Número Uno.

qυerιdo dιarιo:

Son las cuatro y media de la mañana, y no me acuerdo nada de mí ni de lo que ocurrió ayer. Sé que, arriba de uno de los muebles de mis lámparas de luz, hay un papel que tiene anotado mi nombre (además de mi edad y fecha de nacimiento). Creo que me llamo Bastian Smith, según este papel tengo veinticinco años... Eso está muy loco, es un número bastante grande ¿cierto?. Supongo que deberé tener menos de veinticinco, me veo muy joven para tener ésa edad. Es algo que no entiendo, no recuerdo nada. ¿Porqué será?, ¿qué habré hecho yo ayer y no me acuerdo ahora?. ¿Habré tomado alcohol?.

Me levanté de mi cama, con mi pijama de rayas y mangas que me llegaban a las yemas de los dedos, y me dirigí hasta la cocina (sin prestar atención a las demás cosas). Al encender la luz del cuarto, observé que había otra nota pero esta vez pegada en el freezer, decía: «No te olvides de ir a la Universidad de Harvard, ciudad de Cambridge, Estados Unidos. Carrera de Letras y Filosofía. No olvidarse de llamar por móvil a su tío Abraham Smith para saludarlo.» Era un poco raro, no me acordaba de nada de eso, no sé... Aunque tenía que hacerle caso a lo que me anotaron, así que asentí la cabeza con levedad y dejé la nota allí. Abrí la parte de abajo de la heladera, sacando una pequeña botella con zumo de naranja natural. Al cerrar la puerta, observé que había un reloj parecido al Smart Watch, pero se veía que era mucho más avanzado. Estaba arriba de la barra, caminé hasta allí y dejé la botella al lado del reloj. Agarré el supuesto "teléfono" y lo encendí, habían algunas anotaciones de lo que había hecho éstos días. En la portada decía: "Recuerdos de los Días Anteriores".

Suspiré con alivio, sabía que podría acordarme de lo que hice ayer gracias a esto. Me alegré un poco y abrí una de las notas para poder leer:

«Viernes 29 de Marzo. Me había levantado a las 06 A.M, fui a desayunar unos waffles con dulce de leche antes de dirigirme hacia la universidad. Mi tío (Abraham Smith) lo conocí hoy, iba a dar una exposición allí. Me alegré de tener un nuevo pariente ya cercano, conversamos y salimos a comer juntos. El día estuvo tranquilo y hermoso para mí, aunque lamentablemente estuvo lloviendo la mayor parte del día. Él había dicho que viajó desde la Argentina hasta los Estados Unidos solamente para conocer a su sobrino, me dejó una sonrisa dibujada en los labios por un día entero.»

Me rasqué la nuca y comencé a pensar, no me acordaba de nada. Era inútil, no me llegaban los recuerdos. Debajo de todo observé algo más: «P.D: El médico me destacó la enfermedad de la falta de memoria a corto plazo... No podré recordar nada mañana, por eso lo anoto.» Me sorprendí lo bastante como para dejarme pensando. Agarré también el zumo de naranja, dirigiéndome hacia mi cuarto nuevamente. Pensé hasta muy tarde, duré entre una hora o media hora creo. Trataré de sacar aquellos pensamientos de mí y voy a conocer a ése tal Abraham Smith, quisiera ver cómo es. También quisiera ir al médico... Aunque no creo que me acordaré de hacer todo hoy.