La terminar el segundo año, Jazmín me envió un mensaje, me dijo que había cocinado es estofado y fuera a su casa.
Me dio en un taper y lo llevé a escondidas en mi casa, lo cierto es que me sentía raro estar con ella, pensar que se había vuelto tan hermosa y sexi, saboreé cada cuchara del estofado recordando cada pisca del sabor de su forma de cocinar, me sentía débil al comer.
Solo le dije que estaba delicioso, claro era lo único que podía pensar, pero yo me imaginaba a ella como mi esposa que había cocinado para mí y mi sueño se había hecho realidad.
Pero al contrario ya no había escusas para vernos, solo quedaba el baile hindú.
Yo siempre le molestaba con eso, era una de las escusas para hablarle y ella siempre se negaba.
Esas vacaciones también fueron bonitas estaba feliz, y escribía para ella y a ella le gustaba o eso creo porque compartía mi publicación a veces.
Aun así, ella me contaba sobre un chico que le gustaba o que salía con alguien, supongo que era así, solo queme todas las cartas porque las fotos y videos que tenía las había eliminado al terminar el colegio, para olvidarme de ella.
Hablo con alim, donde él le hacía preguntas sobre porque no me amaba, si me quería o si algún día me llegaría amar.
Ella dijo que no descartaba esa posibilidad en un futuro, no sé si fue para no hacerme daño o en verdad pensó eso, de cualquier forma, no tenía importancia.
Esas vacaciones no salimos, solo caminamos a la tienda después de darle mi USB donde había una peli, en especial una hindú donde tenía una historia que simbolizaba mi vida.
empecé a tener otro tipo de curiosidades, quería saber el color de sus ojos, pero cuando nos despedimos fue imposible.
Se alejó de mí, sus mensajes eran más fríos y cortantes, la fui dejando de hablar. Y así por parte la olvidaba y por otras había algo que me hacía recordarla, como cuando me encontraba con Leidy y me hablaba solo de ella o cuando ella volvió a bajar a mi u con cristhian a jugar billar.
Ella era alguien muy importante para mi después de todo, pero era alguien que debía olvidar y vivir lo que el destino me tenía destinado.
Cada medio año mi facultad hace una semana de actividades para los cachimbos en donde todos los semestres participan.
La última actividad es el cortamente donde los de decimo te obligan a pagar una truchada o lo que sea.
Así que este año fui al cortamente, a diferencia de otros este año hice tantos amigos, que recogimos nuestra truchada y nos fuimos a ver la final de la champions.
Cuando terminamos Indira me pregunto si me alquilaría un terno y cuando le dije que no, me pidió que lo haga para bailar con ella.
No acepte, porque no tenía dinero.
Cuando llegamos yo solo quería ver a Gianela, pero no estaba y cuando empezaron a bailar, dos chicas me pidieron para bailar, pero no estaba seguro de como bailar y era tímido, pero de seguro me invitaban porque el cortamente es propio de mi ciudad y sabría como hacerlo.
Jhosmell compro dos cervezas, el quería bailar con Indira, así que me pidió que la sacara a bailar y de ahí cambiaríamos de parejas, acepte, dijimos que las sacaríamos a bailar a Jenny e Indira cuando terminase esa canción, lo cierto es que se demoraban mucho, no podían cortar un árbol débil.
Para cuando lo cortaron, un chico se adelantó y se las llevó a bailar a una ronda.
Me tome una cerveza entera, para tomar valor, la llame y le dije que bailara conmigo, y ella con una sonrisa me dijo que no, pero eso no fue lo peor, Gianela entraba con su amiga, estaba desesperado sus amigos estaban al costado mío.
Había personas con quien bailar, pero no quería.
Así que me puse a tomar y tomar cuando llegué a la cuarta botella empezaba hacer tonterías, bailaba de todo y no fue porque estaba ebrio, sino porque ella me miraba y se reía de todo lo que hacía.
Esa sonrisa me hacía creer que podía haber una oportunidad, debería sacarla bailar, ella estaba sola, yo caminaba, veía el cielo, la veía a ella, me sentaba y analizaba mis miedos.
Me preguntaba porque tenía tanto miedo.
Un globo llego a mis pies y sin pensarlo me acerqué a ella, no le dije ninguna palabra y ella tampoco, solo sonreía.
Sentía que había ganado, pero invitarla a bailar, eso nunca hubiera podido hacerlo.
Aun así, lo que había hecho pocos lo creían posible y los que vieron, me fastidiaban decían que estaba ebrio y le di un globo roto.
Esa noche tenía la esperanza de volver a acercarme a ella.
Tenía las esperanzas de que al día siguiente me dijera que le gusto el detalle o que me salude, cuando me cruce con ella nada de eso paso.
Ya nada podía hacer, solo le hable con la cuenta falsa que tenía y de a poco me ganaba su confianza para que me contara algunas cosas, aunque nunca dijo nombres.
Así fue pasando las semanas cuando al final del semestre ella estaba con su amiga, tenía la intención de seguir intentándolo, pero tampoco quería asustarle más, estaba lloviendo y ella se cubría con su guardapolvo.