Como no ser infeliz, ese fue el tema que trate hoy con mi psicóloga, no entiendo cómo es que hablar sobre esos temas, ayudaran a que mi enfermedad sea tratada.
-Bueno Nadia no te olvides de escribir en tu diario cómo te sientes- cierra la libreta poniendo el número de cita, se ve cansada, será porque ya han pasado 4 años intentando devolverme la vida o porque hemos pasado hablando sobre cosas sin importancia por 2 horas y sin descanso
-Claro, no se preocupe-tomo mi mochila y como en todas las tardes me voy sin despedirme y sin mirar a los ojos a la Doctora Cristel, no puedo hacerlo no desde que decidí la fecha de mi muerte, pienso en que no es nada bueno formar lazos con más personas, suficientes con las que ya tengo.
Ya hace 4 años que padezco "depresión endógena” y hace dos que empecé a escribir mi diario y también decidí mi fecha de muerte, actualmente tengo 19 años, vivo sola, no tengo pareja y tampoco amigos, me mude de cuidad y estudio administración de empresas para que mi papá no sufra por quien se hará cargo de su empresa, aunque es algo tonto que lo ilusione así, igual le daré el gusto.
-Hola Nadia- levanto mi cabeza y miro a una mujer de unos 27 años, que está entrando al ascensor, a la cual no creo conocer- ¡cuánto tiempo! - extiende su mano para saludarme
-Lo siento, pero no te reconozco- me mira sorprendida
-En serio que lastima- baja su mano- soy Natty la hermana de Soul
- ¡A eres tú! - el ascensor se mueve de forma demasiado lenta para mí, no quiero estar aquí con ella, ya hace años decidí mudarme por la misma razón que tengo para no hacer amigos, no querer vivir y que ellos me convenzan de pasar más tiempo aquí y que me duela más, solo quiero terminar esto, terminar con el dolor.
- ¿Cómo has estas?
-Bien y tú ¿qué haces aquí? - es raro que este en una clínica como esta
-No lo recuerdas soy psicóloga- recuerdo que estudiaba algo, pero no que- bueno dime, porque esa decisión de venir a vivir aquí.
-Vine porque mi doctora vino aquí, la verdad no tenía animo de cambiar de doctor- el ascensor se detiene por fin. - Chao- salgo
- ¡He espera! - sale conmigo- acabamos de volver a vernos acompaña me a comer algo yo invito
-No es una buena idea, nunca fuimos amigas, no veo una razón como para ir a comer juntas o algo así
-No fuimos amigas, pero si cuñadas- sonríe- además me caes muy bien, aunque no hayamos tratado tanto. Así que vamos y así nos damos la oportunidad de hacernos amigas
-No, es mala idea, además no soy tu cuñada, ya hace 2 años que no lo veo y que termine mi relación con él.
-Sí, eso ya lo sé, igual no importa tu y yo vamos a comer juntas y hablar un poco para ponernos al día- toma mi brazo y me arrastra hasta un auto rojo, muy bonito. me abre la puerta y yo me subo, aunque no quiera ir tampoco soy una grosera
-Bueno Natty, no es una idea muy buena, no termine en buenos términos con tu hermano y creo que es tu deber no hablar conmigo- escusa tan barata y ya se su respuesta, pero no es nada malo que saque un tema así, además, aunque no lo admita quiero saber cómo esta Soul.
-Eso es cosa de ustedes no mía, y recalco lo que te...me caes muy bien- me sonríe por segunda vez.
Llevo tanto tiempo sola que lo que me entretiene es contar las sonrisas que me regala la gente o los insultos también
-Llegamos- 15 minutos después se estaciona frente a una casa, amarilla, de dos pisos, con un jardín, un poco descuidado-Perdón que pregunte, pero ¿tienes clase más tarde?
-No hoy tengo toda la tarde libre, pero tengo que estudiar
-O que bien. bueno bajemos del auto y entremos
Natty, lleva un vestido rojo, veraniego, zapatos bajos del mismo color y el cabello, suelto con mechas rojas; yo en cambio llevo shorts de color café, una blusa blanca suelta y un suéter negro, con mi cabello recogido y una gorra
-Ven entra- señala con su mano el interior de la casa- disculpa el desorden
Según se al desorden se lo considera como algo que no está un sitio, y era muy contrario a lo que estaba viendo, lo único fuera de lugar ahí era yo.
-No te preocupes- entro y de inmediato me doy cuenta de que no vive sola, hay un par de zapatos más que son de hombre, por lo que supongo son de su pareja
-Toma asiento- pone su bolso a un lado, saca su celular y le marca a alguien- Alo- se toma de la cabeza- ¿a qué hora piensas venir?- suena molesta- eso espero, a y por cierto, tengo una invitada en casa ven pronto.- cuelga y guarda su celular, uno con una funda roja con rosas y empiezo a sospechar que esta obsesionada con el rojo aunque su casa no tiene una sola decoración de ese color, me gusta su decoración hogareña, lo acogedora que resulta la casa.- Subiré a cambiarme, para que hagamos algo de comer
-Claro, no hay prisa- y pues no la había, nadie me esperaba en casa, más que mi diario y algunos libros de contabilidad. Mi plan para hoy era llegar a casa y como dice "El Grinch" deslizarme hacia la locura
La casa tiene grandes ventanas y muchas cosas antiguas
-Bueno Nadia, ven conmigo a la cocina- me pongo de pie y la sigo por un pasillo con poca luz, algunas pinturas, colgadas en las estrechas paredes, al final se podía ver una luz y ese era el cuarto de cocina.
-Eh Natty no soy buena en la cocina-me regresa a ver y sonríe por tercera vez
-Tranquila, yo lo haré todo, tu eres mi invitada, pasa esta es mi cocina y no es por presumir, pero soy muy buena.
- ¿En qué te puedo ayudar? - tomo el delantal que sobra, es rosa y tiene florecitas, me parece muy bonito, mientras que ella lleva uno rojo con grageas de colores, parece un postre.
-Bueno podrías picar la cebolla- saca unas cebollas y me las da con una tabla de picar y un cuchillo, suena el timbre y Natty corre a afuera
Comienzo a picar la cebolla y lloro con ella, siempre me es fácil llorar, en las noches o cuando estoy sola, siempre tengo motivos, recuerdo todo lo que sufrí, de niña y ahora también, no he tenido una vida fácil, es doloroso intentar ser feliz cuando lo motivos para serlo son tan pocos, tan insignificantes.