"Solo hace falta que el alma sonría, pero que difícil es conseguirlo"
-Adlihj-
Ese día marco varios acontecimientos en mi vida. Se llevaron a mi tío preso, mis primos se quedaron con la familia de mi tío y yo me fui con mis abuelos paternos.
Recuerdo bien que no fui bien recibida, mi padre se encargó de mi traslado. Ambos ancianos con mirada frías y tan solo mirarlos daba miedo, mi abuelo tenia alzhéimer y eso había afectado mucho a la familia de mi padre, por lo que el tomo el control de todas las empresas de mi abuelo y los radico en una casa modesta en la ciudad de la cual eran básicamente dueños.
Los rumores sobre el gran señor Prins siempre fueron bastante sonados, decían que su desgracia fue la familia Lewis una familia que les jugo sucio y básicamente llevo a ese estado a mi abuelo. Nunca pregunte sobre esos temas, era la hija mayor de Lauden Prins pocas personas se me acercaban, era algo así como una especie de joya intocable según todo el mundo algo que jamás sentí ya que no termine ni de llegar a la casa de mis abuelos y ellos ya me dijeron que yo solo existía para causar daño, decían que fue mi culpa que su hijo tuviera que casarse tan joven y luego divorciarse a tan corta edad e irse de su lado, mis abuelos no me querían yo intentaba agradarles, pero no fue posible yo me cuidaba sola, ellos tenían comida y dinero en casa una mujer que los cuidaba me dejaba que me cocinara y tomaba el dinero para mis gastos, ellos me consideraban invisible, yo apenas tenía 11 años, fueron de las peores épocas apenas y estaba entendiendo lo de mi tía, tenía pesadillas en la noche con su muerte, yo sola tuve que aprender a vivir con eso, nadie sabía que yo presencie el asesinato de mi tía no le conté a nadie lo que vi, es un secreto que tengo y que para mí desgracia quien lo comparte conmigo es mi tío, a quien enviaron a un hospital psiquiátrico porque sus traumas provocaron sus comportamiento dejando en la nada el delito que cometió. Mi padre jamás hizo nada sobre el tema y aún peor mis abuelos, que hacían como si nada hubiera pasado, se justificaban en su edad.
Con el pasar de los días, meses, años comencé a desarrollar una conducta de desinterés hacia la sociedad, mis padres se dieron cuenta de eso y a mis 15 años empecé a ir al psicólogo, cuando cumplí 16 años, me intenté matar, pero mis abuelos me encontraron inconsciente y justo antes de que mi situación empeorara me llevaron al hospital, pocos meses después ellos fallecieron. ambos en un accidente de tránsito, ahí volví a ver a mis primos, esa tarde en mi habitación quisieron violarme y gracias al cielo entro la sirvienta de la casa de mis tías y evito que eso pasara, no los denuncie porque no quería que nadie supiera lo que casi me pasa.
Después de unas semanas en la escuela todo el mundo se enteró de mi condición y mis "amigos" se alejaron de mí y el único que se quedó a mi lado fue Soul, luego nos hicimos novios, pero yo ya había decidido matarme de hecho escribí en mi diario la fecha de mi muerte por lo que terminé mi noviazgo mintiéndole sobre una supuesta traición.
Mi padre me llevo a vivir con él nunca entendí como un hombre tan sombrío y violento parecía preocuparse por alguien que abandono y mantuvo lejos desde niña, aunque por lo menos él estuvo presente en mi vida, a mi madre no la volví a ver después de la muerte de mi tía, cuando termine la secundaria él me consiguió cupo en una universidad pagada y así me aleje a pesar de vivir cierto tiempo con el no pude desarrollar ningún tipo de afecto igual que sucede con mi madre a quien y apenas conozco.
Solo faltan unos meses para que termine con mi vida y lo que he decidido ha sido no formar lazos con nadie, mi pasado se queda en el pasado al igual que las personas que formaron parte de él sobre todo recordar que lo único que provoco a mi alrededor es dolor y sufrimiento,
(Siempre recuerda eso)
Sé que escribir esto en mi diario me ayuda a contar todo eso que siento, todo eso que me duele y aqueja, aunque no sé quién lo va a leer, sé que cuando pase eso yo no estaré aquí.
Al día Siguiente:
-Buenos días- la maestra entra con un montón de cartulinas- por cierto- tira todo sobre su escritorio y como es normal en ella se pone un esfero en el moño que tiene echo en el cabello, mientras algunas cartulinas caen al piso- vendrán algunos estudiantes de psicología, ellos escogerán a alguien para hacerles algunas preguntas- se agacha y recoge los rollos de cartulina del piso.
Estudiantes de psicología, que tan irreal socializar con personas así, que tan innecesario, recordé a Cristel mi psicóloga, le había agarrado cariño eso no estaba bien.
-Disculpe maestra es obligatorio- una voz femenina, suena por todo el espacio, formando un gran eco en el lugar
-No, pero si no lo hacen les quitare un punto a su promedio general- toma un marcador y escribe la palabra bienvenidos, intentando a si parecer más amigable- Miren ahí vienen- de inmediato todos se ponen de pie para alcanzar a mirar por la ventana-¡He sentados! parecen niños de secundaria- regaña a todos, a lo que en la puerta se escuchan pequeños toques, la maestra se arregla un poco el cabello y de prisa abre la puerta -Buenos días maestro- le muestra la mejor sonrisa y hace que todos pasen - bueno chicos ellos son los estudiantes de psicología y su maestro tutor Isaac.
-Buenos días con todos- saluda el maestro Isaac y todos respondemos- solo quiero que me ayuden respondiendo las dudas de sus compañeros, para lo que ellos escogerán a una persona al azar, claro que si no desean responder alguna pregunta no pasara nada, con eso pues chicos procedan- todos los estudiantes empiezan a elegir a la persona que desean encuestar.