#7. Compañera de banca.

Basil

Greta…desde que tengo memoria siempre estuvo a mi lado, tantos colegios que había y ella siempre estaba ahí para compartir la banca conmigo, lo malo era que, aunque me cambiara al final del día siempre me la topaba, siempre arruinaba mis días, como hoy.

Hace una hora que se fue a ese hospital, cuando me entere que estaba enferma quise ignorarlo, pero claro los inadaptados de mis compañeros no se callaban, se burlaban, de hecho, tuve mi primera pelea, vera quien me mira asustada, ruedo los ojos por su hipocresía, en cuanto el director me dice que me puedo ir tomo mis cosas y me marcho.

—Hay que tener cuidado, él estuvo cerca de ella — habla Dana — puede que lo haya contagiado.

—La esquizofrenia no se contagia — la volteo a ver — idiota.

Su boca forma una “O” una sonrisa aparece en mi rostro, me suspendieron una semana, voy a ver a Hana antes de irme.

—Puedo ir a verte en las tardes — comenta.

—Como gustes.

—Basil…desde que ella dejo de venir o más bien desde que supiste que estaba enferma has estado muy distraído.

—Ella era buena persona, rara, acosadora, hablaba sola, era peleonera, molesta, era una mensa, pero era buena persona.

—No hables como si ella hubiera muerto.

Posa su mano sobre mi hombro, puede ser que sienta algo de culpa, ella muchas veces se intentó acercar a mí, debo admitir que el cobarde fui yo, no quería que me molestaran por ser amigo de ella, ¿si hubiéramos sido amigos algo habría cambiado?

—Otro par de raritos — dice vera.

Esta arriba antes de bajar de las escaleras, tiene los brazos cruzados, nos mira como si fuéramos insectos estorbando su camino.

—Acaso a su alteza no le apetece ver a este par de raritos — contesta Hana.

—Cállate Hana — baja.

—Cállate vera, no eres más que una idiota sin atención porque por lo que se tus padres prefieren viajar a pasar un día de su vida contigo.

—No necesito su atención, puedo tener la que quiera o mira a la inadaptada de Greta.

—Cierto, Greta tenía la atención de sus padres y mira como acabo — se mete Dana.

—Seguramente acabo así porque se juntó con ustedes, hasta yo me enfermaría si me junto con basura como ustedes.

—No, de hecho, nosotros fuimos quien salvamos a Greta, más de una vez se quiso aventar de un edificio.

Su confesión escaba más allá de mí, en su momento no dije nada, en cuanto tuve oportunidad hable con sus padres, ambos soltaron en llanto, me imagino que no es fácil saber eso, tal vez por eso decidieron mandarla a ese psiquiatra, me entere que simplemente la mantendrían medicada, pero su estado ya era bastante grave, ella ya vivía en otra dimensión.

Nos conocía y hablaba, pero en su mundo era más colorido, era algo anhelado por ella, quería escapar de la realidad y lo estaba logrando, en parte me alegraba por ella, en otro mundo encontró la paz que no hallaba aquí, un suspiro sale de mi garganta, hace media hora que estoy sentado en la sala de espera con la mamá de Greta.

Por lo que sé es que Greta tuvo una crisis, ella en su imaginación fue a su habitación, pero en realidad salto del segundo piso, como consecuencia tuvo dos fracturas, ahora mismo la están tranquilizando, su estado empeoro, su padre entro para ver si podía entrar en razón, frunzo el ceño cuando veo a Kilian hablar con una enfermara, supongo que siente mi mirada, me mira y sonríe.

No le devuelvo la sonrisa mis ánimos están por los suelos, se acerca, saluda a la madre de Greta y después a mí.

—¿Qué haces aquí? — pregunto.

—Mi madre es la directora del hospital, vine a verla.

Un deja vu llega a mi mente, Greta siempre lo veía, por lo que se él era parte de ese mundo, tal vez él sea de ayuda, no sé si positivamente o negativa, en estos momentos todo se vale, le hago la propuesta a lo que él y la señora me escuchan atentamente, aunque alimentemos mas su fantasía, necesitamos que ella se quede aquí.