Diario de un Sin Memoria | #3.

Número Nueve.

Maldita sea... ¡Nunca me sentí más vivo, joder!. Todo esto, toda la acción que resive cada parte de mi cuerpo, son como ondas eléctricas que inundan cada vena por la cual recorre mi sangre.

Han pasado tres días desde que maté a ése gato, y comencé a seguir a aquellas voces por las cuales me decían que esto es lo correcto. No sé lo que en realidad estoy haciendo es un sueño o no, pero lo siento sumamente real. Vivo en un mundo de gritos, lamentos, llantos, cadáveres de mujeres y niños... Aunque también de depresión. Cada vez que veo estos sueños, lloro y grito sin parar ya que no encuentro la razón, la respuesta. No entiendo nada, yo sólo sigo las instrucciones de mis pensamientos. He visto mucha sangre en los tres últimos días, muchas personas que no tienen ojos y siempre andan con los labios bien abiertos han comenzado a vivir en mi barrio desde la muerte de aquél puto gato negro. Creo que me estoy volviendo loco, pero todo se siente real aquí en Argentina. ¡No entiendo nada, nada!. ¿Los cadáveres pueden caminar sin ojos y con una gran boca?, ¿ése gato no será el gato de la Diosa de las Brujas?. Bueno, ya. De seguro estaré delirando más de lo debido, ¿me han incrustado drogas cuando me quedo dormido después de las lágrimas que salen cada noche?. He seguido a mis pensamientos las veinticuatro horas del día, y comienzo a notar que en mi hogar hay un gran olor a putrefacción. Necesito un plan C: mudarme a otro país. Llegan a descubrir aquí, en Buenos Aires, que estoy trastornado por completo, y me meten a un manicomio para quedarme allí hasta el horario de mi muerte.

Veo todo en negro, ¿será que es de noche todo el día?. Habían posibilidades para todo, para absolutamente todo. Las personas caminaban sin ojos y con la boca bien abierta, otras caminaban mostrando su carne sin nada de piel... ¡Sin nada de piel, por Dios!. Éso es algo incómodo, y de gran encanto. Las tantas cosas que quiero experimentar, pero no sé si me llegará la vida completa para hacerlo. Creo que, por esta vez, sólo en este mínimo momento, estoy saliendo por completo de mi depresión para meterme en un mundo sumamente divertido y alocado. Veo cadáveres por todos lados, ¿son los muertos vivientes o sus cuerpos sin vida los que estarán caminando por la calle en realidad?. Es que juro que es muy encantador, parece un diario de una novela de Terror o Paranormal. Vivir con cadáveres sin vida o muertos vivientes, ¿no se imaginan?. Estoy saliendo de un mundo extremadamente gris y triste, para meterme en un mundo muy alocado y lleno de diversión de color rojo, donde lo imposible es más que posible: es una respuesta ante todo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.