EPÍLOGO.

Aquél choque fue fatal para el muchacho. Más que una enfermedad, fue un juego de vida o muerte: de poder o no recordar.

Bastian Smith es un chico de, aproximadamente, veinticinco años. Aquél choque fatal en su cumpleaños número dieciséis hizo que perdiera la memoria completamente. La ruta 36 de California fue testigo de este homicidio. Dos camionetas totalmente destruidas en medio, un río de sangre por todos lados y vidrios destruidos que contenían pieles recientemente desgarradas del cuerpo. Una masacre que no podría ser olvidada ni tener algún fin, algo que el chico no podrá sacarse de su memoria... Aunque tenga falta de memoria a corto plazo.

La vida para este chico fue muy complicada, siempre fue lo mismo. Se volvía loco por no recordar lo del día anterior, aunque sus actos eran los de un día específico: un día antes de cumplir dieciséis. Él siempre se levantaba a la madrugada para poder ser el primero en terminar. Como sus padres no podían llevarlo al Instituto, el chico agarraba su celular-reloj e iba al lugar con el GPS para poder estar ubicado.

En cuestión de días, una de sus compañeras de la carrera Letras, Universidad de Harvard, decide ayudarlo mandándolo a psicoanálisis. Aunque... ¿Porqué suele recordar cuando está junto a Erik?, ¿porqué, en cuestión de pocos meses, reconoció lo miserable que era su vida después del accidente?. ¿Acaso el psicoanalista estará involucrado en el homicidio?, ¿les habrá obligado a sus padres a suicidarse haciéndoles pensar una cosa sumamente diferente?.

ѕι vαѕ α recordαr, qυe ѕeα coɴ ѕιɢιlo. ɴo ѕolαмeɴтe ɴυeѕтro cereвro ɴoѕ jυeɢα υɴα мαlα pαѕαdα, ѕιɴo qυe тαмвιéɴ υɴα мαlα мeмorια.