¡ Devuélvanse a la niña !

Capítulo 6

Capítulo 6

Ángela se quedó en silencio por un instante, sorprendida por la pregunta.

—¿Hi… hija? —preguntó la mujer—. Dijiste que no tenías hijos.

—¡Es un malentendido! Por supuesto que no es mi hija. ¡La niña se ha inventado tonterías y ahora anda convencida de que soy su padre! —cortó Sergio, sin ganas de dar explicaciones.

Orisia, mientras tanto, frunció el ceño:

—¡No me inventé nada! ¡Tú eres mi papá! ¿Y a usted qué le importa? ¿Quién es usted? —preguntó la niña—. ¡No me gusta, papá!

Sergio se puso rojo de furia, a punto de gritarle, pero Ángela se le adelantó.

—Escucha, pequeña —siseó fríamente, inclinándose hacia la niña—, ¿tienes idea de dónde estás? ¡Aquí no se trata de gustar o no gustar! ¡Aquí todos trabajan! ¡Y los niños deben estar en una guardería! ¿O dónde van? ¡En un jardín de infancia! ¡Voy a llamar... e-e-e... a la policía, y te llevarán al jardín! ¿Entendido?

—Claro que entendí —asintió tranquilamente la niña, sin mostrar el menor miedo a la amenaza—. Estoy en una oficina. Aquí trabaja mi papá. ¡Vinimos a una reunión! ¡Yo también voy a ser jefa! E-e-e… ¡jefa como papá! Y en el jardín hay reformas.

Sergio sintió que estaba a punto de explotar. Lo único que le faltaba era una pelea entre Ángela y la niña. Ya veía cómo su amante enrojecía y estaba a punto de gritarle también a Orisia.

Gracias al cielo, en el pasillo apareció Valentyna Petrivna, su secretaria inalterable y siempre serena.

—Sergiy Vasylovych, buenos días. Tenemos un problema —dijo ella con voz seria y un poco nerviosa, acercándose y clavando la mirada en Orisia—. La sala de descanso está cerrada con llave… Y no conseguimos encontrarla. Nadie puede abrir la puerta y no nos atrevimos a forzarla sin su permiso —explicó la mujer.

Sergio frunció el ceño. Miró a la niña, que en ese momento examinaba a la secretaria con interés. Pero permanecía en silencio. ¡Gracias a Dios!

—¿Puedo dejarla con usted mientras dure la reunión? —preguntó Sergio a la secretaria.

—Probablemente no —negó con la cabeza Valentyna Petrivna—. ¿Y la preparación para la reunión? Estoy dirigiendo un meet* en línea con los empleados de las filiales. No puedo faltar a la sesión.

—Está bien —suspiró Sergio—. Orisia vendrá conmigo. Pero prométeme que te portarás bien, estarás callada todo el tiempo y te sentarás tranquila en una esquinita, ¿sí? —le habló a la niña.

—¡Uuuhhh sííííí! —gritó ella, como si fuera a un carnaval y no a una sala de conferencias para una reunión importante—. ¡Lo prometo! ¡Lo prometo! ¡Voy a dibujar calladita-calladita!

Ángela negó con la cabeza, apenas ocultando su indignación.

—¿Una niña en la reunión? —frunció el ceño, intentando no alzar la voz.

—¡No soy una niña! —saltó Orisia—. ¡Soy una persona! ¿Y usted es la señora Agatha Trunchbull**? —preguntó de repente, mirando a la secretaria Valentyna Petrivna…

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*Meet — (del inglés “meet”, reunión). Encuentro o videollamada en la aplicación Google Meet, pensada principalmente para uso empresarial y de oficina, donde los colegas pueden comunicarse por video y texto.

**Agatha Trunchbull — la temida directora del colegio, señora Agatha Trunchbull, que atormenta a los alumnos con castigos crueles. Personaje del libro Matilda de Roald Dahl, una de las obras infantiles más famosas del mundo.




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