Dhampir

mansion drago

Lia llego a la enorme mansión, podría decirse que toda la mansión a varca un pequeño pueblo, los drago además de ser de sangre pura, son buenos en los negocios, tanto en los legales como en los que no lo son.

 

Al llegar no entra por la entrada principal, después de todo solo lo utilizan los dragó y cuando se hacen fiestas.

 

Hay cuatro en todo el lugar norte, sur, oriente, occidente, todas mantienen bien custodiadas, ella entro por la puerta del oriente.

 

Era una muy hermosa entrada, además de que era bañada en oro puro.

 

- buenos días tom.

 

- buenos días niña, lia como te fue en la academia.

 

Tom era un guardia bastante robusto, pero sin barba.

 

- me fue bien gracias, ¿ha salido mi abuela?

 

- la anciana no ha salido.

 

Los ojos rojos de tom brillaron mientras hablaba, la familia de tom era bien conocida en la mansión ya que tanto el, como su esposa e hijo eran buenos conversadores.

 

- entiendo gracias iré a visitarla.

 

Su abuela se había retirado ya hace dos años, aun no la había echado de la mansión ya que lia ahora trabajaba en su lugar, las que ya estaban por retirarse y no tenían un apoyo se les pagaba y tenían que salir de la mansión, en una semana.

 

el mundo era cruel, además una simple chica como ella, que podía hacer.

 

camino quince minutos antes de llegar a los condominios donde se quedaban los sirvientes.

 

todo era casas de un solo piso, de color azul claro, quienes estaban a esa hora de la tarde, eran solo las ancianas retiradas, que su familia podía trabajar en lugar de ellas.

 

- buenos días lia

 

- buenos días, señora leo.

 

Era una anciana de piel blanca y le encantaba leer mucho, lia solía charlar mucho con ella.

 

- lia has vuelto, ¿cómo estás?

 

- muy bien señora grey

 

Era otra anciana de piel blanca muy amiga de leo.

 

 

en el lugar todos se conocían, aunque no todos se llevaban bien como la señora Lenny, mujer en sus 50 muy malhumorada.

 

- tks que tiene de bueno, deberías estar trabajando en lugar de ir a una academia, solo para vampiros, hasta el mismo nombre lo dice es un desperdicio de tiempo.

 

- buenos días a usted también señora Lenny.

 

 ella camino hasta una de las ultimas casas mientras se alejaban las quejas de la mujer, la casa tenía una pequeña cerca, en el jardín se podía ver a una anciana de piel un poco oscura y ojos rojos en una mecedora.

 

- abuela he vuelto

 

la anciana cerro los ojos su rostro pálido estaba sin expresión, lia se acercó por detrás y la abrazo.

 

- abuela porque no me miras.

 

- te he visto crecer, se cómo eres para que quieras que te vea

 

lia se alejó, fingiendo enojo y pregunto

 

- abuela ya comiste

 

- ya comí

 

- ok comeré rápido e iré a trabajar.

 

- recuerda no causar problemas.

 

- ¿cuándo lo he hecho?

 

dijo mientras entraba en la casa con una sonrisa, había tres habitaciones y el baño, además de la pequeña sala.

 

después de cambiarse el uniforme de la academia se puso el traje de sirvienta personal, este  era diferente a los otros trajes, el de las sirvientas comunes era un vestido blanco con lasos azules al rededor, el de las sirvientes personales, era un traje de mayordomía, consistía en pantalón, corbata camisa y gemelos, era igual para hombres y mujeres.

 

lia termino de vestirse, tomo de nuevo el bolso de lían y salió de su habitación, tomo el sándwich que su abuela le había preparado y salió corriendo de la casa.

 

- abuela adiós

 

- cuídate

 

salió del condominio donde estaban los empleados, después de unos segundos llego a la puerta de la mansión, arreglo su traje y entro.

 

el ambiente en el lugar era frio y silencioso, sus pasos resonaron en el pasillo, nadie saludo al pasar por donde estaba ella, era una regla solo ocúpate del trabajo no hables amenos de que sea necesario.

 

llego a la habitación de lían al entrar el fuerte olor a sangre la hizo fruncir el ceño.

 

- quien diría que se ve tan guapo y su habitación es un desastre.

 

primero recogió todos los frascos llenos de sangre, aun había varios llenos por lo que tuvo que arreglarlos en el estante, cada uno en su lugar correspondiente.

 

después cambiar las sábanas, barrer, evaporar el olor, trapear, organizar la ropa desordenada, perfumar.

 

cuando termino miro su obra de arte con satisfacción.

 

- hora de ir con el primer maestro.

 

salió de la habitación y se dirigió al pasillo siguiente.

 

- maestro estoy entrando.

 

abrió la puerta, entro rápidamente y la cerro de nuevo, todo sucedió en un minuto.

 

la habitación estaba iluminada muy levemente, miro al rededor había una figura en la cama, el dosel de color negro no dejo que se viera la persona.

 

 

ella empezó a arreglar todo, a comparación de la otra esta no estaba tan desorganizada, cuando termino, se preparó para salir, una voz helada la detuvo.

 

- ¿dónde está lían?

 

ella respondió educada mente.

 

- el segundo maestro no me dijo donde iría.

 

. por qué no fuiste con el

 

ella quería poner los ojos en blanco

 

- antes de que pudiera seguirlo me ordeno arreglar bien su habitación, no podía dejar esto de nuevo a otra criada, ya sabe cómo se pone cuando alguien más toca sus cosas.




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