"Hueles a bastones de caramelo, a piña, a épico y asombroso. Hueles a hogar y eres mío..."
La canción del Lobo (T. J. Klune)
Noviembre 4, 19...
Respiro, sueño, vivo solamente para verlo a él.
Desde el primer momento en el que sentí su olor, ya no pude pensar en nada más.
Ni desear a nadie más.
Nunca me había enamorado así antes. Quizás por eso he decidido empezar este diario. Porque no tengo a quién más contárselo.
Mew es mi vida. Sé todo lo que hay que saber sobre él. Bueno, quizás no todo. Aquello que no sé, lo imagino. Con solo verlo pasar de lejos, siento su olor y penetro su alma.
Mientras su olor llena mis pulmones, puedo imaginar qué cosas ama, qué lo hace sonreír, porqué mirá al cielo y suspira, porqué se muerde el labio.
Sueño día tras día con que me ame a mí, que sea yo quien le haga sonreír, que mire el cielo y suspire pensando en mí, que se muerda el labio cada vez que vaya a besarme.
Pero me harté de soñar. Por eso mañana lo esperaré aquí mismo, detrás de esos árboles, en este viejo camino donde siempre lo veo pasar. Y le hablaré de amor.
Y que este viejo camino se convierta en el camino de los dos...