Capítulo 16 – La fuerza del compromiso

Izzy despertó al día siguiente con una sensación nueva, un calor en el pecho que antes no conocía. El sol brillaba a través de la ventana, como si el mundo entero celebrara su decisión de avanzar. Esa mañana, no solo se había levantado de la cama; se había levantado de las sombras de su propio miedo, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que el futuro ya no era un lugar incierto, sino algo que estaba dispuesto a recibirla con los brazos abiertos.
Esa mañana, mientras se preparaba, se dio cuenta de algo. La vulnerabilidad de la noche anterior, el compromiso que había hecho con ella misma y con Marc, no era una promesa vacía. Era una verdad que había comenzado a sentir en lo más profundo de su ser. Ya no quería esconderse de sus emociones, de sus miedos. El amor no significaba huir de ellos, sino abrazarlos y seguir adelante, a pesar de lo que pudiera suceder.
Se encontró con Marc esa tarde en el parque donde solían caminar, como si el destino los hubiera reunido en ese lugar una y otra vez para enseñarles algo nuevo. Ella lo miró y le sonrió con una calidez que nunca antes había mostrado. En ese momento, Izzy entendió que el compromiso no era algo que podía forzar, sino algo que nacía del corazón.
—Hoy me siento como si hubiera vuelto a nacer, Marc —dijo Izzy, con los ojos brillantes de emoción—. Como si todo lo que temía ahora ya no fuera tan grande, como si al fin pudiera ver lo que está frente a mí sin miedo. Y lo que veo es a ti, a nosotros.
Marc la miró con una sonrisa que parecía iluminar todo su ser. No necesitaba decir nada más; su presencia hablaba por él. Solo la tomó de la mano y comenzó a caminar junto a ella, sin prisas, sin preocupaciones. No había necesidad de palabras cuando ambos sabían que lo que compartían era real.