Diario de dos

Capítulo 27

Abrí la puerta de la habitación de Denzel y entré. Ni siquiera sé si estoy lista para hacer esto.

—Rebecca —dijo de improviso. Demonios, ¿qué estoy haciendo? —. No te esperaba hoy. ¿Qué haces aquí?

Soy tu novia, ¿qué más podría hacer allí?

—Quería hablarte de algo. —él se puso de pie.

—Será que mejor me lo digas en otro momento, ahora estoy ocupado… —arrugué las cejas. ¿Acaso Denzel Derricks me estaba corriendo de su casa?

— ¿En qué podrías estar ocupado? ¿En tus videojuegos? —inquirí sarcásticamente.

—En mí, Rebecca. —escuché una voz detrás de mí. Alessia se acercó y tomó el bolso que ni siquiera había notado encima de su cama—. De todas formas ya me iba, puedes quedarte y ser la siguiente.

Maldita zorra.

—Está mintiendo.

—Pero quisieras que fuera cierto. —Alessia salió de su habitación y yo me quedé ahí para como estúpida.

Sí, estaba embarazada de este idiota y lo único que yo buscaba era decirle lo que ocurría, pero en cambio, él está despreocupado atendiendo a esa zorra.

—Puedo explicarte —Denzel parecía nervioso.

—No, quédate con tus secretos. —rodeé los ojos y comencé a salir de esa casa cuando me encontré con Reed Derricks. Tenía una mirada de pocos amigos como siempre, y el moretón en su ojo lo explicaba todo.

— ¿No te quedas a brindar, Rebecca? —hice a un lado a ese idiota y salí por completo de esa casa.

(…)

—Me alegro por ti. —Joe alejó la mirada cuando le terminé de contar que estaba embarazada. Bebió del popote hasta que se acabó lo que le quedaba de la soda y luego tomó mi mano—. Podrías no decírselo y yo puedo cuidarte, a ti y al bebé. —propuso.

—No. —aseguré—. Va a tener que darme una buena explicación sobre por qué Alessia estaba en su habitación, no lo creo tan estúpido. Al contrario, yo me siento como una estúpida por ir a buscarlo… —me llevé las manos a la cabeza—. Tendremos el bebé juntos, pero no sé cuándo decírselo.

—Solo te recomiendo que no te estreses… —Joe miró mi estómago. Aun no se notaba nada, pero una vida estaba creciendo dentro de mí.

—Está bien.

—Lamento que tú y yo no hayamos tenido una verdadera historia de amor como la que tienes con Denzel Derricks. Sabes que siempre voy a quererte, Rebecca. —si me querías no me hubieras traicionado, lindo y perfecto Joe.

—Algún día encontrarás esa verdadera historia de amor. —afirmé—. Alguien tan lindo como tú y sobre todo perfecto encontrará al amor de su vida, estoy segura.

—Esperaba que fueras tú. —me levanté un poco ruborizada, pero también incómoda. El hecho de que Joe fuera tan… tierno conmigo me ponía sentimental, en especial en est estado.

—Gracias por todo, Joe. Denzel no quiso escucharme y es por eso que vine a ti. En serio, gracias por todo.

—Fue un placer, hermosa Bec.

(…)

— ¿Cómo te fue con Denzel? —me preguntó mi hermana cuando tomé asiento a un lado de la mesa. Había muchos papeles, telas, folletos y nuestros vestidos recostados en los sillones. Esta boda sí que iba en serio.

—Fui a hablar con él, pero me encontré a Alessia, su ex, en su casa. Así que me fui de allí y fui con Joe a tomar algo, y de pasada le conté que estoy esperando un bebé de ese idiota.

—Hay Rebecca…

—Lo sé. Ya ni sé si quiero decirle que estoy embarazada. Quizá solo lo oculte de todos y me largue de Seattle. —bufé.

—Deberías esperar hasta tomar ese tipo de decisiones, hermanita, espera a que Denzel tenga una muy buena explicación y después decides lo que quieras. ¿Está bien?

Asentí.

Después de unos minutos, el timbre sonó y fui a atender la puerta.

Al abrirla, encontré a Derricks detrás de esta.

—Debes creer que tengo muchas explicaciones, Rebecca. —Me crucé de brazos—. Por favor, ni siquiera me has escuchado, deberías hacerlo.

—Lo único que creo es que me estás mintiendo cada vez más.

—No te estoy mintiendo, Rebecca, te lo aseguro. Solo quiero que escuches lo que tengo qué decir.

—Espero que sea muy bueno. —gruñí.

—Alessia me dijo que hace días que Jayden Foster esconde algo, ¿no es raro que Anne haga lo mismo? ¿Qué tal si ellos dos están saliendo en secreto y están planeando todo esto?

—Y por eso Anne remplaza a Alessia para imprimir las hojas. —pensé—. Suena algo perturbador, ¿por qué Anne saldría como un idiota como él?

—Recuerda que tú estabas teniendo uno de esos orgasmos mentales con él cuando te conocí.

—Idiota. —él se acercó y me besó, fue algo apresurado y nos faltó la respiración entre más me abría la boca. Deslizó sus manos hasta mis caderas y me sobó ambas nalgas gimiendo de deseo.

— ¿Vamos a tu cuarto? —estaba a punto de decir que sí cuando recordé algo en mi pancita.

Me alejé un poco y aclaré la garganta.

Hoy no era el día, lo siento, no estaba lista para decírselo.

—Mi hermana está en casa, quiere que la ayude con algunas cosas de la boda, ¿por qué no te quedas y me ayudas? —propuse. Espero que eso no suene muy sospechoso.

—Está bien. No es que quisiera quedarme en casa de mi novia viendo folletos de cubiertos, pero qué más da. —lo tomé de la mano.

—Ese es tu castigo, guapo. —estábamos a punto de cruzar la sala cuando ambos nos detuvimos al escuchar que mi hermana estaba en una llamada comprometedora.

—Espero volver a verte, me haces mucha falta. —dijo—. Sí, Jayden, nadie sospecha.

Abrí los ojos de improviso al escuchar ese nombre salir de su boca sonriente.

—Sí, yo también quiero que todo esto termine. Te prometo que cuando tengamos el dinero de ese idiota de Tyler Derricks y su estúpido hijo nos iremos de este lugar. —apreté la mano de Denzel. Esto debía ser una maldita broma—. Sí, yo también quiero estar en tu cama de nuevo, pero faltan tres días para mi boda, si me escapo un rato sería sospechoso, y el idiota de mi prometido no tarda en llegar. Yo te llamaré después.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.