El "juego" consistía en girar una ruleta gigante que se encontraba detrás de la barra de aquel bar en el que nos encontrábamos, creo que os podéis imaginar la clase de juego que era. La gente pedía girar la ruleta esperando que le tocara cualquier cosa; había desde distintas cantidades de chupitos, extrañas bebidas, e incluso podías ganar un barril de cerveza. No pude evitar fijarme que Sasha no apartaba la vista de ese último. Aunque también podían tocarte cosas no tan agradables. Como pagar una ronda para todo tu grupo, beberte de un trago toda tu bebida o...
- ¿Quién tira primero?
La pregunta de Fran hizo que Sasha y yo intercambiásemos una mirada. La de Sasha estaba llena de expectación y diversión, mientras que la mía estaba segura que solo transmitía puro terror. Vi enseguida como alzaba la mano.
- ¡Voy a por ese barril de cerveza!
Estuvimos con aquel juego más de una hora, sorprendentemente ni fue tan malo como esperaba. Gané una copa gratis, Sasha tuvo que invitar una ronda entera de bebidas, aunque también tuve que tomarme un vaso con un líquido misterioso que sabía cómo esas medicinas tan horribles que odiábamos de niños, no quise imaginarme lo que llevaba.
- ¿Kay?
Me giré, demasiado rápido tal vez, porque enseguida mi cabeza dio vueltas y la habitación se movió. Cuando por fin pude centrarme de nuevo y que mi alrededor se estabilizara, vi a la persona que tenía delante.
- Tú... - comencé a decir, pero Sasha me interrumpió.
- ¿Qué demonios haces tú aquí?
Estaba segura de que en aquel momento si Sasha no dejaba de mirar con esos ojos a la persona que teníamos delante era capaz de desintegrarla. El fastidio y el enfado se mezclaban en el reflejo de su mirada. Suspiré y al final decidí que tendría que hablar para evitar una guerra entre aquellos dos.
- Hola Vincent. – saludé con una sonrisa.
El observó durante unos segundos más a Sasha antes de volver finalmente sus ojos hacia mí y sonreírme de manera cálida.
- Hola Kay.
- ¿Qué haces aquí? – volvió a preguntar Sasha dando un paso al frente.
Los ojos de él se quedaron fijos en ella una vez más.
- No eres la única que pisa un bar por la noche un viernes.
Su respuesta pareció molestar a Sasha, en realidad, todo lo que hacía Vincent la fastidiaba de sobremanera. Por el rabillo del ojo vi como Jack se acercó hasta nosotros desde detrás.
- ¿Qué demonios hace este aquí?
Rodó los ojos sin entender cuántas veces tendría que explicarlo, yo estuve a punto de hacer lo mismo.
- Todavía soy joven para pisar un bar.
- Hay muchos más bares en diez kilómetros a la redonda. – soltó Jack con la vista fija en él. - ¿Por qué has venido a este?
- Eso mismo. – continuó Sasha.
Vincent me envió una mirada de auxilio en aquel instante. Yo suspiré aunque luego me reí. Efecto del alcohol. Supongo que fue por culpa de eso, lo que dije a continuación.
- ¿Quieres unirte a nosotros? – pregunté alzando la vista hacia él. - Estamos jugando a un juego muy divertido.
No sé por qué demonios dije eso, porque esas palabras salieron de mi boca. Casi me arrepiento, pero el segundo en el que tardé en ver la cara de Jack transformándose decidí que era una brillante idea. Solo con ver como odiaba el hecho de que Vincent se uniera a nosotros supe que en realidad iba a ser muy divertido.
Seguimos con aquel juego durante media hora más. Durante ese tiempo Sasha no paró de quejarse de porque había permitido que Vincent se quedara, mientras Fran se dedicaba a ir abrazando a todos los presentes, incluido el que atendía la barra, parece que incluso le gustó bastante porque luego le pidió el número a Fran. Jack por su parte se había quedado apartado en una esquina mirándonos con enfado. No sé qué clase de problema tendría con Vincent, pero parecía afectarle bastante, mientras que a este último parecía darle completamente lo mismo.
Todo iba más o menos bien, hasta que llegó mi último turno. Iba a ser mi última tirada, lo juro, había estado pensando que era tiempo de irme a casa desde hacía rato. Giré esta estúpida ruleta una vez más solo porque Sasha me convenció, quería ese barril de cerveza a toda costa. La ruleta dio unas cuantas vueltas hasta que se detuvo. ¿Os he comentado cuanto creo en que el karma me odia? Bien, creo que esa noche quedo demostrado por tercera o cuarta vez, cuando esa condenada ruleta se paró y todos me miraron.
Juraría que hasta los grupos de gente que había a nuestro lado también se me quedaron mirando.
- ¡Te toca besar a alguien!
Ni siquiera supe bien quien dijo aquello, bien pudo ser Fran el cual estaba bastante borracho en ese momento, o bien Sasha, que me miraba con un brillo maquiavélico en sus ojos. Mi mirada de quedó fija durante un rato en las palabras donde apuntaba aquella aguja.
"¡Qué suerte, te toca besar a alguien a quien nunca hayas besado!"
¿Por qué demonios no me había ido antes a casa?
"Idiota"
.
.
.
La tormenta continuara.
⚡
Hi hii <3
¿Os he dicho que a Kay le pasa de todo a la pobre? Pues eso, rezad por su corazón para que llegue viva al final de la historia 😂 Pd. Sasha es genial, se que es malvada, pero es genial AJAJAJAJA
Comenta y reza por el corazón de Kay
Vota si crees que Sasha es genial.