No podía ver nada, solo escuchaba susurros cerca de mi oído, alguien me llama con una voz muy suave y pausada, mi cuerpo se sentía pesado, estaba cansado pero la voz era insistente y llamó mi atención, abrí los ojos y aun permanecía en la oscuridad, sabía que estaba dentro de la jaula, podía adivinar su silueta entre las sombras y las luces que entraban por los pequeños ventanales del hangar. No tenía la certeza de cuánto tiempo había dormido pero me sentía más ligero, apreté mis manos un par de veces y note cierta diferencia, frote mi rostro y me senté en la cama, no podía más que escuchar aquel susurro que me llamaba, me levanté e intenté adivinar de donde venía aquel susurro, no era mucho lo que podía hacer dentro de la jaula, pero justo en el marco de la cama que estaba soldada al suelo había un interruptor que encendía la lámpara que tenía en la parte más alta de la jaula, no sirvió de mucho, ahora podía ver con claridad lo que había dentro de la jaula, pero afuera… todo estaba sumido en las sombras.
Sus manos se apoyaron en la jaula rodeando los barrotes con sus dedos, me miró sonriente al otro lado de la jaula, Ivanna me miraba de arriba abajo, Parecía alarmada, giró rápidamente la cabeza hacia atrás y volvió a mirarme.
En ese momento se escuchó claramente una explosión fuera del hangar, algo grave estaba pasando.
Luego de un par de minutos Ivanna logró abrir la jaula, caminé hacia la habitación, encontrándome a Ivanna saliendo de ella. Trotó hasta mí y me abrazó por el cuello con demasiado entusiasmo, me pareció extraño.
Se separó de mí un instante y me tomó con ambas manos de las mejillas, mirándome a los ojos, no estaba actuando como siempre, algo pasaba pero no podía saber qué. Algo llamó mi atención, allá donde estaba la puerta del cuarto de control se asomaba una mano en el suelo.
Y mis palabras fueron calladas por un beso que recibí de improvisto, con los ojos abiertos de par en par solo pida sentir los labios de Ivanna pegados a los míos, fue suave, apurado al principio la sensación se apoderó de mi cuerpo, cerré mis ojos y la tomé de la cintura, sentí el deseo aumentar en mi cuerpo e Ivanna abrió la boca al tiempo que su lengua y la mía comenzaban a explorarse, era explosivo, una sensación de lujuria que… ¿qué?
Un dolor agudo laceraba mi abdomen, abrí los ojos y los de Luisa me dieron la bienvenida, ya era demasiado tarde para hacer algo. Cuando miré hacia abajo encontré el cuchillo justo bajo mi costillar derecho, la mano de Luisa sostenía firmemente el mango de color negro con su uñas pintadas de rojo, soltó el cuchillo suavemente y lo dejó ahí donde lo enterró. Me empujó hacia atrás y yo di dos pasos por la inercia antes de dejarme caer en el suelo, mi cuerpo se había vuelto pesado, por más que intentaba levantarme de nuevo mi cuerpo no reaccionaba.
Lo único que pude hacer fue sonreír, intentando no reírme por el dolor que sentía en el abdomen. Ira sentía tal vez, pero mi cuerpo era incapaz de expresarla, intentaba levantar la mano para llevarla a mi abdomen pero mis músculos no respondían.
- La viste a ella - Respondió