Diario de sueños

Capitulo 3

Me frustraba demasiado... ¡Nadie! Pero nadie se comparaba a ella.

No soportaba esperar hasta un miércoles solo para verla.

Obviamente al principio me negaba a aceptar que Alice hubiera causado algo en mí, no quise... o tal vez tuve miedo a las consecuencias, estar con ella era un problema directo contra la ley y en mis condiciones me era imposible intentar dar un paso sujetando su mano, me era erróneo el simple hecho de contemplarla en público...

No paraba de pensar, no paraba de nadar cerca de lo prohibido y al mismo tiempo trataba de alejar cada delirio, trataba de olvidar... de empujar cualquier sentimiento inconcluso.

Pero ahí estaba Alice en mis sueños, en el cielo, en el olor a primavera, en el humeante café por las mañanas... ¡En todos lados!

Sin fijarme... sin percatarlo, se fue impregnando lentamente en mis ilusiones, en mis objetivos...

Me tenía loco esa sonrisa de dientes perfectos, esa determinación, humildad y perseverancia.

Siempre estaba lista para empezar otra tarde entre lecciones y lecciones de las que hoy en día me siento orgulloso de saber que fui yo quien la enseño a tocar como una diosa.

[Harry Evans 20/04/2013]




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