-Me gustas, Emilia… ¡Estoy locamente enamorado de ti!
-¡Pues adivina qué, tarado…! ¡¡Tú también me gustas!!
-¡¡Mientes!!
-¡¡No lo sabes!!
-¡Alguien tan buena y seria como tú jamás se enamoraría de alguien como yo!
-¡Estuviste cuidándome todo este tiempo sin siquiera pedir algo a cambio; ni siquiera me dirigiste la palabra! ¡¡Tal vez te parezca ilógico, pero me gustas desde entonces!!
-¡¡¿Y por qué gritamos?!! -esto se está saliendo de control. Se supone que iba a declararme, pero ahora que dijo que yo también le gusto, todo puede pasar.
-¡¡Porque no te callas!!
-¡¡No voy a callarme, tú cállate!!
-¡¡Cállame!!
-¡¡¡No haré lo que esperas que haga!!! ¡¡No soy tan valiente!!
-¡¡Si tú no lo haces, yo lo haré!!
-No, espera… -Aunque anunciado, ese beso fue una sorpresa.
Fue… Agresivo y… Fugaz… El mundo quedó envuelto en un pañuelo blanco y puesto en un pequeño bote de basura, dejándonos a ella y a mí en la gran y absoluta nada.
-Si me fallas, lo vas a lamentar -agarra mi camiseta y vuelve a besarme.
-Eso es lo último que querría.
¿Qué clase de desarrollo es este? Digo, ella y yo nos conocemos por años, pero casi no hemos hablado, y lo poco que sé de ella es por entrometido.
En este punto, ni siquiera sé si me recuerda de esa tarde que llegó a mi casa a salvarme de mi gran depresión.
No sé si eso importa, y tampoco quiero que me importe. Solo enfocaré todo mi esfuerzo en hacerla tan feliz que hasta le asuste. Creo que Ariel estará orgulloso de mi.
• • •
La noche fue larga y lloradera (creo que esa palabra ni siquiera existe); lo que quiero decir es que llovió por mucho tiempo. Estoy en casa de Paula, comiendo un helado de fresas directo del bote mientras miro La La Land. ¿Por qué nadie me dijo que al final no terminaban juntos? Maldita sea, Emma Stone…
-¿Qué eres, una quinceañera cuando se pelea con su mejor amiga? Madura de una vez.
-La cagué, Paula. Déjame sufrir un poco más -sin darme cuenta, dejo caer una bola de helado en mi camisa.
-¡Idiota, mira lo que haces! -ella de inmediato va hacia la cocina, agarra un trapo y limpia mi desastre. Es como la madre que nunca tuve-. Sé que lo estás pasando mal, pero no cambiarás nada si te quedas ahí llorando.
-Pero quiero quedarme aquí llorando -dejo la cuchara sucia sobre el tapiz caro del sofá y me siento como L de Death Note-. ¿Qué se supone que haga ahora? No sé si deba decirle a Danny sobre esto, pero si no le digo, le estaré mintiendo…
-¿Y por qué lo hiciste para empezar? Si sabías que ibas a tener problemas, ¿por qué lo hiciste?
-Ah, porque quería herir los sentimientos de Danny… ¡¡Obviamente no quería hacerlo!! ¡¡¿Tú crees que besar a alguien teniendo novia es algo que yo haría?!!
-Bueno… No sé, siempre has sido muy impredecible.
-Préstame tu máquina del tiempo. Debo volver para impedir este desastre.
-No seas idiota -por un momento pensé que ella sería la voz de la razón-. Si haces eso, puedes causar un desastre mucho más grande con nuestra línea temporal.
-Deberías decirme algo más serio…
-Perdón por intentar animarte un poco -pone fin a mi miseria y me arrebata el helado. Ya me faltaba poco para terminar, así que no importa-. Mira, Danny llegará en unos días, así que debes componerte y decirle lo que sucedió.
-¿Tienes alguna idea que no involucre tener que confesarle una infidelidad?
-Tal vez no ser infiel desde un principio.
-Mierda.
-Sí… El amor es una mierda…
-¿Cómo dices eso? Creo que jamás has estado enamorada -Es verdad. Ella no tiene corazón como para enamorarse.
-Ojalá pudiera decirte -ahora creo que me oculta cosas. ¿Por qué las chicas son tan complicadas?-. Como sea, debes responsabilizarte por tus acciones. Le dirás a Danny todo lo que pasó, empezando por decirle que fuiste a esa fiesta sin decirle.
-Sí… Tal vez no tenga la cara para contarle.
-Lo harás, y si no lo haces tú, lo haré yo.
-¿Es oferta o amenaza?
-Ultimátum. Si se entera viniendo de ti, creo que hay una posibilidad de que te perdone y puedan seguir saliendo.
-Eso es imposible… Danny no es así.
-¡¡¡Deja de darme la contraria y piensa en una solución!!! ¡¡Me estoy cansando de tus berrinches, así que si no puedes enfrentarte a las consecuencias de tus actos, será mejor que te largues de aquí!! -furiosa, apaga la tele y sube las gradas hacia su habitación.
-Sip… Es una cagada tras otra -como bala de suicida, la idea se impregna en mi cerebro ni bien escucho el portazo-. Creo que sí debo decirle.