Febrero 19, 19...
Han pasado varios días desde aquel primer encuentro. Pero recuerdo cada gesto, cada palabra y la intensidad de su mirada en mí de una forma que abruma.
Escribiré a continuación las pocas palabras que Mew me dijo. Pero siento la obligación de advertirte, incauto lector de este diario personal, que si usted cree en el amor romántico y los finales felices, en las siguientes palabras no los encontrará.
Y se lo merece por leer un escrito tan íntimo sin permiso... Aunque me doy cuenta de que si estas palabras desesperadas son leídas por ojos extraños entonces será que sólo queda de mí un cuerpo vacío e inservible ya. Me habrán cazado. Porque así es los cambia formas acaban en este mundo insolidario y cruel.
Perdón, lector, no te lo podré contar. El llanto por el recuerdo no me dejará escribir más por hoy...
Como dicen, mañana será otro día...