Mi reflejo en el espejo de cuerpo completo de mi habitación me devuelve la mirada. Hoy es el día en que Scarlet sale a la venta, y debo vestirme para la ocasión.
El vestido negro con hombros descubiertos se amolda a mi cuerpo. Aunque odio la ropa ajustada, este vestido me favorece. Lo que no sé es cómo peinarme; mi pelo hoy es un lío.
Mi teléfono comienza a sonar, y la melodía que puse para Cali llena la habitación.
— ¡Ya te extraño! —grita en mi oído, así que opto por ponerla en altavoz mientras sigo preparándome.
— Cuando tenga tiempo libre, voy a recogerte en la universidad —saludo de vuelta. Ella suelta una risa emocionada.
— Espero que sea pronto, hay tantas cosas que contarte. —Se escucha ruido de fondo; suponiendo la hora, debe estar calentando la cena.
Se me pasa por la cabeza invitarla hoy, pero por su seguridad es mejor que se quede en casa o en cualquier otro lugar.
— Tengo una cena de trabajo. Tienes que ayudarme con mi cabello y maquillaje —digo, aún parada frente al espejo sin saber qué hacer conmigo misma.
— Mi momento ha llegado —anuncia antes de cortar la llamada. Apenas unos segundos después, suena una videollamada entrante.
Su sonrisa llena mi pantalla, y sé que la mía es igual. Su cabello negro está recogido en un moño desordenado sobre su cabeza. Noto ojeras bajo sus ojos; seguramente no ha dormido bien con todo el estrés de la universidad.
— Hey, tú —mi voz suena emocionada. Pasaron días desde la última vez que nos vimos. Aunque solemos chatear para saber cómo está la otra, siempre es extraño estar tanto tiempo sin vernos.
— Hey, tú. Muéstrame qué tienes puesto, mi querida Devyn.
Me alejo y acomodo el teléfono sobre la cama para que pueda verme de cuerpo completo. Me siento totalmente idiota haciendo esto, pero igual doy una vuelta para que vea bien el vestido. Aunque, bueno, eso es todo lo que tengo puesto.
— ¡Me encanta! Te queda hermoso, Devyn. Deberías usar ese vestido más seguido —grita, emocionada.
El tiempo pasa mientras mi mejor amiga me ayuda a prepararme para esta noche. Hasta me obliga a servirme una copa de vino para no beber sola.
Veo por última vez mi reflejo en el espejo y me gusta lo que veo. El vestido negro con hombros descubiertos le da un toque sexy, dejando a la vista mis tatuajes en las clavículas. Unas botas de caña alta que llegan hasta mis rodillas y un pequeño recogido en mi pelo hacen que todo esté en sintonía.
El timbre de mi departamento suena. Sé que llegó la hora de irme a trabajar. Ryan iba a recogerme y ya está aquí.
Tomo mi abrigo y mi teléfono. Dentro de mi bota, mis armas siguen escondidas. Hasta ahora, todo va bien.
— Wow —Ryan abre la puerta de la camioneta para mí. Tiene una sonrisa boba en la cara, pero sé que en cuanto entre al vehículo a su lado, va a soltar algún comentario más. — Estás hermosa hoy, mi gran amiga.
— Gracias, tú tampoco estás mal, amigo —respondo, y es verdad. Su pelo rojo está bien peinado, lleva una camisa negra y un pantalón de mezclilla gris, casi negro.
— Sabes que Carlos te querrá tener toda la noche a su lado, ¿verdad?
Y mi amigo tiene razón. Si alguien me mira más de tres segundos esta noche, Carlos va a conseguir una bolsa o simplemente su campera para taparme. Siempre se comportó de esa manera conmigo. No me molesta, pero hoy me siento cómoda conmigo misma como para aguantar esas gilipolleces.
— Veremos si me toca con él hoy. Creí que íbamos a estar cada uno por su lado para no llamar la atención —respondo. Igor habló conmigo hoy, dijo algo sobre que las rondas debían ser individuales. Al menos nosotros tres.
Una vez que llegamos Ryan estaciona la camioneta al lado de Carlos que es igual que la nuestra, cosas de Igor. Mi amigo baja primero y viene hacia mí para ayudarme a bajar, acomodo un poco mi vestido y el hace lo mismo con su ropa.
— ¿Lista? Y de verdad te ves bien, Devyn. —su tono es amigable y se rasca la cabeza algo incómodo, golpeo su brazo antes de entrelazarlos juntos.
— Bien comienza a caminar sino llegaremos tarde y no pretendo que Carlos esté detrás de mi culo esta noche.
— ¿Solo Carlos o alguien más? —su acusación me pone un poco nerviosa, pero decido no contestarle.
Cuando llegamos a la entrada principal Ryan nos lleva por la fila en la izquierda, para las personas que tienen invitación, hay tanta gente que los diferentes olores ya se sienten al aire libre, es una noche un poco fría, pero nada que impida tener una buena noche, aunque sea para ellos.
Una menuda mujer pide mi identificación. Le muestro la que nuestro jefe nos proporciona, aunque pensé que Aaron se encargaría de esta parte y ni siquiera tendría que mostrar una ID falsa como si fuera menor de edad.
Ryan entra antes que yo, pero me espera a un costado de la puerta, la música techno retumba en mis oídos, y siento cada vibración en el pecho. El lugar ya está repleto, con razón afuera hay tanta fila, hoy es un día especial y la promoción fue algo eufórica para la gente.
— ¿Por dónde empezamos? —mi amigo mira todo el lugar al igual que yo, su modo trabajo se siente bajo su piel, su espalda recta alerta y mirando todo con disimulo.
— Creo que lo mejor sería buscar a Carlos para reportar que ya llegamos antes de que salga a buscarnos el mismo.
Ryan se ríe y asiente con la cabeza, coloca una mano en mi espalda y comienza a caminar evitando que la gente me roce de más, sabe que odio este tipo de lugares.
— Igual, amiga mi intuición me dice que vamos a toparnos con otra persona antes que Carlos. —él grita por sobre la música en mi oído.
Se que es una posibilidad encontrarnos con Aaron y que vuelva a actuar como un idiota frente a mis amigos o que me insista para tener una cita. La otra noche estuvo bien, mas que bien pero no creo que pueda no ser un completo idiota frente a Carlos ya que su temperamento es algo corto.
Editado: 31.03.2025