El bar está abarrotado de gente, apenas puedo caminar y el bullicio no me deja escuchar siquiera mis propios pensamientos eso combinado con el aire viciado con humo de cigarro eran todo un caos; ¿Quién diría que un bar tipo cantina en las tardes se convertía en un auténtico club nocturno apenas daban las ocho de la noche? Sanders de veras era un genio. Mi nombre es Aquiles Mora, vivo en Sevilla desde hace unos cuantos años, España es un país genial, lástima que esté colapsada por la crisis económica, crisis que inicio gracias a nosotros... Los Devoradores de Emociones.
¿Qué es un devorador de emociones? Es fácil. Nos conocen como "Reaver’s" (cegadores) termino que usaron los estadounidenses en contra de nosotros, somos personas comunes con una pequeña "cualidad" somos capaces de absorber las emociones de los demás. Casi como vampiros, solo que nos damos cuenta de lo que somos solo cuando cumplimos la mayoría de edad, y tenemos más estilo, menos sangre y mucho más éxtasis, es algo que a la mayoría le gusta, cada reaver tiene su emoción predilecta, se vuelve adicto a ella. Si eres inteligente utilizas tu "don" para tu propio beneficio. Cosa que hicimos Sanders y yo, como compañeros y unos pocos que jamás he visto.
Varios de nosotros nos hicimos famosos en el bajo mundo, contrataban nuestros servicios para absorber la emoción de cierto enemigo que les moleste, y ¿por qué no? ganamos mucho dinero gracias a esto, lo que provoquen nuestras victimas por nuestro trabajo no es nuestro problema.
Hace poco llego un cliente al bar, un hombre de piel como el ébano de alta estatura pero con un acento que reconocí casi de inmediato, era venezolano al igual que yo. Sanders me dijo que lo atendiera así que lo lleve a la Sala VIP del Club que en estos momentos está vacía, acabábamos de abrir hace un par de semanas.
Jamás me imagine que este cliente tenía un objetivo demasiado peculiar... alguien que no había visto en mucho tiempo.
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Cinco años estudiando Danza y ahorrando gracias a mi trabajo tengo mi propia escuela de, eso sin mencionar los patrocinadores que tengo gracias a mi talento. Hoy tengo una presentación en el teatro Teresa Carreño, cuando salí del estacionamiento con mi auto me di cuenta de que alguien encendió el suyo apenas mi auto paso por un lado, tal vez sean los mismos tipo que vi la otra noche fumando frente a mi edificio cuando llegaba de dar clases, apenas abrí la puerta principal ellos subieron a su auto negro con vidrios polarizados y desaparecieron en la oscuridad de esa noche, y ahora estaban ahí, siguiéndome.
De momento sé que no quieren hacer otra cosa más que observarme, puedo sentir sus miradas, al parecer les gusta ver pero no hace nada más hasta que de verdad me sienta en peligro. Ya en el teatro la gente está muy ansiosa por verme, mis compañeros están nerviosos y apenas entro los reprendo, diciéndoles que el baile de esta noche saldrá bien, dándoles ánimo, cambiando sus caras, hace falta para que nuestras emociones se sincronicen y todo salda a la perfección, se abre el telón, y ya todos estamos en posición.
Mi nombre es Ivana Acosta, tengo esta curiosa "habilidad" desde que tengo memoria, puedo sentir las emociones de los demás y cambiarlas si tengo la oportunidad, soy empática. Poca gente sabe que tengo este "don" y el único al que le importo desapareció hace mucho tiempo pero eso ya es pasado. Ahora, a trabajar, nadie va a arruinar mi sueño, ni siquiera esos dos sujetos de traje negro que me ven sentados desde las butacas del centro en el teatro, los mismos hombres que me están siguiendo.