La noche de ayer había sido demasiado extraña. No puedo negar que no pude dormir pensando en la identidad secreta de Megan Gray. ¿Por qué no habría respondido el mensaje? ¿Ya sabía que era yo quien la estaba buscando? ¿Cómo lo sabía?
Compré un café cappuccino canela y me dirigí hacia el pasillo donde se encontraba mi casillero. Al abrirlo, no pude evitar notar la hoja azul que estaba pegada en el fondo. Me quedé intacta al mirar el dibujo: éramos yo y Joe acostados en mi cama y llamando a un teléfono.
Arranqué la cinta que la mantenía y comencé a leer el resto.
Lo estoy amando en secreto, y sé que está mal engañarme a mí misma, pero a veces siento que el sentimiento es mutuo.
Desgraciadamente, esto si lo escribí yo, pero no me refería a Denzel si no a Jayden Foster cuando comenzaba a gustarme. Esto es una porquería.
Arrugué la hoja, pero no sirvió de nada, porque las miradas de todos estaban señalándome, y sus burlas no ayudaban en nada.
¿Qué hice tan malo que todo el mundo quiere vengarse de mí?
Intenté ocultar las apariencias de que me sentía muy mal y que las lágrimas se me estaban resbalando de los ojos, pero varios chicos me tomaron fotos y las chicas malas estaban diciendo cosas cuando pasaba a su lado.
Me encerré en el sanitario, y después de aclarar mi mente salí a lavarme el rostro.
—Ya te dije, no quiero una maldita mierda de ti, ¡púdrete Kay! —entró una chica de cabello rubio con aspecto de metalera, llevaba ropa negra y los ojos remarcados en sombras negras que la hacían lucir escalofriante. Se quitó el suéter y abrió la llave para lavarse las manos y beber agua.
—Hay bebederos afuera —le informé amablemente, pero ella me miró con odio—. Lo siento. —seguí con lo mío, y después su celular volvió a sonar.
— ¿No te ha pasado que los hombres están torturándote a tu alrededor? —la miré, y sí, se dirigía hacia mí.
—Más bien siento que el mundo hace un complot contra mí. —respondí amargamente.
—Pues mi novio, que sale con otra chica, quiere seguir viéndome, pero mi ex me está volviendo loca. Me acosté con él ebria y ahora cree que quiero casarme con él. Y lo peor de todo es que el hermano de la amante de mi novio es un capullo y está ilusionado porque le quité su florecita.
—Eso es... —abrí la boca para decir algo, estaba realmente sorprendida. Y yo que creía que tenía demasiados problemas con hombres.
—Disculpa, es mi otro novio. ¿Hola, Joe? —puse los ojos en blanco, y luego ella salió del baño.
Salí después de ella, pero Anne se atravesó en mi camino.
—No me digas que ella es Megan —Anne dudó, y luego asintió—. Ella es muy intensa, es... ¡es lo contrario a Joe!
—Lo sé, lo sé... Pero créeme que cuando viene a la casa usa vestidos rosados y maquillaje discreto. Y de noche es otra.
—Debo alejarla de Joe, ella va a destruirlo. —le dije.
—Está contigo, Rebecca, no creo que Joe haga algo estúpido. Él te quiere, quiere algo serio contigo.
— ¡Ella lo llamó "su otro novio" Anne! —Me cubrí la cara con las manos—. Y después de que Joe se entere de que Denzel estuvo en mi cama anoche no querrá volver a hablarme. No quiero perder a Joe por un estúpido como Denzel Derricks.
—Quisiera ayudarte, Rebecca... Pero sabes que alguien como yo solo haría que nos humillaran a las dos... —Anne hizo una mueca de lástima.
—Tengo que decirle a Joe lo que sucedió con Denzel, me siento muy mal por todo esto...
—Mi hermano va a entenderlo si tienes una buena explicación, créeme. Y él también debe de tener una.
(...)
Después de clases había quedado con Anne para salir y tomar algo y planear lo que le iba a decir a Joe acerca de Denzel, pero cuando salí, encontré al maniático esperándome con la camioneta de su tío. Él vino hacia nosotras y saludó a Anne de beso, pero a mí solo me miró.
Así que ahora era Rebecca la extraña.
—Hola, Rebecca —dijo con seriedad. Mis brazos estaban tensos al igual que el resto de mi cuerpo.
— ¿Qué haces aquí? ¿No te habían expulsado, Derricks? —musité con burla.
—Sí. —bufó—. Pero vine a buscarte, Alessia me contó lo que pasó contigo, y aseguró que ella no tuvo nada que ver. Debes creerlo.
— ¿Y debo hacerlo? —Sonreí cínicamente—. Solo la estás defendiendo porque está contigo.
Denzel se acercó a mí, se veía demasiado atractivo con esa gorra roja, incluso diría que me gustaba mucho con gorra.
—Quiero llevarte a un lugar, ¿vas a ir conmigo o vas a hacer un escándalo, Rebecca? —alzó su estúpida ceja.
Miré a Anne.
—Ve. —dijo—. No le diré a mi hermano.
—Gracias, cielo. —Denzel cruzó su brazo por encima de mi hombro, lo empujé pero de todas formas me siguió y me abrió la puerta del copiloto.
La camioneta era una Ford Ranger color rojo.
Don't you de Simple Minds comenzó a sonar, y él comenzó a cantar la letra tal cual era.
—Wont't you come see about me? —comencé a reírme por su acento de niña al tararear, él me volteó a ver de reojo y me cubrí la sonrisa con la mano.
— ¿A dónde me llevas, Derricks?
—Si te lo dijera ya no sería una sorpresa.
—No me gustan las sorpresas, menos de las que vienen de ti, ¿sabes? Todo lo que viene de ti tiene una gran consecuencia... Y no, no me gustaría ser parte de eso, gracias.
—No seas tan dramática —Denzel estacionó la camioneta en la profundidad del bosque, salí de ella y lo esperé hasta que llegara a mi lado—. ¿Te gusta?
—Solo es un bosque, Derricks. He visto muchos bosques en mi vida. —me quejé, él tomó mi mano como si tuviéramos algo entre nosotros, algo significativo, no el tal "amigos con derechos" o más bien "enemigos con derechos". Qué carajos estás diciendo, Rebecca.