Diario de una perdedora

#8. Mentes dañadas 1/2

Alondra

Vivir rodando no es algo divertido, desde que era pequeña mis padres se separaron, tuvieron muchos problemas, peleas, aunque era muy pequeña en ese entonces tengo recuerdos borrosos, lo único que recuerdo es que mis abuelos me llevaban con ellos, los padres de mi madre me trataban como mis padres tenían que hacerlo y mis abuelos paternos, pues…para ellos yo era una bastarda.

Tengo 17 años y estoy recluida en esta cárcel porqué fui una carga para mis padres, cuando murieron mis abuelos lo único que quería hacer era irme con ellos, todos los días sentía un vacío indescriptible, hace dos años que me abandonaron…como todos.

—Ni siquiera sé porque estás aquí, te veo igual.

—Cállate Nora — me mira mi padre — ¿has hecho amiguitas?

Miro a mi padre con cansancio, normalmente vienen a verme y terminan discutiendo, hoy están tranquilos.

—Si no les molesta me quiero ir.

—Mi amor — habla mamá — me entere que tu amiga tuvo un accidente.

—¡Espera! Esa enferma es su amiga.

—¡Rubén!

—En qué clase de lugar esta nuestra hija.

—Seguramente en un convento idiota.

—No quiero que esa enferma vaya a contagiar a mi niña.

—Cierren la maldita boca — murmuro.

Para mi sorpresa ambos callan, me miran confundidos, tengo la mirada agachada, mis manos en forma de puño, un nudo se forma en mi garganta, no quiero ver a nadie, no me gusta cuando critican a las personas que están aquí, cada uno tiene su guerra por más absurda que sea, cada uno de los que están en este lugar han intentado huir de esta vida de mierda.

Hay una chica quien tiene delirios a diario, tiene 23 años, desde pequeña la traumaron con que el dinero era más importante y cuando la estafaron se perdió a sí misma, mau él tiene serios problemas con las navajas por el simple de no tener un camino fijo en su vida, por más pequeño que sea el problema para los espectadores, para las personas que lo están viviendo se ve como un problema del tamaño de una ballena.

—Alondra, respétanos — grita mi padre.

—¿Respeto? A quien le debo respeto, a los únicos que se los debía se fueron, ustedes los mataron, son unos malditos que lo único que han hecho hasta ahora es arruinar mi vida, prefiero que estén muertos a mis abuelos.

Un golpe sonoro se escucha por toda la habitación, miro a mi madre quien me mira con ira, enderezo mi cabeza, la mejilla me arde, sin embargo, dejo que arda, no sobo, no me quejo, con este golpe me pude dar cuenta que aún estoy viva, algo me dicen, algo reclaman.

Sin más salgo de la habitación, una enfermera me recibe y me lleva a mi habitación, ahí es donde me siento segura, me acuesto sobre el colchón y dejo que este me absorba, quisiera ir a ver a Greta, quisiera saber cómo esta mailo, escuche que está mal, siente culpa por lo que paso, pero…ahora mismo es como si un hoyo negro me haya jalado, a decir verdad, me siento segura aquí, donde ni yo misma me puedo hacer daño.

***

tamalitoverde62 = insta




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.