Diario de un guerrero y un herrero - Máleran 3 | libro 3.

Décimo Segundo Capítulo - Las bestias y el credo de Órohme.

Notas de Makkia Vilril: Once de septiembre de cuatrocientos treinta y dos, por fin pudimos besarnos, se sintió tan hermoso. Aunque algo apresurado por su parte, realmente tuve miedo de volver a tomar el Glumarum. No se donde se encontraran los demás, sino hubiera sido por Nedra, todavia estariamos en el barco debemos mejorar un poco más nuestros poderes, aunque yo sobre todo, fui la última en unirse… Quién sabe qué cosas nos esperan aquí en Delrich, solo con pensarlo un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

 

Fecha:

8:02 am, 29 de abril de 1915.

Lugar:

Hogar de la señora Flanagan, Nación de Acekrop, Continente Apsurer.

 

Llamaron a la puerta de su habitación y Ripper y Raslyl se despertaron de repente, Ripper se limpió su saliva y restregó sus ojos, soltando un largo bostezo. 

—¿Sí? ¿Quién es? —consultar el herrero. 

—Soy yo señor Gravana —exclamó Esmeralda, soltando una tos seca—, lo siento —dijo aclarando su garganta—. Les aviso que ya está el desayuno —Ripper abrió la puerta quedándose con la boca abierta (literalmente) su cabello parecía menos oscuro tal vez fuera por la luz, sus blancas mejillas ahora tenían un rosa claro, casi imperceptible. El negro de sus ojos, ahora parecía mas intenso y Ripper no podía desviar la vista de ellos, parecía hipnotizado.

—Qué bellos —susurro Ripper débilmente como si todavía estuviera dormido. Raslyl aclaró su garganta desde el fondo de la habitación. El herrero abrió los ojos como platos—. Quiero decir… que es un lugar bello.

—Muchas gracias señor Gravana —susurro Esmeralda desviando la vista mientras sus dedos jugaban con su cabello.

Minutos después los dos bajaron hacia el comedor, degustaron unas pequeñas cazuelas.

—Sabe señorita Esmeralda —dijo Raslyl, bebiendo un sorbo de un té—, mi amo Ripper sabe algo de magia, y es Forologo… Tal vez podría ayudar a sacar un par de plantas por aquí. 

—¿De verdad? —preguntó Esmeralda mirando a Ripper que había lanzado una mirada inquisidora sobre su pupilo, mordiendo su labio inferior del enojo desvió la vista de los ojos de Raslyl y se concentró en mirar a Esmeralda y desgraciadamente otra vez parecía estar hipnotizado por aquellos ojos.

—Sí claro —afirmó Ripper sin titubear ni una milésima de segundo, por Narelam pensó el hombre. ¿Por qué no me negué? Tendría que haber mentido, soltando un débil suspiro, pero… ¿Cómo negarme a algo tan lindo como esta señorita? 

—¿Dónde has estudiado Ripper? —preguntó Esmeralda—, mira que tienes bastante competencia si quieres resolver los problemas de esta Nación, primero deberás leer las diez investigaciones que han hecho los otros Forologos. ¿Tienes tubos de ensayo? Creo que puedo conseguir un par… También estoy segura de que necesitarás un permiso para ingresar en el único laboratorio de la Nación de Acekrop. 

Ripper acercó un jarrón que se encontraba en el medio de la mesa, levantó el jarrón investigando su interior con mucha precisión.

—Eh… ¿Qué está haciendo señor Gravana? —preguntó Esmeralda, Raslyl estaba con sus ojos cerrados y una sonrisa, el muchacho llevó su dedo hacia sus labios para indicarle a Esmeralda que hiciera silencio. 

Ripper levantó sus piernas para ponerlas sobre la silla, soltó un prolongado suspiro y cerró sus ojos, llevando sus manos hacia la cabeza separando lo más que pudo sus diez dedos y comenzó a inhalar y exhalar, lo hizo un total de cuatro veces, aunque no había casi ningún ruido (Raslyl y Esmeralda estaban completamente callados) hasta la más mínima brisa de viento dejó de sonar en sus oídos. Ante su plena oscuridad un brillo verde se hizo presente en el interior del jarrón y Raslyl se quedo mirando mientras que Esmeralda parecía escéptica a lo que estaba viendo, miro de reojos a Raslyl intentando descifrar que era lo que estaban esperando pero el muchacho ni siquiera la miro su vista estaba concentrada en el jarrón, un fino tallo comenzó a emerger de su interior completamente oscuro que se elevo hasta abrirse en un mar de pétalos que quedaron completamente extendidos en todas las direcciones, la flor era de color azul con su centro amarillento.

—¿Qué espíritus es esto? —preguntó Esmeralda acercando uno de sus dedos para tocar la flor. 

—Es una flor señorita Flanagan —dijo Ripper abriendo nuevamente sus ojos—. No es una ilusión, es de verdad. Iremos a la segunda biblioteca, ¿Podría ayudarnos a llegar allí? Le pagaré haciendo crecer todas las plantas que quieras de su casa, así… —expresó Ripper mirando en todas direcciones de la habitación que estaba completamente sucia.

—¿Así se ve un poco más arreglada? —preguntó Esmeralda terminando la frase del herrero que no se animaba a mencionar. Ripper se ruborizó en el acto y aclaró su garganta.

—¿Tenemos un trato señorita Flanagan? —preguntó Ripper extendiendo su mano. La señorita Flanagan se quedó pensando mordiendo una de las uñas de su mano. 

—De acuerdo —contestó extendiendo su mano para estrecharla—, pero tengo una ligera duda… ¿Cómo lo hace? 

—Un mago nunca revela sus secretos —contestó Ripper sacando aquella flor de su recipiente y haciendo una ligera reverencia en frente de Esmeralda. Ripper dejó su brazo quieto rozando recipiente, este se tambaleó y por poco cae al suelo, por Narelam puedes dejar de hacer desastre por solo un segundo, se dijo Ripper dentro de su mente a sí mismo, extendiendo su brazo hacia ella con dicha flor entre sus dedos—, es para usted. 



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En el texto hay: guerra, habilidades sobrehumanas

Editado: 18.03.2023

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