Diario de dos

Capítulo 25

  Al día siguiente todo parecía volver a la normalidad. Desperté con los ojos adoloridos como casi siempre y me recargué sobre el respaldo de la cama. La cena de anoche había sido un total fracaso, aun no podía entender por qué mi hermana estaba a punto de casarse con un maldito manipulador y sucio sujeto.

     —Buenos días. —la puerta se abrió de improviso y vi entrar a Denzel. Él llevaba puesta una gorra verde y una chaqueta negra. ¿Ya dije que se veía demasiado guapo con gorra y chaqueta? Pues si no lo hice, lo es.

     —Buenos días. ¿Qué pasa? —Se acomodó a un lado de mi cama—. Me acabo de levantar, y te aseguro que la boca me huele a ajo como me habías dicho. —me cubrí avergonzada.

     —No importa si hueles a ajo o alguna especie de veneno letal, Rebecca Eyre —dijo—. Y ni siquiera importa si hay veneno en tus labios. —alzó la mano y me descubrió—. Lo único que importa en este momento es que me digas si en verdad quieres estar conmigo o estás… intentando algo con ese imbécil.

     —Estoy segura de que sabes lo que quiero, Denzel. —me incliné para abrir el cajón de la mesita de al lado y sacar su diario—. Reed me amenazó para decirte eso ayer. En realidad… no sé qué es lo quiero hacer. Quiero estar contigo, sí, pero no estoy segura de querer…

     —Está bien. —Tomó su diario—. Solo pensé que podía convencerte esta vez. Creí que esta historia había terminado, pero mi primo es un verdadero idiota.

     —Y lo es —afirmé—. Quiero hacer muchas cosas contigo, Derricks, pero no estoy segura de querer hacerlo ahora cuando todo mi mundo se ha caído. No puedo pensar ni siquiera en…

     Colocó su mano en mi pierna desnuda.

     —Nunca te lo he dicho, al contrario, te lo he negado desde que te conocí. Pero me importas más que cualquier persona, ni siquiera me importo yo mismo si no estoy contigo. Si no te persigo ni te beso. Ni siquiera puedo estar un segundo tranquilo pensando porque no sales de mi mente. Y lo sabía, estaba seguro de que tú ya habías terminado con Joe. Jamás he creído que tú y ese idiota podrían tener algo.

     —Estoy feliz por eso… —bajé la mirada, pero él se abalanzó contra mí y me besó—. Mi sabor es…

     —Sabes a ajo, Eyre. —ambos nos reímos.

     —Vamos abajo, no quiero que mi madre haga un escándalo. —me levanté para lavarme los dientes cuando escuché unos gritos extraños que provenían del primer piso. Denzel se acercó y ambos intentamos escuchar la conversación.

     —Solo haga lo que le digo, señor Tyler, o no querrá que su hijo pague las consecuencias. —me cubrí la boca al escuchar a mi hermana.

     — ¿Me está amenazando? —Habló el tío de Denzel—. Puedo hablar con Richard y decirle sobre esto, ¿no cree, Isa?

     —A mi padre ya no le importo desde hace mucho tiempo.

     —Pero le importará cuando se entere de que usted y no sé quién más están manipulando a los que están a su alrededor y cerca de Rebecca para…

     —Cállese, Tyler, que yo no tengo nada qué ver con lo que le sucede a mi hermana en su instituto.

     —Si no es usted, entonces debe saber quién es. —miré a Denzel, él estaba igual de sorprendido que yo.

     —Está bien, señor Derricks, tal vez tenga que ver con su asunto de alguna forma, pero no es lo que usted piensa. Lo único que quería era darle una lección.

     — ¿Diciéndole a mi hijo que la manipule? —Denzel me abrazó. Esto no podía ser posible.

     —Como le dije, no puede decir nada si no quiere que Reed salga lastimado. ¿Me entendió?

     Así que la manipuladora era mi hermana, no Reed.

     Mi novio cerró la puerta y yo corrí furiosa al baño. Esto no podía ser verdad.

    ¿Mi propia hermana estaba manipulándome?      

     Una vez que me asé un poco salí para abrazar a Denzel, quien se veía demasiado preocupado por la situación.

     —No puedo creerlo… —sollocé en su hombro—. No dejaré que sigan usándome. —Me alejé de Denzel y corrí a la parte inferior para buscar a mi hermana, pero en su lugar, encontré al tío Richard sentado en la sala—. ¿Tío Richard?

     —Hola, pequeña —el tío Richard ya estaba un poco viejito, se acercó y me abrazó delicadamente mientras me dirigía una mirada sospechosa—. ¿También has escuchado lo que ocurría en la cocina?

     Asentí.

     —Piensan que soy viejo y estúpido, pero soy mucho más hábil para escuchar. —Volvió a tomar asiento—. ¿Quién es tu novio?

     —Denzel Derricks, mucho gusto. —mi novio apareció detrás de mí y fue a saludar a mi tío. Dios mío.

     —Vi a tu tío salir muy enojado de esta casa. —continuó—. ¿Algo ocurrió con Isa y su prometido?

     —Lo único que sabemos es lo que escuchamos. Isa ha estado… de alguna forma manipulando a Reed para que me manipule a mí y me use para darme una “lección”. No entiendo de qué lección habla.

     —Isa siempre ha sido la más cuadrada de la familia, pero se volvió un monstruo desde que volvió a Seattle. Conoció a Reed en la preparatoria y terminaron  enamorándose en California. Quien diría que las chicas Eyre están destinadas a estar con los Derricks.

     —Lo sé, somos irresistibles. —mencionó Denzel.

     — ¿Cómo es que conocimos a los Derricks? —me crucé de brazos.

     —Tu madre conoció a Tyler en la universidad, en ese entonces él estaba con Cindy, una muchacha muy creativa y dulce; un amor de persona. Pero había algo más que amor entre Tyler y Ariadna. Era fuego, amistad, amor del bueno. Pero todo terminó cuando conoció al padre de Isa, no quiso hacerse cargo y Tyler le propuso que la cuidarían juntos, pero tu madre conoció a otro hombre, tu padre, y ocurrió lo mismo. Es como si tu madre y Tyler siguieran enamorados por eternidades pero jamás pueden estar juntos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.