La zona

-Qué tal te fue ayer Jessica -Santiago preguntaba mientras encendía el computador

-Fue un día bastante interesante, fui fotógrafa en un concierto -reí-.

-Cómo es eso -me observó- no me digas que también eres fotógrafa y se te olvidó mencionarlo.

-No, para nada. Un amigo tuvo una presentación en un bar y lo ayudé con sus fotos. Para ser principiante quedaron bastante bien, mira -le mostré las fotos- ¿qué te parece?

-Sí, tomadas en el momento exacto. ¿Conoces a Jev Rosas?

-Sí, vamos a la misma universidad y de ahí nos conocemos.

-Ese chico está siendo viral en Instagram, sube un buen contenido.

-Sí, eso noté ayer revisando. La verdad no tenía idea de su existencia en redes sociales ni nada hasta que lo conocí y me lo contó.

-Si te sigues juntando con él quizás también te harás viral -rió- aprovecha.

-Sí claro. Por cierto, ayer no terminé de hacer los flyers del restaurante viva México, iré a terminarlos. Creo que hoy vienen por ellos.

-De acuerdo, te dejaré trabajar y yo haré lo mismo.

Trabajé haciendo los flyers que Santiago me había pedido y se los entregué, la verdad el día había estado bastante tranquilo y no tenía mucho por hacer, además de los flyers estuve ayudando a organizar un encargo de botones publicitarios y unos folletos para un hospital. Al terminar me di cuenta de que tenía tiempo de sobra antes de irme a casa, así que decidí revisar mi correo para ver si tenía alguna actividad de la universidad o cualquier otra información, pero no había nada. Me recliné sobre mi asiento y dirigí mi mirada hacia la recepción, la chica del cabello azul, y que aún no aprendía su nombre, me miraba fijamente y cuando notó que yo también la veía apartó su mirada rápidamente, fue un momento raro e incómodo para mí, pero traté de desviar mi atención y pensar en otra cosa, lo cual logré fácilmente porque Santiago me encargó terminar el diseño de un portafolio al que se le debían corregir colores y un par de cosas más.

Después del trabajo Nicolás pasó por mi y me llevó a almorzar, ya no tenía tiempo de ir a casa para cambiarme así que agradecí a la vida haber guardado una blusa en mi bolso para poder usar algo decente en la universidad. La elección de Nick para comer fue un restaurante de comida china, barato, rico y rápido. Durante la comida Nicolás me contó detalles de su cita con Judith, se le escapaban pequeños suspiros al hablar y por primera vez veía a mi mejor amigo enamorado, o ilusionado con alguien.

-Durante toda la cita nos estuvimos viendo, Judith tiene una sonrisa hermosa, no entiendo como es que antes no lo había notado.

-Bueno, es que no habías tenido un contacto tan cercano con ella. Ahora si pudiste apreciar mejor toda su belleza. Te veo y notó muy feliz Nick, eso me gusta.

-Debo admitir que hace mucho tiempo no me sentía de esta forma, y es lindo. Pero quiero llevar todo con calma, a ella también la noto bastante emocionada con esto, incluso estuvimos agarrados de mano mucho tiempo, ni siquiera sé cómo explicar lo que sentí cuando vi que ella tomó la iniciativa.

-Que tiernos, estás muy ilusionado amor mío -lo abracé- eres muy lindo en este estado, y vulnerable también así que mira lo que vas a hacer.

-Ya sé, pero ella se ve tan noble y leal, ¿crees que pudiera lastimarme?

-Hey, no he dicho nada de eso, sólo que seas precavido. Además, espero que nunca intente reemplazarme ok, TU MEJOR AMIGA SOY YO.

-Nadie podrá tomar tu lugar, tu eres mi favorita -guiñó el ojo- por cierto, cómo te fue con el pandi, digo, con tu amigo.

-Todo estuvo bien, pero no me vas a creer lo que sucedió después.

-Cuéntame, amo el chisme -reímos-.

-Nella Rivera estaba ahí, me la encontré en el baño antes de la presentación y quiso dárselas de la persona importante, pero la bajé de esa nube. Le gusta Jesús y me pidió que me alejara de él, el descaro. Creo que encontré una forma de fastidiarla si me molesta o intenta hacerlo.

-Que cosas, ustedes dos tienen gustos similares. Primero Franco y ahora ese tipo, de verdad no sé qué sucede con ustedes.

-Sólo digo que sé cómo fastidiarla, pero eso no es todo. Además hubo un momento en el que entró al camerino y se quedó bastante tiempo, estaba muy cariñosa con él y hasta se sentó en sus piernas, en ese momento sentí que sobraba ahí y llamé a Lina para que me viniera a recoger, me sentía incómoda, así que fui al baño para llamarla y cuando regresé al camerino para avisarle que me iba, esos dos se estaban comiendo en la silla, me sentí tan avergonzada por haber interrumpido su momento que ni siquiera pude verlo a los ojos, pero sé que Nella disfrutó cada segundo de mi incomodidad.

-Esos son celos querida, tú querías estar en el lugar de la rubia.

- ¡CLARO QUE NO! -Grité y los demás comensales me vieron- claro que no, no quería estar sobre sus piernas siendo manoseada.

-Jess, se llaman instintos. Sólo déjalos salir, rebélate.

-Sabes, me dedicaré a comer y te ignoraré.

-No puedes hacer eso, tú me amas.

-Sí, y así como te amo te ignoro. Apúrate comiendo, tengo clases en media hora y necesito imprimir unos documentos.

-Por qué no hiciste eso en tu trabajo, te habría salido más económico ¿No?

-Lo sé, pero se me olvidó porque me ocupé. Así que, me toca en la universidad.

-De acuerdo, entonces vamos a darnos prisa.

Terminamos de almorzar y fuimos directo a la universidad, apenas y tuve tiempo de hacer las impresiones para la clase que tenía con el profesor Axel, llegué tarde y morí de vergüenza cuando tuve que entrar y ya estaban explicando el tema. Me senté junto a Jazmine que me esperaba con una enorme sonrisa y un taller de 24 preguntas que debíamos entregar antes de que acabara la clase y era la última nota general que se tomaría antes de continuar con los exámenes finales.

Jazmine me había informado que Danna estaría ausente de la universidad porque había ido a representar un proyecto de sostenibilidad que había estado preparando nuestra facultad, no me sorprendí porque mi amiga siempre ha sido la mejor para hablar y convencer a las personas durante sus discursos. El tiempo en clase avanzaba y ya casi terminábamos nuestra actividad, de no haber sido porque Jazmine consiguió que un compañero le ayudara con unos puntos que no habíamos podido resolver, estaríamos muy apuradas. Logramos terminar y Jazmine corrió a entregarle el trabajo al profesor, luego de eso tenía una clase electiva que realmente no me importaba mucho, pero a la que no quería faltar solo por mantener mi asistencia perfecta. Después de eso iría a casa a descansar y a relajarme para estar fresca al día siguiente.