agrada saber eso -sonrió- cuénteme, dentro de ese sueño que tiene de estar aquí, ¿Qué es lo que más la motiva a querer formar parte de nuestro equipo? Sepa que aquí contamos con los mejores diseñadores y publicistas de la ciudad, incluso de otros lugares del país.
-Por supuesto, conozco la historia de esta empresa y sé que constantemente quieren ofrecer al público un servicio único y acorde a sus necesidades, por eso siempre están en contacto con ellos a través de las redes sociales, ya sea por historias de instagram o lives lo cual es una estrategia muy importante y más hoy en día que el mundo del marketing se mueve en su mayoría por redes sociales. El deseo que tengo de ser parte de esta empresa nace del amor que le tengo al diseño, hice algunos cursos en 2 de las mejores academias de la ciudad, todos encaminados a la publicidad, también estudio administración de empresas y considero que es de suma importancia contar con un buen referente en cuanto a la imagen y el mensaje que queramos dar al público desde nuestra empresa.
-Punto a favor por estudiar administración de empresas, al igual que usted yo también estudié esa carrera y mientras la ejercí fui consciente de la importancia que debe tener una buena imagen dentro de cualquier corporación si lo que se desea es llegar a más personas -sonreí- sin embargo, debo recordarle que aquí exigimos los mejores estándares de calidad en cuanto a nuestro personal, y como mínimo queremos que ya hayan terminado su carrera profesional.
-Pero señor Ruiz, voy a mitad de la carrera y recuerde que terminé los 2 cursos de publicidad en la academía del Litoral y en la corporación Jaqques Ramón, con honores.
-Sí, lo revisé meticulosamente al momento de revisar su hoja de vida y me llamó la atención que alguien tan joven haya alcanzado esos méritos, tenía usted 17 años cuando obtuvo el honor de Jaqques Ramón y 19 cuando cursaba en Litoral. Quise darme la oportunidad de hablar personalmente con usted por esa razón, pero me gusta que mi personal haya acabado la universidad y tenga por lo menos un año de experiencia laborando, usted sólo presenta 6 meses.
-Sí me da la oportunidad le garantizo que no se va a arrepentir, tengo todas las aptitudes para este trabajo, incluso más -sonrió-.
-Muchas gracias por venir señorita Alandette, nos pondremos en contacto con usted -me tendió la mano y yo la recibí-.
-Gracias a usted señor Ruiz, que tenga buen día.
-Igualmente.
Salí de aquel lugar con una sonrisa fingida. Loren me observaba, quizás sabiendo como me había ido allí y sólo se limitó a darme una media sonrisa mientras yo igual se la devolvía. Entré al ascensor y mientras llegaba a planta baja estaba sumida en mis pensamientos, creo que fui bastante ilusa con respecto a alcanzar este empleo, cómo carajos llegué a imaginar que de tantas personas capacitadas y con muchos años de experiencia en este mundo me iban a elegir a mi, que hace menos de un año terminé el curso en Litoral, me sentía bastante decepcionada y sólo quería llegar pronto a casa para descansar y prepararme para ir a la universidad. El hombre de la puerta me sonrió y me deseó un lindo día, le respondí que igual y salí, una fría brisa tocó mi rostro y me hizo caer en cuenta de la realidad. Busqué dinero para irme en taxi a casa, pero mayor fue mi sorpresa cuando descubrí que había tomado el billete incorrecto y a duras penas me alcanzaría para irme en autobus a casa, no tenía otra opción así que caminé a la parada de buses y verifiqué que tuviera la ruta más cercana a mi hogar, por suerte así era. No había caído en cuenta de que estaba haciendo mala cara hasta que alguien llamó mi atención, y ahí empezó todo.