Diálogos inconclusos. Inari Masga.

7. Pavoreal.

Durante un largo trayecto, el Rey cargó en sus brazos a la princesa que dormía plácidamente, por momentos se revolvía entre quejidos y suspiros, tenía sueños y discusiones.

El pavoreal sacudía y acomodaba su colorido plumaje alardeando de su elegancia, la princesa comenzó a cuestionarse la existencia del ave en aquel pintoresco grupo de seres - ¿Cuál es la razón o el motivo por el cual están juntos un pavoreal, un panda, una pantera, el ángel y el dragón? - cuestionó abiertamente al ave, éste se quedó quieto, mirándola directo, analizando - ¿tienes algún problema con ello? - interrogó con los ojos analizantes - no, sólo es sospechoso el que diversos seres sin características semejantes estén en mutua compañía - suspiró indiferente la princesa, intentando mostrar ligereza a su sospecha - es refutable tu cuestionamiento, sospechas de nosotros pero a la vez deseas no saberlo - indagó el ave con elocuencia, la muchacha se encogió de hombros - ten cuidado con lo que dices y en cómo lo dices, ten en cuenta que soy un ave real - amenazó indignado - ¡Eso es! Me ha dado la pieza que les conecta - gritó con perspicacia, el pavoreal la miró confuso - el ángel representa lo santo y bueno, el dragón a lo mitológico y a la magia, el panda a la ternura y glotonería, la pantera a lo destructivo y a la fiereza, y tú, pavoreal, a la elegancia y el orgullo, ¿o me equivoco? - sonrió victoriosa, el ave no respondió, sacudió su plumaje, consternado.

- No nos tome a la ligereza, podemos ser más de lo que piensa, princesa - puntualizó el pavoreal, enfatizando su título, ahí se percató de que el ave se encontraba en el límite de la paciencia - ¿a caso he dicho lo que pienso? Tan sólo he dado una observación, ¿a caso usted se ha ofendido? Si de títulos quiere hablar, usted tan sólo es un ave con plumaje hermoso, su elegancia es lo que le nombra "ave real", más sus venas no corre sangre de la realeza, ¿o a caso me equivoco? - la princesa optó por una tangente que le llevó directo al orgullo del ave, logrando así que se enfadara - princesa, eviteme la pena de refutar su argumento, ¿quiere acaso pelear? ¿Dónde está su educación en tal caso? - reprimió un grito eufórico para mantener la decencia - ¿a caso a ignorado que soy guerrera? Crecí en un castillo, por su puesto, soy hija del Rey, después de todo, pero aprendí a moverme en la guerra, ¿no es así cómo las personas altaneras como usted aprenden a encontrar su sitio? Debajo de la realeza... REAL - enfatizó la última palabra, Imelda había dado en el clavo, su oponente se hallaba al borde de la impaciencia, tratando de no enfurecer su plumaje que llevaba por debajo, el armamento suficiente para pelear.

Pasaron algunos segundos en un silencio que entrecortaba la respiración levemente enfurecida del ave, finalmente suspiró Imelda - volvamos a la interrogativa principal, ¿Cuál es la razón o el motivo por el cual están juntos un pavoreal, un panda, una pantera, el ángel y el dragón? - insistió, el pavoreal sacudió su cuello volviendo a acomodar el pesado plumaje - de acuerdo, princesa, le narraré... pero, no se atreva a interrumpir, o ésta ave deja de cantar - añadió su amenaza de forma puntual, Imelda ahogó un resoplido de frutración ante la insistencia de nombrar su título.

- Cómo usted sabe, nos encontramos en un parque de diversiones, que a su vez, se halla en constante movimiento, el laberinto donde nos escondemos nosotros tiene la forma de un corazón que a medida que avanza las paredes se mueven de sitio, logrando que el invitado se pierda y termine en donde comenzó, una mala decisión o un mal movimiento hace que pierda todo el avance que habia logrado obtener... - explicó el ave con cierta actitud frustrada - ...generalmente, los invitados nos van conociendo uno a uno, en diversas situaciones, provocando así que se consterne y salga huyendo, eso, además, provoca la desesperación por salir y termina tomando malas movidas en sus pasos... ¿Comprende, princesa? - el pavoreal movia su taza de té mientras esperaba la respuesta de la doncella - ¿Usted quiere decir que ningún invitado a logrado llegar al corazón del laberinto porque ustedes los ahuyentan? - cuestionó anodada Imelda, el ave sonrió satisfecho - así es, princesa, nosotros somos los guardianes de ese corazón - distante la princesa en sus pensamientos, el ave saboreaba ese trago amargo de té que le sabía a victoria al callar a la princesa que se empeñaba en provocarle - Entonces, pavoreal, ¿Existe algún invitado que haya logrado llegar al centro del laberinto? - cuestionó Imelda tratando de mantener la compostura - si, ha logrado llegar un sólo invitado, no sin antes hablar con nosotros y descubrir el camino correcto - respondió con toque de desolación en su voz, la princesa se animó - ¡¿Quién?! - quiso saber de inmediato - su padre... - suspiró el ave, y la princesa resopló con ímpetu ante la frustración, perdió los modales y descompuso en un sólo movimiento la postura que tanto le costó mantener, recta y segura; por otro lado el ave se veía inmerso en sus pensamientos, esa arrogancia y orgullo que antes sostenía se había deshecho ante la afirmación de un invitado triunfante, parecía abatido, la princesa lo analizaba sin salir de su asombro y consternación, ¿por qué su padre había sido el único invitado que había logrado descubrir el modo de recorrer el laberinto de forma satisfactoria como para llegar al único lugar donde se ocultaba el corazón?

El plumaje del ave se encontraba inerte, desde que se hundió en su mente no las ha vuelto a acomodar, el plumaje constaba de tres colores que iban oscureciendo en dirección a la cola, las plumas pequeñas de la cabeza brillaban como un diamante, blancas con un degradado a un tono aperlado, luego cambiaba a un tono verde agua en degradado a verde esmeralda con destellos dorados, y finalmente, la cola era un degradado que pasaba del lila al vino con pequeños zafiros adornando el centro de cada una de las plumas mayores, realmente parecía la cola de una capa de un monarca, sin embargo, una de las plumas había perdido su joya y se encontraba desgarrado, Imelda comprendió que se la habían arrancado en lugar de retirarla.



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En el texto hay: experiencias de vida, aventura y fantasia

Editado: 30.03.2022

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