Diario de un Sin Memoria | Libro Dos.

EPÍLOGO.

Caminaba de acá para allá, no entendía completamente nada. Deseaba salir de este problema, se veía que no podía... Para nada. Suspiré con profundidad, observando a mi alrededor. El lugar estaba completamente oscuro, tenía miedo. El silencio se apoderaba de mí, ninguna persona habitaba el lugar en el que me encontraba en este momento. Parecía siniestro, horroroso y tenebroso para decir verdad. Me quería ir, por más que intentaran matarme o secuestrarme. No importara lo que me pasara después de escapar, yo solamente quería estar bien. No deseaba para nada estar en este lugar, no se veía absolutamente nada y notaba por mis instintos que estaba completamente vacío. Muy siniestro en todo sentido.

Salí corriendo de allí lo más pronto posible, me sentí lo extremadamente joven para ser muy ligero... ¿Acaso estaba en algún sueño?. Si éso era posible, se definiría más como una pesadilla, una extrañamente espantosa que trata de alguna manera confundirme y atemorizarme. Cosa que era raro, mi mente no me jugaría un juego como ése. Todos los días mi reloj me recuerda que tengo falta de memoria (lo acabo de leer hoy), si algo pasó hace años no lo puedo recordar definitivamente. Me sentí, además de ligaro, algo vacío por dentro y fuera. Cuando exhalé profundo, observé que una pequeña lámpara encendida daba hacia uno de los espejos del lugar desconocido en el que habitaba. Al acercarme allí, me miré en él: no tenía ojos, solamente cuencas negras y vacías, por las cuales chorreaba un líquido negro de éstas.

Comencé a gritar lo más alto posible, oyendo muchos susurros a la vez. Corrí en dirección contraria hacia el objeto, chocándome con algo parecido a una pared. Notando lo que era, pude ver que estaba caminando sonámbulo. Raramente, tenía mis ojos hinchados y no podía mirar a la perfección. Apenas pude observar la hora: 02.38 de la mañana. Me dirigí rápidamente hacia mi recámara, acostándome y tapándome hasta la cabeza con mis sábanas. No quería que nada malo me pasara, ya era la cuarta vez que caminaba sonámbulo en el día. ¿Cómo era éso posible?, ¿qué era lo que mi mente recordaba y yo no lo estaría notando del todo?. Quisiera saber aquellas señales que me manda mi cerebro, cosa que yo no estoy entendiendo. Parece algo más complicado que el código morse, sinceramente. Desearía saber lo que me está tratando de decir, lo que está queriendo recordar y yo no estoy notando para nada... ¿Qué misterio será el que quiere resolver?.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.