Diario de un Idiota Enamorado

PÁGINA II: AVANCE Y AMOR

Segunda Entrada: 7 de septiembre de 2020

Acaba de terminar el primer día de clases. Un nuevo año, ahora como estudiante de segundo, da comienzo.

En retrospectiva, solo puedo decir algo: vaya mierda.

Dejé pasar años por mi incompetencia, y debo arreglarlo a como dé lugar. Estoy en la edad donde encontrar novia es fundamental para no ser catalogado como un perdedor.

Hay que aclarar que a mí nunca me importó lo que todos piensen de mí, pero aun así quiero una novia.

En mi mente se ilustró un gráfico de barras donde cada elevación representaba una pareja potencial.

Sofía y Angie estaban descartadas. No precisamente porque ya estuviesen saliendo con alguien, sino porque era imposible que ellas se fijen en mí. Danna está en un punto medio tirando al rotundo no. Melany ya tiene novio y Emilia no quiere saber nada de relaciones desde lo que pasó la otra vez… Eso solo me deja con una opción que puede funcionar: Miranda.

No he hablado con ella en todas las vacaciones y no tengo idea de cómo se siente ahora mismo, pero llegó el momento de tomar el timón de este barco y ponerlo todo viento en popa. Debo hacerlo antes de ser un miembro oficial del Calvario.

Para explicar un poco eso último, procederé a hondar en la jerarquía de la escuela. Aquí existe una etapa en la que muchos estudiantes consiguen pareja en muy poco tiempo. Comúnmente la conocen como la primavera de la juventud, pero aquí se la apodó como el Edén de los No-Vírgenes. Por mi parte, estoy a un paso de ser un miembro del Calvario de los Vírgenes (es exactamente lo opuesto al Edén).

Al menos tengo la seguridad de que mis amigos no me dejarán solo y nada se interpondrá entre nosotros y nuestra amistad… Soy un imbécil.

Como pueden imaginarse, todos mis amigos ahora están saliendo con alguien. No importa si son de la escuela o de otras escuelas, el punto es que ahora todos están emparejándose como si sus vidas dependiesen de ello.

Pese a que les dedicaban el respectivo tiempo a sus novias, acordamos un espacio para reunirnos como solía ser en el pasado. Algo para hablar o solo molestarnos entre nosotros. Las cosas han cambiado, pero por lo pronto, esta cotidianidad no se me ha arrebatado por completo.

Volviendo al tema principal, mi objetivo ahora es encontrarme con Miranda lo antes posible y hacer que lo nuestro vuelva a funcionar.

La busqué y la busqué en cada rincón posible, pero no pude encontrarla. Le pregunté a sus amigas si sabían algo sobre su paradero, y obviamente, todas me ignoraron como a un vagabundo de higiene dudoso.

Fue durante mi búsqueda que las cosas comenzaron a complicarse un poco…

• • •

-¡¡Oye, Ariel, espera un rato!! -corriendo por el pasillo, me intercepta la profe Nancy, la coordinadora estudiantil.

No es maestra ni nada, pero aquí llamamos profe a todos.

Tratando de no tirar su docena de libros y no perder sus lentes ridículamente grandes en el proceso, se acerca a mí y me lanza los libros para que yo los cargue.

-¡Profe, ¿qué dem…?!

-¿Me ayudas a llevarlos a la sala de maestros?

No soy gerontofílico (y tampoco es que la profe Nancy sea tan vieja; apenas tiene veintiséis) pero no puedo rechazar nada que esa dulce voz me pida.

En términos físicos, la profe no está nada mal. Tiene buen cuerpo y un rostro inocente, además de saber muy bien cómo manejar a los estudiantes indisciplinados para que respeten el código de la escuela. Muchos la consideran un ángel guardián o la madre de los estudiantes, y eso ha hecho que tenga una reputación muy buena.

-¿Por qué me pidió a mí que lleve sus libros?

-¡Vamos! ¿Un chico joven y fuerte no debería ayudar a una señorita en apuros?

-Eso es abuso de poder. Voy a acusarla con el rector.

-¡Es broma, es broma! Qué sensible… -seguimos caminando un poco más hasta que dimos con el salón de maestros.

Dejé los libros sobre su escritorio y me dispuse a continuar mi odisea por Miranda, pero la profe me detuvo otra vez.

-En realidad, hay algo que quiero pedirte -su tono de voz es más serio que de costumbre… ¿Qué se trae?-. Hace poco, navegando por el buen internet, me topé con tu blog…

-Mierda.

-¡¡Eh!! ¡¡Cuidadito con ese lenguaje frente a mí!! -toma uno de sus libros y me golpea el estómago-. Como decía, me topé con tu blog, y debo reconocer que tus fotos son muy buenas para ser un aficionado.

-Okey, ya sé a dónde quiere ir con todo esto, y mi respuesta es…

-¿Serías el fotógrafo de mi boda?

-…

Sip, eso no lo vi venir…

-Está jugando, ¿cierto? Osea… Usted, ¿casándose? Debe ser una broma.

Se supone que debe estar intimidada. Debería estar temblando y al borde de una risa imposible de contener, pero mantuvo siempre esa postura apacible. Estaba hablando en serio.

-En… ¿En verdad se casa?



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En el texto hay: romance

Editado: 22.01.2022

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