Diagnóstico Final: Mila

Capítulo dos

Era verano

Iván me convenció de ir a la fiesta que organizan los populares del colegio por el fin del año, tenía que disfrutar de mi juventud decía.

La fiesta la hacían detrás de la escuela, llevaban sus autos, alcohol, incluso drogas.

Yo caminaba hacia Iván que está con su novia Aitana y una chica más que no reconocí. Toqué el hombro de mi mejor amigo, noto mi presencia y nos saludamos, Aitana también me notó y me saludó, la chica no la conocía, pero me sonrió tímida.

Me gusto esa sonrisa

—Amigo, que bueno que viniste —palmeó mi espalda Iván.

—Sabía que si no venía me molestaras durante todo el último año.

—Pero bueno, déjame te presento a Mila, ella se acaba de mudar y estará con nosotros en el grupo.

—Hola —murmuró.

Solo eso bastó para que me cautivará, me acerqué a ella y apreté su mano en un saludo, su mano era tibia, su aroma se me grabó en la mente, era dulce.

—Hola —igual murmuré.

—Creo que ya tenemos a la nueva parejita —comentó burlesca Aitana, Iván la tenía abrazada por los hombros, inevitablemente me sonroje y me alejé de Mila.

Iván me llevo para que bebiera algo, prácticamente era ilegal lo que estábamos haciendo ya que acabamos de terminar el segundo año de bachillerato, éramos menores de edad para beber, había chicos de dieciséis, diecisiete, incluso quince años bebiendo.

Me aliviane en la fiesta, los cuatro empezamos a beber, al rededor de las dos de la mañana, Iván y Aitana se desaparecieron, de seguro a tener sexo en el auto de él, solo nos quedamos Mila y yo, ella agarro confianza después de quinto trago y yo también, me liberé de las tensiones y ambos nos reíamos de un chiste malisimo que conté, nos carcajeabamos de todo lo que se nos atravesaba.

Mila intentó hacer una acrobacia, pero fracasó, la tomé para que no cayera, nuestros rostros quedaron muy juntos, la besé, para mi buena suerte me correspondió.

El alcohol me borró la memoria, solo tengo flashback de esa noche, de cómo nos perdimos en la maleza, quito mi playera, yo la de ella, nos despojamos de la ropa, besé cada parte de su piel. trate de memorizarme cada caricia que ella me dio, cada beso me lo quería tatuar para nunca olvidarlo y después...

No lo recuerdo.

Pero estoy seguro que sucedió, ella y yo nos acostamos, solo que el alcohol borró esos recuerdo.

Ahora que recibo esta nota me hace pensar que es ella, que no me olvidó y que ahora me encontró.

¿Pensará que estoy loco?

Guardo la nota y salgo de nuevo de mi habitación, si dejo esta nota significa que aún está aquí.

Camino con prisa al patio, observo a las personas, encuentro un cabello muy parecido al que yo recuerdo, está sola, mirando los árboles del psiquiátrico, me acerco más y su olor me inunda.

—¿Mila?

La chica voltea.




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