Diario de un Sin Memoria | Libro Dos.

Número Diez: Huir Para Vivir, Morir Para Existir.

Segunda Parte.

Me sentí abrumado, lastimado, herido. Mi depresión aumentaba, sentía que todo mundo me ignoraba. Creo, por más que me duela, absolutamente todos me odian. Suelo aferrarme a muchas cosas, ya es hora de borrarme las falsas esperanzas de una vez por todas. Veía que cada persona se concentraba en lo suyo, que no le importaba lo demás... Yo tengo falta de atención, y mucha. Esto suele gracias a mi enfermedad, la adorada amnesia. Cada vez que hablo de ella, la odio más que la última vez que la menciono. La vida me ha traído demasiadas cosas negativas, esto hizo que no quisiera seguir adelante sino retroceder. Tengo mucho miedo de lo que pueda llegar a pasar en mi difunto futuro si es que sigo vivo, no sé si yo serviré para el bien o para el mal. La existencia misma es una mierda, la muerte también. No puedo tomar ninguna decisión porque todavía no me siento seguro, sigo estando en la misma posición de siempre. Durante el paso de mi vida, aprendí una gran lección: el tiempo no decide lo que pasará, sino que tú mismo armas y escribes tu propia historia. No importa si tengas miedo de algo, o ames u odies a una persona, lo que pase después depende de tus acciones y perspectiva. Lo malo se disfraza de bueno, y, lo bueno, se disfraza de malo. Con éso en cuenta, aprendes que la vida es un carajo porque tus decisiones siempre tendrán consecuencias... Todo lo que hagas, será algo parecido a no hacer nada: como si fuese en vano.




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