Diario de un guerrero y un herrero - Máleran 3 | libro 3.

Tercer Capítulo - El momento tan temido.

Notas Raslyl: Gracias a Narelam el amo Ripper ha logrado conocer a esta señorita que lo tiene loco, gracias a Esmeralda Flanagan ha decidido aprender lo que la Alidaria del Sector Seis, Makkia Vilril, ha escrito aquí, parece que las enseñanzas han ido bien y gracias a eso el amo Ripper parece  menos supersticioso con el hecho de poseer este diario.

Tiempo:

13:57 pm, 3 de octubre de 1944.

Lugar:

Oficinas del Capitán Oruma Alore, Cuartel principal, Condado de Matavcaba, Continente Ranmer.

—¿Entonces qué opinas sobre poner dos ejércitos de cuatrocientos hombres a los dos costados del campo de batalla apoyando al central de mil hombres? —preguntó Oruma Alore mirando a su esposa, Larryet Vaxun.

—Es algo muy arriesgado Capitán Alore —expresó Larryet—, tendríamos que dividir el ejército de medio campo en partes iguales, al final para entrar en el Condado de Tyrkub hay tres entradas que llevan a las cinco plataformas secundarias del Condado. Estoy más que segura que la Emperatriz Meyen Bogur enviará a cubrir las tres entradas.

—Con todo respeto —dijo uno de los diez Comandantes—, y discúlpeme si la interrumpo, pero… El Condado de Tyrkub tiene seis entradas —Larryet asintió con una sonrisa mirando al Comandante Vifibu, todos estaban sentados en la mesa de en medio de la oficina del Capitán Alore.

—Ya se, lo hemos estudiado por semanas… —expresó Larryet Vaxun—. Pero los soldados del Condado de Tyrkub concentrarán sus fuerzas allí en esos tres puntos. Y nosotros no nos dejaremos llevar por la suerte no señor —el gran mapa del los dos Condado y su distancia estaba representado sobre la mesa; con diez figuras de porcelana de color roja con forma de un soldado con una lanza tenían señalizados a cada una de las tropas, las cuales iban movilizando intentando encontrar la estrategia mas acertada para evitar el mayor número de tropas perdidas Larryet hizo un ademan tomando tres figuras de porcelana y las coloco en lo que parecían cada una de las tres entradas faltantes—, supongamos que seguimos la estrategia del Comandante Vfibu y a estos tres mil soldados los mandamos a que rodeen todo el Condado de Tyrkub. ¿Cuánto les tomaría? —dijo Larryet pasando su mirada por cada uno de las once personas que se encontraban allí sentadas y moviendo constantemente una de las figuras alrededor del dibujo del Condado Tyrkub, tenía seis entradas dibujadas que parecían del grosor de un palo estas terminaban en un dibujo de diez círculos pequeños que estaban conectados entre sí por puentes dibujados del mismo modo que las entradas, al mismo tiempo los diez círculos pequeños estaban conectados a uno más grande del centro donde se encontraba el Condado y los diez círculos más pequeños eran los pueblos allegados, en el centro del círculo más grande a diferencia de los más pequeños (donde había dibujado la silueta de edificios) tenía el dibujo de una torta de cumpleaños con cinco pisos, esa era la mejor forma de representar el castillo de los diferentes Emperadores en cada uno de los siete Condados del Continente Ranmer.

—¿Tres semanas? —preguntó una de las Comandantes.

—¿Un mes? —exclamó otro de los Comandante.

—Y… —dijo el Comandante Vifibu contando con sus dedos—, creo que al menos unos dos meses más de lo que ya nos llevará llegar hasta el Condado de Tyrkub.

—Muy bien Comandante —dijo Larryet—, así que supongamos que nos toma dos meses tal y como ha dicho Vifibu… Sería un ataque sorpresa de eso no cabe dudas y sería mucho más sencillo ingresar, pero… ¿Y las pérdidas de soldados? Recuerden que no solo nos vemos enfrentados a más días de viaje para nuestros soldados lo que implica más cansancio mayor número de raciones, sino que deberán enfrentarse a un número mayor de serpientes Tierrarío. Así que les pregunto mis queridos Comandantes… ¿Cuánto sería el número de soldados que estarían dispuestos a sacrificar con el fin de obtener un ataque sorpresa para que la Emperatriz Meyen saque sus tropas del campo de batalla? ¿O tal vez ni siquiera llegarian hasta la entrada? ¿Saben al menos cuantas serpientes Tierrarío rondan los esteros del Condado de Tyrkub? —concluyó Larryet, todos quedaron callados sin poder siquiera pensar en una respuesta adecuada para contestarle a la Estrategia máxima del Condado de Matavcaba.

—Entonces… ¿Qué quiere que hagamos? —preguntó Oruma Alore, soltando un suspiro.

—Comandante Ganj, ¿Podría refrescarme la memoria? ¿Cuántos cadetes tenemos en cada grupo de batalla? —preguntó Larryet, mirando detenidamente cada una de las figuras de porcelana que representaban a sus diez mil soldados.

—Déjeme ver —comentó en voz baja el Comandante—, en el grupo de reconocimiento tenemos un total de ciento veinte soldados. En el grupo de medio campo un total de cinco mil soldados, en el grupo de francotiradores tenemos mil soldados a nuestra disposición, en el grupo de médicos tenemos mil cadetes, en el grupo de artilleros encargados de los cañones y proyectiles son quinientos, el grupo que se dedicará a reparar el armamento militar será de un total de trescientos ochenta. Eso nos deja con mil soldados para los tanques teniendo en cuenta que no contamos con doscientos tanques, probablemente termine enviando a la mitad de ellos en los diferentes seis grupos que acabamos de nombrar —concluyó de decir el Comandante Ganj, Larryet estaba pensando detenidamente aun mirando las figuras que la rodeaban. 

Tenemos un total de dos mil kilómetros entre los dos Condados, y si nuestro campo de batalla se extiende lo menos posible hacia los costados eso nos dejaría un margen de unos cien kilómetros de ancho. Lo que quiere decir que deberemos cubrir todo el terreno horizontalmente, pensaba Larryet abanicando su rostro con su boina gris algunos de sus pelos negros flameaban por el poco pero refrescante viento que recibían. Tenemos que cubrir todo el terreno posible, dividir a los soldados de medio campo en veinte nos dejaría un margen de cinco kilómetros para cada uno de los grupos, eso parece lo mejor. Así mismo tendría que haber más soldados del grupo de reconocimiento, pues no alcanzaran para visionar los veinte grupos ni en solo día completo., y tampoco sería una opción enviar a un grupo tan reducido de unos cinco o cuatro hombre por compañía, con unos veinte soldados de reconocimiento creo que estaremos bien reforzados por cada una de las veinte compañías. ¿Cuántas barricadas nos convendría poner? ¿Cuánto tiempo nos llevaría? ¿Cada cuanta distancia es la mejor opción? Se preguntaba Larryet Vaxun dentro de su cabeza, algo preocupada. 



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En el texto hay: guerra, habilidades sobrehumanas

Editado: 18.03.2023

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