Entrada número treinta y dos: 21 de febrero de 2021
Hoy fue mi cumpleaños.
No quiero hablar de eso. Solo me iré a dormir como todas las otras noches, pensando en un futuro junto a Miranda.
Sin embargo, dormiré esta noche muy plácidamente, tras haber recibido un regalo que no esperaba.
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Pasó un día desde que Danny me convenció de organizar mi fiesta de cumpleaños, y la verdad, ahora me siento más animado. No hay minuto del día que ella no esté conmigo y creo que eso era justo lo que necesitaba. Me ha estado apoyando por meses desde que supe lo de Miranda, y apenas lo comienzo a notar estos días.
Ahora que recuerdo, ella venía con mucha frecuencia a mi casa a preguntar cómo estaba. Siempre traía una canasta de frutas o un pastel y lo dejaba en la puerta de mi cuarto para luego marcharse como todas las tardes. Fui un malagradecido con ella… Debo disculparme apropiadamente.
-¿Ya pensaste a quién vas a invitar? -Durante la hora del almuerzo, nos sentamos juntos bajo un cerezo enorme a discutir los detalles.
-Hmmm… Seguramente a Adrián, Oscar, Nico, Guille, Joaquín… Y creo que eso es suficiente.
-¡No es suficiente! -no sé por qué, pero cuando se enoja se vuelve muy adorable-. ¡Creo que deberíamos invitar a todo el salón, e incluso a los demás salones!
-Recuerda que Miranda está en otro salón también. No quiero verla por ahí ese día…
-Bueno… Tienes razón… ¡Pero no tenemos por qué invitarla! Además, si lo hacemos, es seguro que no irá, puesto que tiene novio.
-Por favor, no me lo recuerdes… -Aún no puedo aceptar que ella esté saliendo con alguien, y si tuviera que referirme a ese dolor con dolor físico, lo compararía con golpearse la entrepierna en un tubo.
-Lo siento mucho… Entonces, ¿quieres invitar solo a tus amigos o a muchas personas?
-Déjame pensarlo un poco.
Antes de solucionar un problema, debemos identificarlo para así planear una contramedida. Mi problema es el abominable dolor que siento tras haber perdido a la chica que me gusta. No puedo olvidarla por más que intento y cada vez que pienso en ella caminando del brazo de ese otro chico me dan ganas de llorar.
Así que es simple, ¿no? Lo que debo hacer ahora es superar este corazón roto. Pensar en ella lo menos posible y olvidarme de ella. ¡Lo tengo! En las películas, cuando algo así pasa, el protagonista sale a fiestas con muchas personas y trata de olvidar sus penas con otras personas. ¡Eso puede funcionar! Danny sugirió invitar a los demás y eso es lo que vamos a hacer para superar esta miserable existencia.
-¿Sabes? Está bien. Invitaremos a todos los que podamos.
-¡¿De veras?!
-No tiene caso seguir deprimiéndome… Debo simular mi corazón roto y la mejor opción es pasar el tiempo con mis amigos. ¡Necesito una distracción! ¡Necesito olvidarme de lo que siento por Miranda y seguir adelante!
-Ariel…
-¡Gracias, Danny! Ayúdame un poco más, por favor, ¡y haremos juntos la mejor fiesta de este año!
-¡¡Si!!
Así pues, ella regresaba a mi casa todos los días para hacer las invitaciones y preparar todo antes de la fecha establecida. Incluso preparaba la cena, y como no había nadie en mi casa, comíamos juntos. Me sentí un poco incómodo con lo que sus padres pensarían, pero ella dijo que no importa si es para ayudarme. Se supone que eso debe ser tranquilizador.
Luego de una tarde de arduo trabajo, nos veíamos en la escuela al día siguiente para seguir planeándolo todo y repartir las primeras invitaciones a todo el mundo, sea mi amigo o no.
Muchos dijeron que irían sin falta y guardaron el sobre. Eso me calmó un poco.
Seguimos esa misma rutina todo el día, todos los días, durante una semana, hasta que nos aseguramos de que todos tenían una invitación y habían confirmado su asistencia.
Yo personalmente les di las invitaciones a mis amigos más cercanos, quienes no dudaron en decir que irían. Además de que prometieron no ir con sus novias para no interrumpir la diversión entre nosotros.
Hablé con Isaac sobre esto y dijo que no puede ir, obviamente.
Los tres años que nos conocemos, él nunca se reunía conmigo en mi cumpleaños, y no es para más… Su hermano mayor falleció ese mismo día hace como seis años, y su familia va a hacerle una visita todo el día. Un año, incluso fui yo a presentar mi respeto y pésame a sus padres.
Este evento ha impedido que nos podamos reunir esa fecha pese a ser mejores amigos, pero acordamos salir a algún lado al día siguiente. Ya sea a una tienda o él venía a mi casa a jugar videojuegos. Cualquier cosa era útil.
Nunca me molestó que no esté presente; entiendo lo que debe sentir, así que no lo presiono ni nada por el estilo.
Cambiando de tema; Danny hizo un conteo de las invitaciones entregadas y asume que la menos unas noventa personas podrían asistir.
Nuestro año está dividido en cuatro cursos con alrededor de veintiséis personas en cada uno. Eso suma ciento cuatro personas en total. Haciendo una idea realista, algunos no estarán interesados en ir a pesar de aceptar la invitación, por lo que podría resultar en una fiesta de entre ochenta y cinco y noventa personas.