Un Basil despeinado, vestido informal me mira confundido, con un asentimiento paso de él, realmente no tengo los ánimos de discutir con él.
—¿Vives por aquí?
Me detengo, miro de reojo a Basil, podría ignorarlo y seguir mi camino, pero ahora mismo me apetece una conversación con mi ex-compañero de banca que ir a casa y escuchar gritos.
—Vivo en la casa del final de la esquina — explico, Basil asiente.
—C-con cuidado.
—T-tu… ¿Qué haces aquí?
Basil miro al lado contrario como si estuviera sopesando la respuesta.
—Vine a visitar a mi primo.
No se escuchó para nada seguro, entrecerré los ojos, igual no era mi problema si estaba aquí o no, me despedí y me marche, un paso antes de entrar a casa podía escuchar gritos, insultos, hasta cosas rompiéndose en mi casa, mire al cielo oscuro que carecía de estrellas, aunque las pocas que tenia se veían hermosas.
Un ruido me hace sobresaltarme, volteo asustada los botes de basura que están en la esquina, una bola de pelos sale corriendo, me acerco a ver al felino que se esconde asustado, una sonrisa sale de mis labios.
—Parece que esta noche estaremos juntos.
***
La fiesta que organizo vera no era ni divertida ni aburrida o tal vez el hecho que no hablará con nadie me mantenía en el mismo lugar, veía a los demás reír, beber, bailar, disfrutar, de repente me vi ahí, riendo, disfrutando, bebiendo, era algo estupendo o eso creía.
La música sonaba en mis oídos, mi cuerpo quería ser libre, sentía sensaciones de felicidad y soledad, después de unos tragos me sentía ligera, ahora entendía porque mi tío Hernán se la pasaba ebrio, se deja de sentir hasta los golpes físicos, el resto de la noche continué bebiendo y divirtiéndome, vera se acerca con una sonrisa.
—¿Quieres?
Frunzo el ceño cuando me muestra una pastilla de color, ella ríe, Dana llega a su lado y me anima.
—Q-que es — mi voz se escucha arrastrada.
—Esto te ayudara a divertirte más — habla vera.
Sin pensarlo tomo la pastilla y me la llevo a la boca, vera me lleva a bailar a la pista de baile, me rio, nunca pensé que Vera fuera tan chida, los recuerdos de las siguientes horas se vieron tan borrosos que solo podía distinguir los colores, desperté en el piso de la casa donde se hizo la fiesta, con la mirada busco a vera o Dana.
—Tus amigas se fueron hace rato — habla un chico.
Lo miro, está sentado en el sillón viendo su celular, miro mi alrededor que está hecho un desastre, me levanto, mi cuerpo se siente pesado, el chico me toma del brazo y me jala con brusquedad.
—Las chicas dijeron que tu limpiarías todo.
—No es solo mi desastre — murmuro.
—Eso me importa una mierda, limpia, basura.
—Me largo — menciono, el chico ríe.
Después de dos horas salgo de aquella casa, de verdad era un basurero, antes de salir el chico me grita un “Búscate mejores amistades”, cuando llego a casa me recibe el silencio, no me molesto en buscarlo me paso directo al baño, me quito la ropa, antes de entrar a la ducha mi reflejo me distrae.
Rímel corrido, labios secos, piel pálida, cabello enredado, me doy una ducha, en otro momento abría llorado, pero ahora mismo es como si estuviera bloqueada, tan solo quisiera tener amigos, una familia feliz, un chico que me ame, pero claro quien dijo que todo se puede en esta vida.
Entre más días pasan me siento más cansada, con ganas de no despertar, aunque una opción sería quedarme en casa y dormir todo un día, pero los gritos no me dejan dormir, las noches son de insomnio, recargo mi cabeza sobre mis brazos, mi cuerpo se relaja tanto que sueño que estoy en una persecución, tengo que correr.
Un caballo me espera, como si fuera una experta en equitación me monto al caballo y así es como huyo, me levanto de golpe, veo todo negro gracias al suéter que me cubre la cabeza, me lo quito y miro alrededor con el ceño fruncido, Basil me quita el suéter que supongo es de él.
—Acaso no duermes o que — su voz es firme.
—Que te importa.
Me levanto, salgo del salón me ha dado un hambre voraz, en el camino me topo con vera quien me mira altanera, a su lado esta Kilian, paso a lado intentó ignorar su presencia.
—Greta — habla vera con una dulce voz.
Me detengo a esperar lo que tiene que decir.
—Vas a la cafetería ¿No? — volteo — tráenos el almuerzo, pero ya o Kili estará hambriento.
Miro a Kilian quien solo ve su celular, por un momento lo veo mirar a vera enojado que me hable así, llevarme lejos de ella, pero después lo miro sonreír como si se divirtiera verme siendo humillada, miro a vera quien me mira con inocencia, pero después dice que es una broma, sale Basil riendo y ordenando que él también quiere el almuerzo.
Mi ceño se frunce, todos me rodean diciendo cosas extrañas, grito, siento como me empujan, una mano me saca de esa multitud de gente y me abraza, me protege yo lo sé por su calidez, puedo sentir su corazón latir con el mío o tal vez sea mi corazón latiendo con rapidez.
***
Holaaa, lamento tardar en actualizar, mis dias han estado bastante desiquilibrados, espero y les este gustando esta nueva version, espero nafie se sienta identificado y si lo hacen pidan ayuda :) cuidense.
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Editado: 13.03.2025