Diario de dos

Capítulo 18

 

Mientras Denzel me deslizaba el pantalón sus labios me acariciaban la piel. Su saliva me provocó cosquillas, y luego su lengua me lamió la carne de mi parte íntima. Sus manos estaban calientes como siempre, le acaricié el cabello y lo jalé mordiéndome el labio cuando pegó su boca por completo y comenzó a mover su cabeza presionando su lengua; metió su dedo dentro de mí y me jaló el clítoris con fuerza provocándome un gemido.

Shhh —volvió a mis labios—. Mami Eyre puede escucharte. —trajo su dedo a su boca y chupó el líquido.

No tienes que hacer eso... —mi voz se volvió débil cuando sus manos recorrieron mi cuerpo. Me estaba haciendo el amor en ese momento.

Eres mía, Rebecca —bajó a mis senos y me chupó las tetas, las encerró en su mano y luego pegó su pecho contra mis senos provocándome estremecimiento—. Eres mía, carajo.

Lo atraje contra mí envolviendo mis piernas alrededor de su cintura y después lo empujé debajo de mí, le quité los calzoncillos y me rocé la vulva con su miembro; lo sentí tan duro mientras me acariciaba con él. Me mordí el labio y le presioné la punta con mi dedo pulgar provocándole un gemido.

En ese momento, Denzel me apretó las caderas, me sostuvo y me levantó junto con él de la cama, y me llevó a la ducha mientras me besaba.

—Está algo cochino aquí —le murmuré.

—No creo que haya algo más cochino que tú y yo haciéndolo —entramos a la ducha, me bajé porque estaba a punto de caerme y Denzel abrió la llave. El agua caliente comenzó a caer sobre nuestros cuerpos desnudos, lo volví a abrazar y él me cargó pegándome a la pared para después introducirse dentro de mí.

Ahhh —soplé en su oído, jalé su cabello y me concentré en el cosquilleo que sentí cuando su miembro salía y entraba, se sentía tan resbaloso ahí abajo que me excitaba. Denzel comenzó a moverse con más fuerza, su cuerpo delgado se meneaba junto al mío, me abrió las piernas aún más, me sujeté de su cuello mientras me movía abajo y arriba y me hacía gritar una y otra vez.

Me bajó y me empujó contra su cuerpo para introducir uno de sus dedos dentro de mi trasero, gemí en su boca mientras su dedo se movía una y otra vez entre mis nalgas.

Eres una niña muy mala —lo escuché decir, le mordí el labio y luego me dio la vuelta pegándome contra la pared y me rozó la espalda con su pene—. Mi hermosa Rebecca.

Me metió su miembro en mi parte íntima mientras sus manos me abrían más, hizo un gemido tras gemido y luego me nalgueó. Sí que lo estaba disfrutando.

Me dio la vuelta y me abrió la boca para besarme con la lengua e introducírmela de pie.

Cásate conmigo, Rebecca —abrí los ojos y la boca, pero en ese momento su liquido blanco se deslizó por mi pierna y me abrazó aún con su miembro dentro de mí.

(...)

Después de que me di una ducha y me puse algo limpio fui al resto de mi habitación. Denzel estaba esperándome sentado en la cama, tenía los ojos rojos y llevaba puesta la gorra roja.

—Te ves hermosa —sus cejas estaban fruncidas y su voz se escuchó ronca, pero parecía decirlo de todo corazón. Se puso de pie y me rebasó de estatura, no pude soportarlo y me hundí en sus brazos sujetando su rostro para besarlo.

— ¿Qué estamos sintiendo, Denzel Derricks? —quise saber mientras sus ojos se abrían lentamente. Nuestra respiración se estaba cortando.

Me estoy enamorando de ti, Rebecca Eyre —murmulló y depositó un beso en la comisura de mis labios—. Estoy jodidamente enamorado de ti. De tus caderas, de tus senos... —me acarició la piel del cuello—. De tus besos, tus regaños, de la manera en la que mueves tus labios cuando me gritas... También de la manera en la que mueves ese culo.

Sentí un cosquilleo en mi parte íntima, Derricks bajó su mano y me apretó una nalga con fuerza.

—Tengo que decirte algo, Denzel. —bajé la mirada.

— ¿Qué sucede? ¿Hice algo malo? —me senté en la cama. Joder, no era el momento perfecto para decirle lo de Reed.

Pero si le decía a Denzel podría ocasionar que hiciera algo contra su primo y su tío no lo perdonara, ¿qué tal si lo corría de la casa? Ya había dejado la universidad por mí...

—Te quiero —dije finalmente. ¡Eres increíble, Rebecca!

Denzel se inclinó para besarme, introdujo su mano entre mi cabello y me besó la boca con pasión, me tiró a la cama y comenzó a besarme el cuello.

— ¿Qué haces?

— ¿Qué parece que hago? Tengo ganas de hacértelo de nuevo, Rebecca.

— ¿Qué está pasando aquí? —ambos nos levantamos de golpe al escuchar la voz de mi madre. ¡¿En qué momento abrió la puerta?!

—Lo lamento, señora Eyre —Denzel estaba apenado. Pobrecito, no tenía idea de qué hacer.

Me aclaré la garganta mientras mi madre arqueaba una ceja y se cruzaba de brazos enfurecida.

— ¿De qué habíamos hablado, Rebecca? —presionó mi madre.

—Denzel es mi novio, mamá. —Le tomé la mano con fuerza—. Y sí, volverá a la universidad y al periódico escolar.

—Rebecca... ¿Cómo piensas hacer eso? —suspiró mi madre cansadamente.

—Esperaba que tú hablaras con el director Smith y le aclararas la situación. —vi a Derricks sonreír de reojo.

Este maniático me estaba sacando de quicio, pero era demasiado guapo para ser real.

—Hay Rebecca... Ya haces lo que quieres. ¿Ya sabe Tyler de esto? —se rindió finalmente.

—No. —Esta vez habló Denzel—. Se lo diré esta noche.

—Bien, bien... —mi madre se mordió el labio inferior—. Pero no quiero que estén solos, por favor.

Uff, madre, eso no nos detiene.

—Claro, mami.

(...)

— ¡¿Estás bromeando?! —Anne dejó de tomar su bebida cuando escuchó lo que le dije. Nos encontrábamos en los comedores cuando lo vi pasar con una botella de agua y se dirigía hacia el área de comidas para elegir algo—. ¡¿Tú y Denzel son novios?!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.