Querido Diario silencioso:
Hoy, quizás, es el momento donde todo comienza a cambiar, donde mis palabras adquieren otro peso y el silencio ya no cuesta soportar.
Sentirse vetado, prohibido y excluído solo te otorga dos opciones: dejarte vencer o volverte vencedor.
El Universo tiene esa capcidad loca e innata de hacerte reaccionar, quizás, enviandote pruebas extrañas como las que me ha tocado hoy atravesar.
Y aprender, aprender demasiado. Entender que mi fuerza está en lo profundo de mi corazón, que debo luchar contra mis propias limitaciones, miedos e inseguridades.
Aprender que solo compito conmigo y no con los demás.
Avanzar para poder desplegar alar y volar. Volar alto y lejos pero sin lastimar.
Y aunque las piedras estén en el camino, sólo depende di mí si quiero avanzar o quedrase sentada llorando. Como todo en la vida.
Entonces, aprendí a hablar con sinceridad, sin lastimar o acusar falsamente. Pero tampoco permitiré eso.
Los caminos nuevos siempre son burbujas de vida. No temas caminar porque, al final, todo es para mejor.
Gracias, Universo amigo, porque, despues de todo lo sufrido, me enseñaste que puedo crecer.
Y ahora me voy, que hay miles de letras que pulsan por salir de mi mente. En breve, volveré a escribir más páginas sercretas.
Ara.
PD: Querido lector, este es solo el comienzo de mi nueva travesía.