Devastadora tormenta.

XXI. Sigue el juego.

 

Debí irme, debí hacerlo. ¿Por qué soy tan idiota? Si hubiera estado sola hubiera golpeado mi cabeza contra el expendedor de cervezas. Sasha me dio un codazo haciendo que enfocara mi vista en ella.

- ¿A qué esperas? - preguntó alzando las cejas con impaciencia. - No podemos estar aquí todo el día.

- Pero...

Sasha me dio otro codazo. ¿Desde cuando era tan agresiva? La miré con rabia.

- Solo es un beso. - aclaró como si fuera algo muy simple. - Venga, elige a alguien.

- ¡Yo me ofrezco voluntario!

- Cállate Fran. - resopló Jack, el cual se había acercado sin que me diera cuenta.

Sasha volvió a alzar las cejas, apremiándome con la mirada. Mi mente empezó a pensar mientras mis ojos iban de aquí para allá, intentando encontrar una manera de librarme de aquello. ¿Y si me iba sin más? Lo medité, Sasha tenía bastante fuerza pero no creía que fuera capaz de dar el espectáculo no dejándome marchar.

- De eso nada señorita. - Sasha se plantó delante de mi. - No pienses en escapar. Fran tuvo que besas a Leo hace un momento.

- No me lo recuerdes... - masculló el nombrado.

Le eche una mirada fúrica. ¿Qué clase de amiga era? Ella me respondió a la pregunta sonriendo de manera radiante, como si aquello se hubiera convertido en su entretenimiento de la noche. Mi sufrimiento quería decir. Casi podía leerle la mente. "Esto por dejar que Vincent se nos uniera." La seguí mirando con rabia una vez mas hasta que una idea cruzó por mi cabeza y di un paso hacia ella, decidida.

- Ah no. - elevó el brazo y me señaló. - Ahí dice que beses a alguien que no hayas besado nunca. Conmigo ya lo has hecho.

¿Acaso tenía el poder de leer la mente y no me había enterado? Maldición.

- ¿Os habéis besado? - pregunto Fran con asombro.

- Creo que voy a soñar con eso esta noche. - dijo entonces por lo bajo Leo.

Resoplé, aquello estaba comenzando a volverse estúpido, después de todo era solo un estúpido juego por el amor de dios. ¿Acaso pensaba hacer un drama si me negaba a seguir con ello?

- Esto es absurdo. - la voz grave de Jack hizo que lo mirara, se había movido en nuestra dirección. - Esta claro que no lo va a hacer, es demasiado para ella.

Abrí los ojos clavando mi vista en él. En cualquier otra situación lo hubiera ignorado y seguido con mi vida de no ser por varias cosas. Primero, el tono en el que lo dijo. Segundo, el nivel de alcohol en mi sangre era bastante alto en ese momento. Tercero, lo había dicho el mismo idiota que me había tirado la puerta abajo.

- ¿Demasiado? - me crucé de brazos. - ¿Qué quieres decir con eso?

Me miró de arriba abajo para luego señalarme con el dedo.

- ¿Acaso tengo que decirlo? Estás temblando como un conejo asustado.

- ¿Perdona?

Adelante un paso hacia él, esta vez notando como la ira se iba formando dentro de mi y comenzaba a nublar mis sentidos. Eso combinado con los grados de alcohol que llevaba encima no era una combinación muy recomendable.

- Ni siquiera sabes de lo que soy capaz o no. - declaré con voz dura.

El dio otro paso hacia mi.

- Oh si que lo se. - sonrió de manera sarcástica. - eres capaz de decirle a una pobre chica que el chico con el que está es un mafioso.

Traté de que mi cara no expresara mi sorpresa porque lo supiera, simplemente traté de disimular que aquello me había sorprendido.

- ¿Qué cómo lo se? Me llamó días después para decirme que lo de la chica buena y el mafioso solo funcionaba en la historias de Wattpad, y ni siquiera se a que diablos se refería con eso último.

- Nunca dije mafioso. - mascullé.

Alzó las cejas.

- Lo se, no te hizo falta.

Intercambiamos miradas de odio durante un buen rato, la tensión crecía y podía cortarse perfectamente con un cuchillo. No se si estaba más enfadada por lo que había dicho o por su actitud arrogante. Supongo que por las dos, ya que las ganas de tirarle el barril de cerveza a la cabeza crecía por momentos. ¿A qué venía todo aquello? Podría haberse quedado en su esquina dedicándose a echarnos malas miradas y ya está.

- ¿Vas a besar a alguien o no?

- No va a besar a nadie. -declaró Jack.

Dijo aquello como si fuera un hecho, o incluso una orden, como si el pudiera decidir lo que podía hacer o no. Inspiré hondo notando como algo dentro de mi estaba a punto de explotar.

- Ni siquiera es capaz. - terminó diciendo mirando hacia otro lado.

Y ya esta, eso bastó. Esas palabras acabaron siendo la gota que derramó el vaso, volcando toda la ira y la rabia que recorrían mi cuerpo en ese instante haciendo que palabras que jamás hubiera dicho salvo en aquel momento nublada por la ira y el alcohol, salieran de mis labios.

- Al contrario que otros, yo si me atrevo a besar a alguien cuando se nota que estoy deseando hacerlo. - mascullé lo suficientemente alto para que me oyera.

Entrecerró los ojos para luego abrirlos con algo de sorpresa, como si viera algún trasfondo en mis palabras.

Era idiota, más claro no se lo iba a decir.

Si iba a responder, nunca lo supe, lo siguiente que se es que nublada por mi ira me giré, fui hacia Vincent y con un rápido movimiento y sin dejar margen de respuesta de su parte lo cogí del borde de la camisa e hice que descienda su rostro hasta que sus labios toparan con los míos.

Lo besé. Lo besé delante de todos.

Incluido ese estúpido loco derriba puertas engreído.

Oí entonces la voz de Fran a lo lejos.

- Mierda, eso no me lo esperaba.

.

.

La tormenta continuara.

Nota:

Hola, soy Sasha, estoy aquí para despedir el capítulo ya que nuestra autora ha huido a algún país lejano por miedo a que le derribaran la puerta y la asesinaran mientras dormía o algo asi. Dice que menos mal que no sabeis donde vive.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.